Análisis de la escabrosa acusación tras las pruebas de la Comisión Internacional que estudió la evidencia. Lo que viene ahora del escándalo Rosenberg.
Martín Rodríguez Pellecer*
El asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg ha sido esclarecido. La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP) demostraron de una manera impecable cómo él decidió mandarse a matar para provocar un terremoto político y lograr que se investigara el asesinato de Khalil y Marjorie Musa, con quien le unía una afinidad especial.
En la conferencia de prensa de Carlos Castresana, jefe de la CICIG, éste expuso las evidencias de cómo Rosenberg, un prestigioso abogado de la élite guatemalteca, habló con sus primos Valdez Paiz (ahora prófugos) para que contrataran a una banda de sicarios para "matar a un tipo que lo estaba extorsionando", que sería él mismo. Rosenberg ordenó a su guardaespaldas que comprara dos móviles que posteriormente utilizó para fingir que lo estaban amenazando y para comunicarse con los sicarios -la CICIG y el MP tienen vídeos del momento en que el guardaespaldas compra el móvil y llegaron a determinar por las antenas de las compañías telefónicas que las llamadas con las amenazas de muertes fueron hechas desde el mismo apartamento de Rosenberg-. Además, Rosenberg compró dos tumbas, para que fuera enterrado junto a Marjorie, traspasó sus bienes a sus hijos y dejó todo preparado para su auto-asesinato. Y finalmente ese 10 de mayo -quizás dedicado a su madre, que había muerto recientemente-, llamó a las 8 de la mañana a los sicarios para avisar que había salido de su casa y esperó sentado junto a unas marcas sobre un pasto, escuchando su iPod, a que llegara el sicario para asesinarle.
No era cierta la acusación de Rosenberg contra el presidente Colom; su esposa y mujer fuerte del gobierno, Sandra Torres; el secretario privado Gustavo Alejos; y el empresario y financista Gregorio Valdés. Al menos no la de su propio asesinato.
La espectacular investigación -científica, con pruebas como vídeos del guardaespaldas de Rosenberg o intercepción de llamadas telefónicas- es sólo la primera fase del caso, como explicó Castresana. Ahora vienen las siguientes tres fases (1) El análisis del vídeo y su grabación; (2) El crimen de los Musa, cuya imposibilidad de resolverlo provocó la autoinmolación de Rosenberg, y (3) Los casos de corrupción en Banrural, Anacafé y el Ministerio de Gobernación, que habrían provocado el asesinato de los Musa.
Además, faltan dos investigaciones paralelas: (4) ¿Por qué Salvador Gándara, entonces ministro de Gobernación (y Seguridad) y actual alcalde del populoso municipio de Villa Nueva, pagó a un testigo falso para que inventara una acusación contra líderes de oposición por el asesinato de Rosenberg, y llevó a investigadores de la CICIG en un helicóptero que utiliza la Primera Dama (y mujer fuerte del Gobierno) para que escucharan al testigo falso? y (5) ¿Cuáles eran los negocios entre Rosenberg y Luis Alejos, ex ministro de Comunicaciones y primo del secretario privado del presidente Colom acusado por Rosenberg en el vídeo? Esto porque Alejos fue quien le envió un cheque desde Panamá a Rosenberg, que el abogado había dejado para pagar a los sicarios.
Vamos al punto 1 de la investigación principal. Castresana explicó que Rosenberg les contó a cuatro amigos "que lo estaban amenazando". Dos de ellos, el abogado y periodista Mario Fuentes Destarac y el empresario y político Jorge Briz le dijeron que se fuera del país, mientras que los otros dos, el cuestionado empresario Luis Mendizábal y el cuestionado periodista Mario David García, le recomendaron grabar un vídeo. Al menos Mendizábal y García estuvieron en la grabación de éste, que provocaría un terremoto político. La pregunta por dilucidar ahora es ¿sabían Mendizábal y García que todo se trataba de una autoinmolación y simpatizaban con la idea de provocar un golpe de Estado? Tienen historial pro-golpista o de animadversiones profundas por el gobierno de Colom. De hecho, Mendizábal pasó de ser su principal asesor en seguridad a no quererle políticamente. Pero bueno, ahora toca una investigación al respecto. De momento, no hay nada que los vincule a los autores materiales ni intelectuales, los Valdez Paiz, que contrataron a la banda de sicarios.
