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El fenómeno El Niño (2023-2024)

Escrito por Óscar Mesa

El fenómeno El Niño es una realidad que se agrava con el calentamiento global. El panorama es desalentador; las acciones para mitigar sus efectos son urgentes.

Óscar Mesa Sánchez*

“Hay tres cosas que ejercen una influencia constante sobre la mente de los hombres, el clima, el gobierno y la religión

Voltaire (1756).

Colombia y el Niño

Un estudio reciente estima que el impacto económico global del fenómeno El Niño entre 1982-1983 y 1997-1998 fue respectivamente de 4.1 billones y 5.7 billones de dólares.

Esas pérdidas se distribuyen por países de acuerdo con la incidencia climática. Por supuesto, Colombia está entre los más afectados.

El Niño se define como un evento cálido que surge cuando el promedio móvil de las anomalías de temperatura en la región 3.4 Ni del Pacífico tropical está por encima de los 0,5C por tres meses consecutivos.

La reducción de las lluvias, ríos y quebradas, sumado al aumento de la temperatura, ha afectado a la agricultura, la ganadería, la hidroelectricidad, la salud, la navegación fluvial y la calidad del aire en las ciudades. Este problema se refleja en los precios de los productos que encontramos en los supermercados.

Viene malos tiempos

Por desgracia, de acuerdo con todos los modelos de predicción, las condiciones son propicias para que la situación empeore.

Agencias internacionales como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) afirman que hay una alta probabilidad de que el fenómeno del Niño se presente a partir de julio. El Niño se define como un evento cálido que surge cuando el promedio móvil de las anomalías de temperatura en la región 3.4 Ni del Pacífico tropical está por encima de los 0,5°C por tres meses consecutivos.

Vale la pena señalar que venimos de una Niña (condiciones más frías) que duró hasta el pasado mes de abril. Por esta razón, el Niño empezaría apenas en julio, sin importar que la temperatura actual ya supera los límites establecidos. Una razón básica es que por debajo de la superficie hay calentamiento que va a aflorar en los próximos meses.

Como se ha insistido en otras ocasiones, se ha avanzado significativamente en el estudio del fenómeno del Niño gracias a la información que proviene de satélites, barcos, boyas y estaciones en tierra y mar. Aunque todavía hay mucho por recorrer, los modelos han progresado.

El calentamiento global y el Niño

El Niño es un evento macro climático que ocurre de manera irregular una vez cada cuatro años. Su duración aproximada es de un año. Comienza en abril y tiene su punto más alto entre diciembre y enero.

Todavía hay discusión sobre el efecto del calentamiento global en la frecuencia, intensidad y duración de los eventos asociados con el fenómeno El Niño. Es evidente que, al igual que el resto del planeta, el Pacífico tropical se está calentando más rápido en el este que en el oeste. Al mismo tiempo, el cambio en la estructura vertical está aumentando la estratificación. Ambos factores son las principales causas de este problema.

Una publicación reciente muestra que la variabilidad ha aumentado, lo cual implica una tendencia hacia eventos más intensos en el este, sobre todo en la costa suramericana. De igual forma, el número de problemas vinculados a La Niña por el enfriamiento del centro aumentarían. Por ejemplo, si se parten los datos en dos tramos de 60 años, los cambios entre 1900-1960 y 1960-2020 son: El Niño muy intenso en el este (2 a 4 Ni), La Niña muy intensa en el centro (1 a 9 Ni) y El Niño muy fuerte en el centro (11 a 14 Ni).

Sin embargo, otros análisis muestran que la probabilidad de que ocurra El Niño en la región central es la que más ha aumentado. Como El Niño hace que el ritmo de aumento de la temperatura global sea mayor, para el 2023 se teme que el calentamiento llegue a 1,5°C. En 2015, en París durante el COP 21, la anterior cifra se estableció como el parangón máximo para buscar urgentes medidas de mitigación.

Algunas recomendaciones

Hidroelectricidad. Los racionamientos en 1977, 1980, 1981-1983 y 1992-1993 ocurrieron cuando el gobierno de turno tuvo que lidiar con las consecuencias del fenómeno El Niño. Durante el gobierno de César Gaviria, se estima una pérdida de 1600 millones de dólares, sin contar las consecuencias políticas.

En 1997-1998 se evitó el razonamiento gracias a la adopción de un sistema de competencia, la cooperación entre el sector privado y el público, una reglamentación clara, y, una serie de señales económicas adecuadas para la coyuntura (ley 143 de 1994).

Actualmente, por razones políticas, se propone volver al sistema anterior al apagón, lo cual implicaría una pérdida de 30 años de aprendizaje exitoso. Por este motivo, no se debe cambiar el modelo ni mucho menos las señales económicas que trasmiten las tarifas actuales. De igual forma, los precios de bolsa han permitido que se guarde agua en los embalses. La experiencia de 2016 sobre el manejo de la demanda debe retomarse.

Salud. Es claro que las cifras de incidencia de dengue, malaria y chikunguña aumentan paralelamente a los eventos asociados con El Niño. Hoy en día se conocen varias medidas de adaptación y mitigación como los mosquiteros.

El World Mosquito Program, la Universidad de Antioquia y la de Monash han realizado varios experimentos exitosos donde se reemplazan las poblaciones de mosquitos aedes aegypti silvestres, que transmiten dengue, zika y chikunguña, por aedes aegypti. Estos últimos portan la bacteria wolbachia, la cual les impide transmitir dichas enfermedades.

Vale la pena señalar otras medidas como el entrenamiento de personal en las zonas endémicas para toma de muestras, detección temprana y aislamiento.

Foto: Gobernación del Cauca - Durante el fenómeno del Niño los eventos de dengue, malaria, y chikunguya aumentan.

Actualmente, por razones políticas, se propone volver al sistema anterior al apagón, lo cual implicaría una pérdida de 30 años de aprendizaje exitoso.

Agricultura.  El manejo del agua es clave. Complementar con riego en zonas que tradicionalmente cuentan solo con lluvia es fundamental. Igualmente, las aguas subterráneas pueden ser la solución para algunas de las regiones más afectadas.

Otros sectores. La calidad del aire en las ciudades se empeora debido al aumento de los eventos de inversión térmica. El adecuado seguimiento y las emergencias que reduzcan la circulación de vehículos contaminantes es efectiva. Se espera que estas medidas sean más frecuentes entre febrero y marzo de 2024.

Aunque el número de huracanes en el Atlántico normalmente disminuye cuando empieza el fenómeno El Niño, en esta oportunidad el mar está muy caliente por lo que se espera una temporada con bastantes huracanes.

Las medidas de adaptación son bien conocidas. La sequía y el aumento de temperaturas normalmente aumentan los incendios forestales. Reforzar el monitoreo, el control a las quemas y los equipos de reacción oportuna con dotación adecuada serán fundamentales.

No sobra repetir que la actitud ante el riesgo debe ser propositiva. El catastrofismo y el oportunismo de los discursos políticos no contribuyen.

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