En estos tres departamentos los resultados de las elecciones ya están definidos. Pero la gobernación suele ser tan solo un trampolín para ambiciones políticas más altas.
Juan Pablo Milanese*
Ojo a las gobernaciones
Las campañas a las gobernaciones tienden a producir menos interés que las de las alcaldías. Sin embargo, las candidaturas a gobernación no deben subestimarse, especialmente ahora, cuando algunos candidatos esperan usar la gobernación como trampolín para llegar a cargos nacionales.
A dos semanas de las elecciones, ya parece estar definido quiénes serán los gobernadores de Antioquia, Atlántico y Valle del Cauca, tres de los departamentos más importantes del país. También, ya es casi seguro que algunos de los dirigentes de estas regiones darán el salto definitivo a la política nacional.
Un premio y un trampolín
Durante mucho tiempo, las elecciones para elegir gobernadores pasaron relativamente desapercibidas.
Sin embargo, durante los últimos años esta tendencia ha cambiado, y las gobernaciones se han vuelto uno objetivo político mucho más codiciado. Es difícil saber con precisión si esto se debió a la presencia de dirigentes nacionalmente relevantes en las gobernaciones —como Sergio Fajardo o, en menor medida, Dilian Francisca Toro— o, si, por el contrario, aumentó la trascendencia del cargo y se volvió atractivo para actores con ese tipo de perfil.
En todo caso es claro que las elecciones de gobernadores han ganado cada vez más importancia entre votantes y dirigentes. Muestra de ello es el hecho de que el ciclo electoral 2014-2016, éstas fueron las votaciones con un mayor nivel de participación. Otra muestra es el hecho de que muchos dirigentes hayan usado las gobernaciones como trampolines para obtener más poder.
Aunque se trata de un cargo con poca visibilidad nacional, la gobernación permite construir bases de apoyo regionales sólidas, que pueden ayudar significativamente a la carrera ulterior de quienes ocupan esos cargos.
Aunque por supuesto no se extiende a todos los casos, así ha ocurrido en algunos de los departamentos más importantes del país. Se destacan los casos de Elsa Noguera —ex ministra de Vivienda— en Atlántico; Clara Luz Roldán —ex secretaria de Deportes— en el Valle del Cauca, o Aníbal Gaviria —ex gobernador de Antioquia y alcalde de Medellín—.
Algunos candidatos esperan usar la gobernación como trampolín para llegar a cargos nacionales.
Sin embargo, es importante subrayar el contexto en el que se lanzan estas candidaturas. En el caso de Noguera y Roldán, aunque se trata de dirigentes con un peso político propio, sus candidaturas también fueron importantes para la proyección nacional de sus “jefes políticos”: Alejandro Char y Dillian Francisca Toro respectivamente. De hecho, su acceso a los mencionados cargos nacionales (el ministerio de Vivienda y la secretaría de Deportes) estuvo directamente ligado a su vínculo con sus jefes políticos, y sus estrategias de construcción de poder.
![]() Foto: Ministerio de Vivienda |
Además, se sabe que tanto Char como Toro aspirarán a la presidencia o a la vicepresidencia en las próximas elecciones. Para eso, la alcaldía —en el caso de Char— y la gobernación—en el caso de Toro— representaron un trampolín político.
Desde este punto de vista, los movimientos políticos están muy interesados en obtener gobernaciones en los principales departamentos del país, con el fin de acceder a recursos políticos e impulsar futuras candidaturas nacionales.
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Antioquia
En Antioquia, en Atlántico y en el Valle del Cauca las encuestas muestran un común denominador: el pronóstico de un cómodo triunfo.
En principio, Antioquia parece ser el caso donde la diferencia entre el favorito y el resto de los candidatos es menor. Sin alcanzar la mayoría absoluta, Aníbal Gaviria, del Partido Liberal, encabeza cómodamente la intención de voto en las encuestas. Lo llamativo del caso es la debilidad del Centro Democrático, en cabeza de Andrés Guerra, en un departamento que puede ser considerado su principal baluarte político.
Esto podría tener más de una explicación. Una de las más probables es la histórica dificultad que ha mostrado Uribe a la hora de transformar su apoyo en votos para las elecciones locales. Aunque el Centro Democrático se ha fortalecido significativamente durante los últimos años, aún tiene dificultades para lograr arraigo territorial, especialmente porque es extraordinariamente dependiente de su líder.
