La ley que obliga a etiquetar los productos ultraprocesados ya está en marcha. ¿Cómo ha sido su ejecución y qué falta por incluir?
Carolina Piñeros Ospina*
La Ley Comida Chatarra
En 2021 fue expedida la #LeyComidaChatarra o Ley 2120. Esta ley promueve entornos alimentarios saludables, garantizando el derecho fundamental a la salud especialmente de niñas, niños y adolescentes. Con ello, se quieren prevenir enfermedades no transmisibles (ENT), mediante el acceso a información clara, visible, idónea y suficiente sobre los componentes de los productos comestibles y bebibles ultraprocesados (PCBU).
La Ley dispone que el Ministerio de Salud reglamente el etiquetado frontal de advertencia en los productos que así lo requieran a partir de evidencia científica que esté libre de conflictos de interés, es decir de estudios no financiados por la industria de los PCBU.
Gracias a la presión ejercida por diferentes organizaciones de la sociedad civil y la academia sin conflicto de interés, más de un año después de la aprobación de la #LeyComidaChatarra, el MinSalud expidió la Resolución 2492 de 2022, que modifica los artículos 2, 3, 16, 25, 32, 37 y 40 de la Resolución 810 de 2021, y establece que los PCBUs deben tener el etiquetado frontal de advertencia octagonal como la evidencia científica sin conflicto de interés recomienda.
el uso de herramientas como el etiquetado frontal de advertencia se encuentra relacionado con elecciones más saludables por parte de los consumidores
La Resolución 2492 de 2022 empezó a regir el 14 de junio de 2023. Entre sus consideraciones figura la de que los productores que no solicitaron plazo al INVIMA para agotar las existencias de los empaques de PCBU con sellos circulares establecido en la resolución anterior, deben tener el etiquetado frontal de advertencia octagonal con el texto “Exceso en: grasas saturadas, grasas trans, sodio, azúcares y/o contiene edulcorantes”.
Incumplimientos y veeduría
Desde la sociedad civil se ha venido haciendo seguimiento al cumplimiento de esta norma y se han identificado algunas irregularidades e incumplimientos como:
- Bebidas ultraprocesadas endulzadas sin ningún tipo de etiquetado, ni el circular, ni el octogonal;
- Etiquetado ubicado en las neveras y estanterías de los establecimientos comerciales, pero no en los productos como lo establece la norma;
- Productos con etiquetado octagonal pero con declaraciones nutricionales o de salud, lo cual infringe lo establecido en la Resolución 2492 de 2022;
- Productos médicos con etiquetado frontal de advertencia, aun cuando estos están exentos del marco vigente.
En agosto de 2023, Red PaPaz presentó una queja al INVIMA con evidencia de que en algunos supermercados de Bogotá se estaban ofreciendo productos de Coca Cola y Postobón sin etiquetado. Esta queja exige al INVIMA ejercer sus funciones de inspección, vigilancia y control de la mano de la Secretaría de Salud de Bogotá para garantizar el cumplimiento de la norma vigente.
Asimismo, Red PaPaz viene adelantando una movilización social a través de No Comas Más Mentiras con el fin de que la ciudadanía le envíe un correo electrónico al INVIMA exigiendo el efectivo y adecuado uso del etiquetado frontal octagonal de advertencia.
Las organizaciones de la sociedad civil seguiremos recolectando evidencias de incumplimiento e irregularidades y las haremos llegar a las entidades competentes en aras de asegurar la adecuada ejecución de la medida e informar a la ciudadanía sobre los resultados de este proceso y la importancia de su cuidado.
Avances y faltantes
El etiquetado frontal de advertencia es apenas una de las cuatro políticas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir los alarmantes niveles de obesidad en el mundo. Esta organización hace también un llamado a los Estados para promover ambientes escolares libres de productos ultraprocesados, a regular toda clase de marketing de estos productos dirigidos a niñas, niños y adolescentes y promover impuestos a los productos ultraprocesados como medida para reducir su consumo.