Vamos al punto 2. El crimen de los Musa. Tiene que ser investigado porque fue el motivo por el que Rosenberg se mandó a asesinar y las primeras informaciones que Rosenberg recibió cuando estaba recabando información para esclarecerlo fue que se debió al nombramiento y renuncia de Khalil Musa en el Banco de Desarrollo Rural (Banrural) y la Asociación Nacional del Café (Anacafé). Castresana explicó que Rosenberg se refiere, sin decirlo explícitamente en el vídeo, a un negocio corrupto en el Ministerio de Gobernación. Tiene que continuarse con la investigación iniciada por la CICIG sobre este asesinato y buscar qué relación hay con Banrural y Anacafé.
Vamos al punto 3. Los casos de corrupción. Khalil Musa había sido nombrado por el Gobierno en Banrural y Anacafé y renunció. El Banrural es el tercer banco del país, de capital estatal y privado, que es el único que desafía la hegemonía de la banca de la élite. Además, puede ser un lugar ideal para negocios corruptos del Gobierno. Hay una disputa de fondos que hay que investigar.
El segundo caso es el de Anacafé, que maneja un fideicomiso para los cafetaleros de 1,300 millones de quetzales -unos 100 millones de euros-, que está en disputa entre cafetaleros "tradicionales" y "emergentes" asociados con este gobierno. Hay que investigar.
Y el negocio corrupto de Ministerio de Gobernación es de la impresión de pasaportes y el Documento Personal de Identidad (DPI), que fue sacado a licitación. Cuando en enero de 2009 asumió Gándara como Ministro de Gobernación, intercedió para darle el millonario contrato del DPI a una empresa de Gregorio Valdés. La principal perjudicada y perdedora era la empresa de Luis Mendizábal, representada por el mismo Rosenberg. Esta empresa contestó la licitación fraudulenta y ganó el caso en mayo. Había una disputa por un negocio estatal entre Gándara-Valdés y Mendizábal-Rosenberg. Tiene que ser investigada. Además, por el intento de Gándara de desviar la investigación de la CICIG.
El caso Rosenberg, con el esclarecimiento de su asesinato, es sólo el primer capítulo de esta trama de poder, corrupción y pasión. El trabajo de la CICIG y Carlos Castresana ha sido impecable, histórico.
Algunas conclusiones
Más allá de la vergüenza internacional para Guatemala por un escándalo de tal magnitud, creo que es bueno recordar que la CICIG no está acá por arte de magia sino porque hace siete años a un grupo de ciudadanos guatemaltecos de la sociedad civil se le ocurrió inventar una Comisión Internacional. Fue un invento de guatemaltecos, un diseño de guatemaltecos y un esfuerzo de guatemaltecos, que fue respaldado a pie juntillas y financiado por la Organización de las Naciones Unidas y la comunidad internacional.
El esclarecimiento del caso debería reconciliar al país políticamente. No lo está haciendo. La derecha capitalina está acusando a Castresana de inventar todo y de un insulto a la inteligencia. Faltan muchas investigaciones por hacer. Quedan muchos asesinatos comunes por investigar. Sin embargo, el caso Rosenberg y la investigación de la CICIG y el MP han demostrado una cosa: aún en Guatemala, el país de la impunidad y la esperanza, cuando hay voluntad política y rigor científico, se puede esclarecer el más oscuro de los asesinatos. Ojalá este proceso marque un punto de inflexión en el combate a la impunidad en este país.
* Periodista guatemalteco, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales y de FLACSO-Guatemala, columnista del diario Prensa Libre.