Petro será el primer presidente que no tenga un fiscal de bolsillo. Y con seguridad por vez primera será una mujer. Así lo muestra este análisis de las nueve ternas que han sido presentadas en los últimos 30 años.
Laura Baquero Bernal*, Juan Pablo Rodríguez**, Sandra Botero*** y Javier Revelo Rebolledo****
Dos novedades
El pasado 2 de agosto, el presidente Petro presentó la terna para reemplazar al Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa. Esta lista llamó la atención porque se compone exclusivamente de mujeres, por la extensa trayectoria profesional de las postuladas, y por las críticas hacia una de ellas.
Las mujeres ternadas son Luz Adriana Camargo, Angela María Buitrago y Amelia Pérez Parra. En el Semillero de Investigación de Política y Derecho(s) de la Universidad del Rosario revisamos los procesos de selección y encontramos un patrón: los presidentes tienden a utilizar las “ternas de uno”, es decir, una lista que incluye dos candidatos débiles frente a otro que, abiertamente, tiene mayores posibilidades de éxito por su perfil académico, experiencia profesional o conexiones políticas.
Pero la terna del presidente Petro es diferente: además de ser la primera compuesta solo por mujeres, todas las candidatas tienen las mismas posibilidades de éxito.
Ternas de uno
Para entender en qué consisten las “ternas de uno”, es importante recordar cómo es el proceso de selección del Fiscal General de la Nación. En pocas palabras, el presidente postula a tres candidatos ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para que sean entrevistados. La persona seleccionada debe recibir el respaldo de al menos ¾ partes de los magistrados de la CSJ en pleno.
la única terna equilibrada es la del presidente Petro. Todas las candidatas son penalistas con experiencia en el poder judicial, dentro y fuera de la fiscalía.
En nuestro análisis reconstruimos el proceso y los perfiles de todas las ternas que se han postulado entre 1994 y 2023 para determinar si había primado la famosa “terna de uno” según dos criterios: la hoja de vida y las conexiones políticas. De esta manera, encontramos que, de las nueve ternas presentadas, siete han sido claramente “ternas de uno”.
Las siete “ternas de uno” fueron las presentadas por Gaviria (1994), Samper (1997), Pastrana (2001), Santos (2011, 2012 y 2016) y Duque (2020). En estos casos, los presidentes sugerían a dos candidatos conocidos, principalmente, en derecho privado. Estos últimos se enfrentaron a un tercero que en la mayoría de los casos era penalista y tenía vínculos políticos y personales con el presidente. Con este simple arreglo el presidente de turno se aseguraba de tener a alguien cercano a la cabeza del ente investigador.
Vale la pena aclarar la excepción de la terna de Uribe en 2005. Durante su primer mandato, el presidente postuló a Consuelo Caldas, exdirectora de la Superfinanciera y la DIAN, Mario Iguarán, viceministro de justicia y, Jorge Pretelt, exmagistrado del CNE, considerado el candidato más fuerte y la cuota personal de Uribe.
A pesar de que públicamente se hablaba de Pretelt como el favorito, la CSJ eventualmente escogió a Iguarán. Decimos que esta terna fue excepcional porque Alias Macaco, el extraditado jefe paramilitar, sostiene que pagó 5 mil millones de pesos para favorecer a este candidato.
Uno de los casos más evidentes de “terna de uno” se dio en el primer período de Santos (2010-2012), donde resultó elegido a Eduardo Montealegre, penalista cercano al mandatario y al partido Liberal —aunque debemos añadir que también había sido viceprocurador y magistrado de la Corte Constitucional—. Su experiencia y conexiones políticas le dieron una amplia ventaja sobre sus dos rivales: Mónica de Greiff, abogada especialista en derecho administrativo, y María Luisa Mesa, especializada en derecho comercial y societario, además de exviceministra de justicia.
Una situación similar sucedió con la terna presentada por Iván Duque en 2020, donde el favorito era el actual Fiscal General, Francisco Barbosa. En este caso sus conexiones políticas y la amistad con el mandatario eran más que evidentes.
Una nueva fiscalía
Como ya lo dijimos, la única terna equilibrada es la del presidente Petro. Todas las candidatas son penalistas con experiencia en el poder judicial, dentro y fuera de la fiscalía. Al parecer, en principio, cualquiera de las tres tiene la misma posibilidad de ser elegida.
La terna está conformada por Luz Adriana Camargo, penalista con experiencia en la investigación de casos de parapolítica y corrupción en Colombia y Guatemala. También, fue exmagistrada auxiliar del entonces magistrado Iván Velázquez, actual ministro de Defensa.
En segundo lugar, se encuentra Ángela María Buitrago, penalista con amplia experiencia académica y fiscal delegada ante la CSJ.
Por último, está Amelia Pérez Parra, penalista reconocida por investigar las violaciones a los derechos humanos en Trujillo, Riofrío y Bolívar, gracias a la alianza entre grupos paramilitares y agentes del Estado.
Este recuento nos permite comprobar que con la terna de Petro a la fiscalía estamos ante un escenario nunca visto.
Pese a la controversia alrededor de la salida de Amparo Cerón de la terna inicial, el perfil profesional de las ternadas indica que el presidente sigue enfocado en cumplir con lo dicho sobre la importancia de contar con un ente acusador imparcial, especializado y sin impunidad.
Se puede mejorar
A pesar de lo anterior, todavía se puede mejorar el proceso para garantizar ternas competitivas, de alta calidad profesional y procesos de selección más transparentes. Actualmente, esta discusión es aún más importante a la luz del contraste entre la terna para la fiscalía y la terna presentada para la Corte Constitucional. Ninguno de los postulados es especialista en derecho constitucional, todos han sido recientemente funcionarios del gobierno y hay un claro favorito.