Para el caso de Colombia, desde el año pasado, se logró la incorporación de impuestos a bebidas ultraprocesadas azucaradas y comestibles ultraprocesados. Aunque hay oportunidades de mejora, esta medida representa un logro en materia de salud pública nacional. Estos #ImpuestosSaludables empiezan a regir a partir del 1 de noviembre de 2023. Como en el caso del etiquetado frontal de advertencia, la sociedad civil ya está haciendo seguimiento a su efectiva y adecuada ejecución e invitan a la ciudadanía a que se apropien de este logro y del seguimiento a su puesta en marcha.
Con la #LeyComidaChatarra y su marco reglamentario, así como con los #ImpuestosSaludables aprobados en la más reciente Reforma Tributaria, Colombia avanza en la garantía del derecho humano a la alimentación y nutrición adecuadas de niñas, niños y adolescentes. El país se suma a México, Perú, Chile, Brasil, Uruguay y Argentina, que ya cuentan con etiquetado frontal de advertencia como política obligatoria.

Las instituciones educativas oficiales y no oficiales, así como los servicios de atención integral a la primera infancia, deben garantizar el acceso a alimentos naturales en reemplazo gradual de los productos comestibles y bebibles ultraprocesados.
Según Mora y Pinzón, la evidencia libre de conflicto de interés establece que el uso de herramientas como el etiquetado frontal de advertencia se encuentra relacionado con elecciones más saludables por parte de los consumidores, quienes cada vez son más conscientes sobre la importancia del consumo de alimentos reales y naturales.
Con los #ImpuestosSaludables, Colombia también se suma a más de 73 países que ya gravaron las bebidas ultraprocesadas azucaradas y tuvieron resultados favorables. Por ejemplo, en México, la probabilidad de consumo de estas bebidas disminuyó en un 8,3 %. En Boulder, Estados Unidos, los recursos de los impuestos se destinan para promocionar la salud y prevenir enfermedades no transmisibles. En Washington, los ingresos se usan para promover el acceso a alimentos reales y naturales para los hogares de bajos ingresos.
Mientras estos logros se cuidan y se asegura su efectiva y adecuada ejecución, la sociedad civil seguirá trabajando de la mano con la academia sin conflicto de interés para que Colombia avance en la creación de ambientes alimentarios saludables que permitan a niñas, niños y adolescentes recibir una alimentación adecuada.
Las instituciones educativas oficiales y no oficiales, así como los servicios de atención integral a la primera infancia, deben garantizar el acceso a alimentos naturales en reemplazo gradual de los productos comestibles y bebibles ultraprocesados. Cartagena y Bolívar son las únicas entidades territoriales del país que cuentan con una política pública de ambientes escolares alimentarios saludables. Necesitamos extender esta medida a todos los territorios del país.
Por otra parte, la sociedad civil seguirá abogando por la regulación de la publicidad, promoción y patrocinio de los PCBU dirigidos a niñas, niños y adolescentes. Estudios sin conflicto de interés señalan que esta población tiene una interpretación literal de la publicidad que puede incentivar el consumo de PCBU al pensar que son ricos, sanos o naturales debido al diseño de los empaques y su publicidad.
De esa forma, se influye en la elección de opciones no saludables y que contribuyen de forma significativa al aumento de las tasas de obesidad infantil en el mundo. En este sentido, debemos avanzar de manera urgente para lograr la integralidad de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para aportar a la salud pública en Colombia. El camino por recorrer aún es largo.
37 Comentarios
La implementación de la Ley Comida Chatarra, opino que es un paso importante hacia la promoción de hábitos alimentarios más saludables, especialmente, como se menciona en el artículo, para los niños y adolescentes, pues por medio de esta ley ellos o sus acudientes pueden tomar decisiones más informadas sobre su alimentación. Sin embargo, es preocupante saber que ha habido incumplimientos e irregularidades en la implementación de dicha ley, pues demuestra el desinterés por parte de algunas empresas y la prioridad que establecen en la venta de sus productos sobre la salud de los colombianos. Por otro lado, me parece alentador que Colombia se esté sumando a la implementación de estas leyes que buscan disminuir la probabilidad de desarrollar enfermedades no transmisibles (ENT) en sus ciudadanos, ya que más allá de cuidar nuestra salud, en términos de gasto público estas enfermedades acarrean una parte importante del presupuesto y afectan a la población económicamente activa.
