FARC y ELN: ¿se van a unir? - Razón Pública
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FARC y ELN: ¿se van a unir?

Escrito por Camilo Echandía Castilla
Las relaciones entre las Farc y el ELN no siempre han sido amistosas

Camilo EchandiaIván Márquez afirmó que el grupo disidente bajo su mando buscaría coordinar esfuerzos con el ELN, la única guerrilla que permanece activa. ¿Cómo ha sido su relación en el pasado?

Camilo Echandía Castilla*

Dos guerrillas diferentes

El crecimiento, el poderío militar y la cohesión interna que llegaron a exhibir las FARC fueron frutos del predominio de lo militar sobre lo político y del sentido de la jerarquía o el “verticalismo” del Secretariado, que no dio espacio a la deliberación.

Por su parte, el ELN ha sido una guerrilla descentralizada y con muchos grupos de poder que no siempre han estado de acuerdo con el Comando Central.

El origen de las FARC y el ELN, organizaciones guerrilleras de “primera generación”, se remonta a principios de los años sesenta.

En sus orígenes, las FARC se inscribieron en un modelo de guerrilla de partido, ya que surgieron como prolongación del Partido Comunista (PC). En su proceso de autodefensas campesinas dirigidas por el PC, tuvieron sus principales núcleos de expansión en tres zonas del país: en el suroriente, en el Magdalena Medio y en el Urabá antioqueño.

Por su parte, el ELN nació en el Magdalena Medio santandereano con un planteamiento distinto acerca de la relación entre partido y guerrilla, proponiendo la idea de que a partir del “foco” o del núcleo guerrillero se crearía una organización nacional político-militar para llevar a cabo la revolución.

Intentos de concertación

En esta primera etapa, entre los años sesenta y setenta, las dos guerrillas tuvieron una expansión muy lenta y su acción armada se circunscribió a zonas rurales apartadas.

El ELN había sido prácticamente diezmado en Anorí (Antioquia), a finales de 1973, en tanto que las FARC apenas comenzaban a recuperarse de una operación militar donde estuvieron a punto de ser aniquiladas al poco tiempo de su fundación en Marquetalia.

A principios de los años ochenta, las FARC y el ELN empezaron a lograr una notable expansión territorial. En este cambio, que comúnmente se ha atribuido al proceso de paz que intentó Belisario Betancur (1982-1986), tuvieron que ver la adopción por parte de ambas guerrillas de nuevas estrategias y la disponibilidad de recursos para llevarlas a cabo.

En septiembre de 1987 el conjunto de las guerrillas (FARC, ELN, M-19, EPL, PRT y el Quintín Lame) se presentó como un solo ejército.

En septiembre de 1987 el conjunto de las guerrillas (FARC, ELN, M-19, EPL, PRT y el Quintín Lame) se presentó como un solo ejército en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). Este propósito solo llegó a concretarse en algunas acciones armadas, puesto que sus integrantes no renunciaron a su autonomía e identidad ideológica.

Las acciones armadas conjuntas de las guerrillas empezaron a disminuir a comienzos de los noventa, lo cual demostró la pérdida de importancia de la CGSB en el campo militar.

Sumado a lo anterior, la desmovilización del M-19, el EPL, el Quintín Lame y el PRT hizo que las FARC tuvieran más fuerza frente al ELN.

El ELN se había convertido en la primera amenaza de seguridad luego del desarme de las Farc.

Foto: Defensoría del pueblo
El ELN se había convertido en la primera amenaza de seguridad luego del desarme de las Farc.

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Guerra entra las dos guerrillas

El origen de la confrontación entre el ELN y las FARC se remonta a la disolución de la CGSB, y su trasfondo es la disputa por el control territorial y por las fuentes de financiación, principalmente en Arauca.

El ELN tuvo en el departamento una presencia predominante hasta mediados de los años noventa, cuando las FARC se expandieron con el cobro de gramaje a los cultivos ilícitos —mientras que el ELN era renuente a utilizar el narcotráfico como medio de financiación—.

Pero la reducción de la influencia del ELN sobre las autoridades locales en Arauca, debida a la violencia paramilitar y a la ofensiva del Estado desde el primer gobierno Uribe (2002-2006), disminuyó la capacidad operativa del ELN e indujo al frente Domingo Laín a utilizar el narcotráfico para compensar la caída de sus ingresos.

La disputa armada entre el ELN y las FARC, centrada principalmente en Tame, Saravena y Arauquita, se intensificó a partir de la desmovilización de las autodefensas, entre finales de 2005 y mediados de 2010. El motivo detrás de los enfrentamientos fue el propósito de las FARC de quedarse con el control de la frontera con Venezuela para el tráfico de droga y otros insumos.