La política local no es un fiel reflejo de la nacional. En raras ocasiones, las coaliciones locales se corresponden con las nacionales, y los electorados responden a diferentes tipos de lógicas e incentivos.
En el caso de Antioquia, una parte significativa de las fuerzas de la coalición de Iván Duque —el Partido Conservador, Colombia Justa Libres, etc.—, que lo ayudaron a obtener resultados extraordinarios en ese departamento, están lanzando sus propias candidaturas, motivadas por otros tipos de intereses.
De hecho, hay más de un candidato que reclama el legado uribista en Antioquia —por ejemplo, Rodolfo Correa—. Todo eso diluye el apoyo al partido del presidente en la región antioqueña.
![]() Foto: Facebook Partido Liberal |
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Valle del Cauca
Mayor es la distancia que separa a Clara Luz Roldán, del Partido de la U, del resto de sus contendientes en el Valle del Cauca.
De hecho, la candidata oficialista aspira a superar el 35 por ciento de los votos obtenidos por Toro hace cuatro años —resultado que fue algo decepcionante para el grupo político de la actual gobernadora—. Además, Toro y Roldán se deshicieron de socios como el exgobernador Ubeimar Delgado, del Partido Conservador, que había exigido “repartir el premio” en 2015.
En este caso, Roldán se enfrenta a un amplio grupo de débiles candidatos que, de acuerdo con las encuestas, la siguen de muy lejos, incluso detrás de los indecisos y del voto en blanco. Nuevamente, la pregunta para el caso del Valle es si la fuerza de la candidata del Partido de la U reside en la fragmentación de sus rivales o si es el resultado de su “imbatibilidad”.
Los resultados de las elecciones en Antioquia, Valle y Atlántico están ya definidos.
Además, es importante señalar que es poco probable que el resto de los candidatos se unan para lograr un rival capaz de desafiar a Roldán, pues entre ellos existen marcadas diferencias políticas. Por el contrario, todos los estímulos se alinean para que se lancen de forma separada. Haciéndolo así, varios de ellos podrían demostrar que, más allá de su debilidad relativa, tienen un “músculo electoral” que les permite hacer transacciones políticas, y aspirar a distintos tipos de concesiones en el futuro.
Desde este punto de vista, el principal desafío para Roldán no es ganar la elección, sino hacerlo con un margen lo suficientemente amplio para gobernar con una coalición estrecha, que descarte socios innecesarios y le permita maximizar su poder. Si Roldán logra al menos el 50 por ciento de los votos, o una votación cercana, podría dar un “golpe de autoridad” y situarse como un actor relevante de la política nacional.
Cabe señalar que, en los casos de Antioquia y Valle del Cauca, Gaviria y Roldán (y sus grupos políticos) son predominantes en los departamentos, pero no en las capitales, Medellín y Cali. De hecho, su posibilidad de acceso al poder en la capital depende del éxito que puedan tener sus coaliciones con otros candidatos. E incluso si obtienen el triunfo, sus grupos políticos no serán los socios principales.
![]() Foto: Facebook Clara Luz Roldán |
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Atlántico
Completamente distinta es la situación de Elsa Noguera en Atlántico. Al igual que Jaime Pumarejo en la alcaldía de Barranquilla, Noguera tiene un dominio aplastante en su departamento. Tanto Pumarejo como Noguera tienen intenciones de voto superiores al 70 por ciento, lo cual transforma a sus rivales en actores testimoniales, y a la elección prácticamente en un trámite.
El único elemento para destacar en este caso es la incógnita que produce la candidatura de Nicolás Petro, hijo de Gustavo Petro, quien eligió un desafío más que complejo para su “debut” político. La derrota de Petro es segura, y la apuesta es obtener el fracaso “más digno posible”, con un porcentaje de votos superior al 20 o 30 por ciento.
En suma, los resultados de las elecciones en Antioquia, Valle y Atlántico están ya definidos. De no ocurrir nada excepcional, los resultados están sellados. En Antioquia, Gaviria tiene una vocación de poder de carácter regional (por lo menos en el corto o mediano plazo); en Valle y Atlántico, Roldán y Noguera tienen intención de proyectarse en la política nacional, y pretenden dejarlo claro.
*Doctor en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Bolonia (Italia), jefe del Departamento de Estudios Políticos y profesor asociado del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Icesi de Cali.