La Ley de la Comida Chatarra me parece un buen paso para que la gente pueda ver con mas claridad que estan por consumir, no obstante, esto no significa que la gente mejore sus habitos alimenticios de la noche a la mañana ya que hay productos que contienen aditivos o hay algunos que independientemente de lo que digan expertos en salud o las advertencias, no dejaran de consumirlos.
Las empresas que hacen caso omiso a poner estas claras advertencias al frente de los empaques puede dar a entender que los «alimentos» que hacen en sus fabricas tienen muchas sustancias que son dañinas para la salud del consumidor, por ende, si el consumidor no sabe de que esta hecho el producto que esta consumiendo no puede tener por lo menos, una idea de lo que esta comiendo.
Aunque Colombia está avanzando significativamente con esta ley, su cumplimiento total aún presenta desafíos. Considero prioritario enfocarse en concientizar a los padres, promover información nutricional crucial y enseñar la importancia de comprender las etiquetas. Sin un conocimiento adecuado de los conceptos en las etiquetas y de las desventajas de ignorarlos, la efectividad de las medidas se ve reducida por parte de los consumidores.
Este tipo de estrategias que buscan mejorar la salud pública, deben ser recibidas por la comunidad de manera asertiva y consciente, no sirve de mucho las etiquetas por más simples que sean los mensajes si no se mira el paquete de la envoltura, por eso es importante tener en cuenta lo que se ingiere y buscar otras alternativas, aunque es una realidad que muchas personas no pueden buscar alternativas más saludables porque suelen son en su mayoría costosas por lo cual también es necesario crear e impulsar alternativas saludables asequibles, pero con esta ley para la comida chatarra ya se va por un buen camino, por último el impuesto que busca de laguna manera amortiguar el costo económico que genera este tipo de alimentos en la salud pública de las personas que lo van a seguir consumiendo y haciendo más caro el consumir estos alimentos.
La implementación del etiquetado frontal en productos ultraprocesados en Colombia es un avance significativo en la promoción de la salud pública y la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores. La Ley Comida Chatarra y la Resolución 2492 de 2022 representan un compromiso importante para combatir las enfermedades no transmisibles, especialmente en niños y adolescentes.
Sin embargo, las irregularidades y el incumplimiento señalados en la noticia son motivo de preocupación, ya que socavan la efectividad de estas políticas. Es esencial que las autoridades y la sociedad civil trabajen en conjunto para garantizar una implementación adecuada y la extensión de estas medidas a nivel nacional. Además, la incorporación de impuestos a bebidas y alimentos ultraprocesados es un paso adicional que puede contribuir a reducir el consumo de productos poco saludables.
La implementación del etiquetado frontal en productos ultraprocesados en Colombia es un avance significativo en la promoción de la salud pública y la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores. La Ley Comida Chatarra y la Resolución 2492 de 2022 representan un compromiso importante para combatir las enfermedades no transmisibles, especialmente en niños y adolescentes.
Sin embargo, las irregularidades y el incumplimiento señalados en la noticia son motivo de preocupación, ya que socavan la efectividad de estas políticas. Es esencial que las autoridades y la sociedad civil trabajen en conjunto para garantizar una implementación adecuada y la extensión de estas medidas a nivel nacional. Además, la incorporación de impuestos a bebidas y alimentos ultraprocesados es un paso adicional que puede contribuir a reducir el consumo de productos poco saludables.