Es importante señalar que el tráfico de drogas se ha facilitado desde Arauca por el carácter fronterizo del departamento. Desde hace mucho tiempo se ha dado un flujo de actividades económicas ilegales entre Colombia y Venezuela, como el contrabando de gasolina, armas, municiones y explosivos.

La intensa competencia entre las FARC y el ELN por el control del narcotráfico y la frontera se tradujo en asesinatos selectivos, masacres de pobladores y miembros de organizaciones sociales que fueron percibidos como simpatizantes o colaboradores de la guerrilla enemiga.

El desplazamiento de campesinos fue otra consecuencia de la confrontación entre el frente X de las FARC y el frente Domingo Laín del ELN, sin que fuera posible establecer la responsabilidad de cada uno de ellos. Los corredores utilizados por estos grupos fueron sembrados con minas, de modo que aumentó el número de víctimas por causa de estos artefactos.

La confrontación entre las dos guerrillas, que alcanzó su punto máximo en 2007, traspasó la frontera y entraron a disputarse parte del territorio venezolano sobre el Alto Apure. Si bien las FARC hicieron presencia en Venezuela desde los años ochenta, el corredor había sido utilizado únicamente como zona de descanso sin acciones armadas. Pero como las FARC se habían debilitado en el Piedemonte por los enfrentamientos con el ELN, sus integrantes se desplazaron hacia el Estado de Apure.

Intento de entendimiento

En este contexto las FARC empiezan a gestionar un acuerdo con el ELN conocido como “No más confrontación entre revolucionarios”, que en agosto de 2010 puso fin a los enfrentamientos y delimitó una “línea imaginaria” que dividió en dos el departamento de Arauca.

Dicho acuerdo estableció la presencia del ELN en los municipios de Saravena, Fortul, Arauquita y Arauca en el norte, mientras que a las FARC les correspondió la zona sur comprendida por los municipios de Tame, Puerto Rondón, el sur de Arauca y Cravo Norte. Este acuerdo puso fin al enfrentamiento en Arauca, como también en Cauca y en Nariño, donde la lucha entre el ELN y las FARC había comenzado tres años antes.

De esta manera las dos guerrillas optaron por pactos de no agresión o por alianzas esporádicas para minimizar su desgaste militar y financiero.

Iván Márquez y El Paisa aún haciendo parte del proceso de paz.

Foto: Facebook Iván Márquez
Iván Márquez y El Paisa aún haciendo parte del proceso de paz.

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Dos procesos de paz

Las grandes diferencias entre las FARC y el ELN también se manifestaron en las negociaciones adelantadas con el gobierno Santos.

Aunque el ELN presionó para ingresar al proceso, sus líderes se empeñaron en una negociación sin condiciones, mientras que las FARC accedieron a cumplir protocolos y reglas específicas para dar comienzo a las conversaciones.

Así mismo, se vio un claro contraste con el proceso de La Habana, por la gran imprecisión del ELN en los temas de la agenda y por su resistencia a entablar negociaciones directas con el Gobierno, insistiendo en que estas deben contar con la participación de la sociedad.

La confrontación entre las dos guerrillas, que alcanzó su punto máximo en 2007, traspasó la frontera.

La desmovilización de las FARC propició el reacomodo del ELN y otros actores armados en los territorios donde aquella guerrilla tuvo presencia.

En el Catatumbo se agudizó el enfrentamiento que protagonizan el ELN y el EPL desde comienzos de 2018 por el control de los cultivos de coca en expansión. Este enfrentamiento comenzó a perfilarse como la principal amenaza para la reintegración social y política de los integrantes de las FARC. Entre los hechos violentos se destaca la masacre ocurrida en julio de 2018 tras haber señalado a algunos desmovilizados de las FARC de estar organizando en El Tarra una disidencia del Frente 33.

En medio del proceso de reintegración de las FARC, el ELN ha estado inclinado a limitar la influencia poítica del partido surgido del Acuerdo de Paz en Arauca, Boyacá y Casanare, así como en el Bajo Cauca antioqueño y el sur de Bolívar.

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Esta conducta contrasta con la situación en territorios de incursión relativamente reciente del ELN, donde su influencia sobre la población y capacidad para incidir en el comportamiento electoral son muy reducidas.

Teniendo en cuenta la gran cantidad de incompatibilidades acumuladas a lo largo de la historia de las dos guerrillas alrededor de sus liderazgos, identidad política, territorialidad y recursos económicos, no parece factible que ahora se logre establecer una coordinación entre el ELN y el grupo disidente de las FARC liderado por Iván Márquez.

* Economista y profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia. Es actualmente investigador del CIPE de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.

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