los presidentes sugerían a dos candidatos conocidos, principalmente, en derecho privado. Estos últimos se enfrentaron a un tercero que en la mayoría de los casos era penalista y tenía vínculos políticos y personales con el presidente.
¿Qué se puede hacer? Creemos que se deben retomar algunas propuestas del Decreto 450 de 2016, donde se establece un procedimiento para integrar la terna a la fiscalía. En pocas palabras, podrían postularse personas externas, y de esta manera, había espacio para el monitoreo ciudadano.
Este decreto del gobierno Santos planteaba un proceso de “invitación pública” donde además de los nombres que postulase el presidente, podían presentarse otras personas en una convocatoria pública. Posteriormente, se integraría una lista que sería difundida con la posibilidad de controversia por parte de los ciudadanos.
Después el presidente recibiría las observaciones de la sociedad civil y tendría la posibilidad de entrevistar a los candidatos para formar la terna que sería divulgada ante medios nacionales y llegaría a la Corte Suprema. Aquí había un primer y valioso paso para aumentar la transparencia del proceso.
Por desgracia, mucha de la apertura pública en el decreto era discrecional y, en cualquier caso, Iván Duque lo derogó. Tal vez este decreto y el artículo 126 de la Constitución, como sugiere Javier Barrera, ofrecen herramientas para hacer los procesos de selección más transparentes, equitativos y participativos.
En cualquier caso, el camino para la elección de la próxima fiscal general será largo. Solo queda esperar a que la CSJ surta el proceso de la manera más transparente para evitar retrocesos que favorezcan la figura de interinidad.
7 Comentarios
Gracias por este artículo que brinda una visión más clara del proceso de selección de selección del Fiscal General General de la Nación. Durante muchos años se ha hablado de cómo los cercanos al presidente, tienen el puesto asegurado en algún puesto de gran peso, en este caso el de Fiscal, ver qué el presidente Petro está generando una nueva forma de elección, con candidatos de igual recorrido, es muestra de los cambios que se deben seguir implementado en nuestro país, dónde lo importante debe ser que la persona que quede seleccionada para Fiscal o para otras posiciones, tiene las mismas posibilidades de quedar en ese puesto que sus contrincantes y donde se pueda elegir el mejor, para que sea este quién tome rienda de su nuevo cargo, para este caso Fiscal, y se asegure de cumplir con sus responsabilidades de manera eficaz e imparcial.
El presidente Petro está dando un paso que, aunque no sea suficiente para ciertas personas, es de bastante importancia y un pequeño avance en ir desalojando la corrupción del gobierno colombiano. Como bien se expresó en este artículo, en las listas de candidatos pasadas, se colocaba a un profesional cuya carrera era imposible de desacreditar cuando se comparaba con los otros candidato, pero esta persona no solo estaba ahí, puestecita en la lista, por su increíble trayectoria profesional sino porque era amiguito o familiar del presidente y justamente estas relaciones personales les permitían, tanto al presidente como al postulado, tener beneficios y esto se ve en la mayoría de procesos políticos en la mayoría de países que practican la democracia, casi siempre estamos bajo mandatos que se tejen por redes que favorecen a un grupo limitado de personas que se encargan de gobernarnos y cuando se comienza a profundizar en las personas que forman parte de los mandatos gubernamentales, se comienzan a organizar una especie de lazos personales entre ellos comprobando que las personas que se encuentran en el poder no siempre están allí por sus capacidades para cumplir con el cargo sino porque su puesto está arreglado con el fin de generar beneficios para sí. Lo anterior, considero que sienta las bases de la corrupción y el hecho de que por primera vez exista una lista de postuladas que cuentan con trayectorias igual de meritorias y tiene las mismas capacidades y posibilidades de estar al frente de la fiscalía, sienta una base sólida para que esa red corrupta, que lleva años dirigiéndonos, sea rota.
Con la terna presentada por Gustavo Petro se observa que ha llegado el gobierno del cambio, el hecho de que esta terna sea integrada por tres mujeres es parte importante de la política colombiana, además pone en la mesa la intención de alejar la corrupción de la fiscalía, con mujeres aptas para el puesto Colombia puede confiar en quien esté en el mismo. El artículo nos recuerda a las ternas de presidencias anteriores, punto importante para entender la expuesta por el presidente Petro, frente a una gran diferencia con sus antecesores que en la mayoría uno de sus integrantes era conocido del presidente, cosa que podía no generar mucha confianza sobre las intenciones del puesto
Es interesante observar la perspectiva de cambio que representa la terna presentada por Gustavo Petro, especialmente al incluir a tres mujeres. La diversidad en la elección de candidatos puede ser un indicador de una intención de transparencia y alejamiento de prácticas anteriores asociadas a la corrupción. La comparación con ternas de presidencias anteriores destaca diferencias significativas y subraya la noción de cambio que Petro busca transmitir en la selección para la fiscalía.
Es interesante observar la perspectiva de cambio que representa la terna presentada por Gustavo Petro, especialmente al incluir a tres mujeres. La diversidad en la elección de candidatos puede ser un indicador de una intención de transparencia y alejamiento de prácticas anteriores asociadas a la corrupción. La comparación con ternas de presidencias anteriores destaca diferencias significativas y subraya la noción de cambio que Petro busca transmitir en la selección para la fiscalía.
Quedan un sin sabor al pensar que ese cargo sea elegido por el presidente. No creo viable que la eleccion del fiscal sea realizada en su primer filtro (ternar) por el presidente, no genera confianza ni transparencia aparente que el sea el encargado de tan importante primer filtro.
El realizar esa elección deja muchas dudas y cosas en aire para la oposicion. En poca palabras no creo sano, viable y sobre todo confiable dejar esa responsabilidad en manos del presidente de la República.
Excelente articulo