Buen artículo, precisamente un conflicto recurrente con los estudios relacionados a la comida chatarra es que estos son financiados por las mismas empresas que los venden, el hecho de que obligatoriamente estos tengan que ser llevados a cabo por un organismo externo nos puede asegurar estudios y resultados más precisos o confiables, esperemos que esta medida sumada a los impuestos agregados puedan persuadir a las compañías de alterar sus productos para ofrecer alternativas más sanas.
Es alentador ver como actualmente se le brinda un mayor grado de importancia a factores relacionados con la salud alimenticia, pues al establecer el principio de etiquetado octagonal, se crea una mayor conciencia en la población, … o al menos, aquel es el objetivo principal de esto, que los consumidores puedan tomar decisiones informadas al momento de comprar sus alimentos y de esta manera, disminuir las ENT relacionadas con la mala nutrición.
Sin embargo, personalmente considero que falta trabajar en esta estrategia, pues muchas personas (a pesar de que el producto mantenga su etiquetado de prevención) siguen comprando debido a la desinformación de lo que significa aquella advertencia. Más allá de la problemática que existe (y exponen en el artículo) de la evasión de esta ley por parte de algunas empresas. También está presente el indiscutible problema de que aún existen consumidores que, debido a la falta de educación nutricional, desconocen el significado de los términos utilizados en las etiquetas y todo lo que esto abarca.
Es por esto, que podría plantear como posible solución, ejercer distintas campañas de educación nutricional abiertas para todo tipo de público con el objetivo de promover la consciencia de los ciudadanos al momento de elegir los productos que consumirán, garantizar el derecho a una alimentación y nutrición saludable, y de la misma manera, avanzar en la salud pública.
Si bien es alentador que en Colombia se tomen las medidas necesarias para promover una alimentación más saludable y prevenir problemas relacionados con la diabetes, obesidad y enfermedades no transmisibles, también hay que tener en cuenta las problemáticas que permanecen aún después de expedida la resolución 2492 del 2022. La falta de etiquetas en productos ultra procesados, el incumplimiento de las normativas específicas y la falta de supervisión efectiva son cuestiones que deben ser abordadas con mayo rigurosidad para garantizar la salud alimentaria de la población, especialmente niños, niñas y adolescentes.
Es importante resaltar la trascendental #LeyComidaChatarra en Colombia y cómo esta legislación busca salvaguardar la salud, especialmente la de los jóvenes, a través del etiquetado frontal de advertencia en productos ultraprocesados. Es evidente que la implementación de esta ley enfrenta desafíos y problemas de cumplimiento que deben abordarse con prontitud. Aun así, es un paso valioso hacia la concienciación sobre la calidad de los alimentos y la lucha contra enfermedades relacionadas con la alimentación, la inclusión de impuestos a productos ultraprocesados muestra un compromiso enérgico con la salud pública. Sin embargo, es fundamental que estas medidas se ejecuten de manera efectiva y constante para lograr un impacto significativo, hay que continuar desarrollando y promoviendo estas medidas y además difundiéndolas por estos métodos.
Aunque la iniciativa es buena y se valora los esfuerzos que contribuyeron a su exitosa implementación, no es certera en cierta medida. Esto puesto que alguno que otro consumidor omite el contenido nutricional o que le aportaría a su bienestar y mas allá de su etiquetado prefiere consumirlo omitiendo incluso su costo o valor monetario. Por tanto, se hace igual de necesario presionar a las industrias para que ofrecen estos productos para optimicen la calidad alimenticia de sus productos, ya sea reduciendo los índices de grasas, azúcares u otros componentes que puedan influir desfavorablemente la salud pública.
La omisión de esta ley en algunos casos puede deberse a reducción de las ventas del producto, alza en los costos de producción e incluso en intereses comerciales con la competencia o restantes de producción almacena cuya fecha de vencimiento aun sigue vigente y a modo de sacar provecho a los vacíos del control por parte del estado en sitios cuya auditoria es nula o escasa.
Muchas veces el cambio, específicamente el cambio a nivel nacional, requiere tiempo para tener un éxito rotundo o importante. Considero que la ley comida chatarra en este caso es un paso bastante importante en cuestiones de salud pública, puesto que estas comidas ultra procesadas no generan solo riesgo de obesidad, sino otras afectaciones para la salud. La aplicación del etiquetado frontal es relativamente reciente, y pensaría que es una de las causas de que afloren problemas con su implementación. Uno esperaría que, cuando se implemente el impuesto a la comida chatarra, este sea rotundo y efectivo, pero faltaría esperar cómo se va a desenvolver, y todavía faltaría aclarar las dudas como el uso que se le dará al dinero de este impuesto.
Buen texto, Este articulo refleja un esfuerzo significativo en Colombia para abordar los problemas de salud pública relacionados con la alimentación poco saludable y los productos ultra procesados. Destaca la importancia de medidas como el etiquetado frontal de advertencia y los impuestos, respaldados por evidencia científica, y enfatiza la necesidad de una colaboración continua entre el gobierno, la sociedad civil y la academia para lograr avances adicionales en la promoción de una alimentación saludable y la prevención de enfermedades relacionadas con la obesidad.
Aunque se enfoca principalmente en los aspectos positivos y las medidas tomadas para abordar el problema de la obesidad infantil y las enfermedades no transmisibles a través de la #LeyComidaChatarra en Colombia. Sin embargo, hay algunas perspectivas y cuestiones que no se abordan o se abordan de manera limitada: Impacto económico y comercial, Desafíos de implementación, Educación y conciencia, Consideraciones sociales y culturales.
Gran trabajo por parte del Gobierno colombiano, esta es una ley que en mi opinión debió haberse comentado hace décadas atrás, ya que no es secreto que con el paso del tiempo hemos sido parte de una sociedad que consume mayoritariamente productos artificiales y ultra procesados frente a los tradicionales y naturales. Pienso que esta ley nos alerta a los consumidores a ser conscientes de lo que ingresamos a nuestro organismo y si esa es su función, pero como dije antes era un problema del que teníamos que estar pendientes desde la venta de productos empaquetados y con ingredientes artificiales.
Buen resumen y crítica hacia esta ley, otro punto importante es que eduquemos desde casa para que las nuevas generaciones adopten hábitos saludables desde temprana edad, normalmente los papás (por lo menos con los que convivo) premian a sus hijos con este tipo de productos y son alimentos que se ven día a día en los hogares, ademas de que tanto el azúcar como la grasa son adictivas y los niños crecen con el pensamiento de que ese tipo de productos son buenos porque son «premios». Al principio era bastante escéptica con esta ley, no creí que fuera a funcionar pero con los datos obtenidos y las estadísticas puedo ver qué si. Los problemas citados en este artículo no son solo de Colombia hay muchos más países que no lo implementan, desde mi punto de vista una de las mejores partes de esta ley, es el impuesto generado a las empresas por la cantidad de azúcar que añadan a sus productos, debido a que se ven obligadas a bajar la cantidad de azúcares procesados y generar productos un poco más saludables.
La implementación de la Ley Comida Chatarra en Colombia, que promueve entornos alimentarios saludables y garantiza el derecho a la salud, es un paso positivo en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, especialmente entre niños y adolescentes. La regulación del etiquetado frontal de advertencia basado en evidencia científica sin conflictos de interés es esencial para empoderar a los consumidores y fomentar elecciones más saludables. Sin embargo, se han detectado incumplimientos y se necesita una vigilancia continua para asegurar su efectividad. Además, la inclusión de impuestos a productos ultraprocesados representa un avance significativo en la salud pública. A pesar de estos logros, aún hay un largo camino por recorrer para promover entornos escolares saludables y regular la publicidad dirigida a niños y adolescentes, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Es importante que la sociedad civil y la academia continúen trabajando juntas para mejorar la alimentación en Colombia.
No se convierte en una novedad una noticia mas acerca de un incumplimiento, negligencia u obviedad sobre algún tema en Colombia. Como desde hace dos años, se viene generando faltas e incumplimientos a una ley con tanta relevancia como la es «la ley de la comida chatarra». Mas allá de observar como se tuvo que generar una norma para lograr abarcar la problemática de salud publica, se trata de generar una reflexión sobre como los colombianos y colombianas dejamos fuera la educación en temas tan importantes como lo es la salud, algo tan único e individual, sobre lo cual no tenemos medidas de regulación propia y es entonces cuando el sistema interviene a establecer un orden. Si bien es critico que se vulnere la ley, por diferentes factores, también es importante resaltar que parte de la cultura acostumbrada al consumo de estos productos (altos en su contenido de sodio, azúcar, grasas saturadas ,etc) no establece un alto en el camino, no existe una queja o reclamo sobre el tema, una desapropiación que solo acaba cuando se envía una dieta, consecuente los efectos colaterales de no prestar atención a lo que se consume.
No se convierte en una novedad una noticia mas acerca de un incumplimiento, negligencia u obviedad sobre algún tema en Colombia. Como desde hace dos años, se viene generando faltas e incumplimientos a una ley con tanta relevancia como la es «la ley de la comida chatarra». Mas allá de observar como se tuvo que generar una norma para lograr abarcar la problemática de salud publica, se trata de generar una reflexión sobre como los colombianos y colombianas dejamos fuera la educación en temas tan importantes como lo es la salud, algo tan único e individual, sobre lo cual no tenemos medidas de regulación propia y es entonces cuando el sistema interviene a establecer un orden. Si bien es critico que se vulnere la ley, por diferentes factores, también es importante resaltar que parte de la cultura acostumbrada al consumo de estos productos (altos en su contenido de sodio, azúcar, grasas saturadas ,etc) no establece un alto en el camino, no existe una queja o reclamo sobre el tema, una desapropiación que solo acaba cuando se envía una dieta, consecuente los efectos colaterales de no prestar atención a lo que se consume.
Me parece increíble el avance que se ha tenido en el ámbito de la comida saludable. Aunque es cierto que la entidades reguladoras deben cumplir su rol con el seguimiento, considero que también es necesario una adecuada publicidad o diversas campañas, que orienten a los padres y a los hijos sobre que efectos puede tener esta comida en la salud de los niños.
Es muy interesante ver cómo en el marco de la salud del país se ha intentando implementar estrategias que regulen el consumo de alimentos y bebidas que podrían llegar a ser malos para la salud de los niños, niñas y adolescentes, así previniendo enfermedades de tipo alimentario; sin embargo, considero que en algunos casos hay personas que no se encuentran totalmente enteradas de las políticas a nivel nacional, y que desconocen de los conceptos que estás mismas llevan por lo que se hace caso omiso a las etiquetas. Es necesario verificar que para los productos dañinos para la salud se cumpla esta política, ya que muchas veces como consumidores creemos que al no tener alguna etiqueta un producto es más saludable que otro y esto podría llegar a ser engañoso para muchas personas. Hay que hacer un llamado al INVIMA y las empresas para que estás situaciones no se continúen realizando para que todos y todas podamos saber con claridad qué podríamos consumir que no afecte mucho a nuestra salud.
Que el gobierno implemente medidas como la Ley de Comida Chatarra se considera como un ejercicio alentador, en donde se busca cuidar la salud presente y futura de los colombianos insertando un poco de conciencia en aquellos que desconocen los ingredientes de alimentos regulares en la dieta colombiana. Dicha ley pretende asegurar de manera efectiva y buena ejecución utilizando como medio a la sociedad civil, la cual pretende trabajar junto con la academia sin conflicto de interés y con propósito de que Colombia implemente ambientes alimentarios saludables que hagan posible que niños, niñas y adolecentes reciban una alimentación completa y consiente para que en futuros cercanos su salud sea estable.
Es alentador ver cómo en Colombia se está llevando a cabo la implementación de la Ley 2120, también conocida como #LeyComidaChatarra.
Sin embargo, es preocupante que todavía se produzcan violaciones y problemas en la aplicación de este reglamento. Por ejemplo, la falta de etiquetado de algunas bebidas altamente procesadas es un problema que debe abordarse. También es importante en los negocios comerciales que las etiquetas estén colocadas correctamente. Además, es positivo que destaque la necesidad de seguir avanzando en otras medidas apoyadas por la Organización Mundial de la Salud, como crear entornos escolares libres de productos altamente procesados y regular el marketing dirigido a los jóvenes. En resumen, si bien en Colombia se están logrando avances importantes en la promoción de dietas más saludables, aún queda mucho por hacer. Es importante seguir trabajando juntos para garantizar que estas medidas se implementen de manera efectiva y beneficien la salud de todos.
Que el gobierno implemente medidas como la Ley de Comida Chatarra se considera como un ejercicio alentador, en donde se busca cuidar la salud presente y futura de los colombianos insertando un poco de conciencia en aquellos que desconocen los ingredientes de alimentos regulares en la dieta colombiana. Dicha ley pretende asegurar de manera efectiva y buena ejecución utilizando como medio a la sociedad civil, la cual pretende trabajar junto con la academia sin conflicto de interés y con propósito de que Colombia implemente ambientes alimentarios saludables que hagan posible que niños, niñas y adolecentes reciban una alimentación completa y consiente para que en futuros cercanos su salud sea estable.
La implementación de este tipo de etiquetado en los productos ultra procesados aunque parezca algo insignificante, nos ha permitido evidenciar cómo las personas ahora son un poco más conscientes de lo que consumen, y eso a su vez se refleja en la salud de los/as colombianos/as especialmente en los niños y niñas, pues es fundamental que se generen bueno hábitos alimenticios desde la niñez. Por otro lado, la implementación de impuestos a estos productos también es necesario, pues en muchos hogares, tal vez por falta de consciencia o por «practicidad» se prefiere comprar este tipo de productos, pues realmente son de fácil acceso por su oferta a precios relativamente bajos; por lo tanto con el impuesto agregado a estos, se detendrán a pensarlo bien antes de agregarlos a su canasta.
Por último, considero que aunque en primera instancia el dinero obtenido de los impuestos agregados, se tenga contemplada la posibilidad de usarlo para el beneficio de algunas comunidades, es inevitable pensar en cómo los congresistas lograrán lucrarse de esto, pues sabemos que en este país todo es negocio y lo que no difícilmente es ejecutado… así que,¿ quienes se verán más beneficiados con esta nueva reglamentación, los consumidores o quienes pretenden reducir el consumo de estos productos?…
Es alentador ver que a un año de sancionada la ley, se emitió la Resolución 2492 de 2022, que estableció una etiqueta frontal octogonal de advertencia sobre el contenido de los mismos, gracias a esta medida, se garantiza que los consumidores tengan acceso a información transparente sobre los productos que compran.
Sin embargo, es preocupante resaltar las irregularidades e incumplimientos en la implementación de esta norma, como el NO etiquetado en algunos productos o etiquetas que no cumplen con lo requerido y es necesario actuar para generar presión en el cumplimiento de estas normas. Además, es alentador ver que Colombia ha finalmente ha puesto en práctica un impuesto a los alimentos procesados según lo recomendado por la OMS. Por otro lado, a pesar de estos avances, persisten desafíos, como la necesidad de promover en las escuelas una alimentación mucho mas sana. Es fundamental seguir trabajando como sociedad para lograr una nutrición adecuada y así reducir los índices de obesidad infantil en Colombia.
El etiquetado frontal de los productos ultraprocesados es una medida importante para promover una alimentación saludable en Colombia. Los sellos de advertencia son una forma fácil y rápida de que las personas puedan identificar los productos con alto contenido de azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sodio y calorías. Esta medida puede ayudar a reducir el consumo de estos alimentos, que están asociados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas.
En los próximos meses, será importante monitorear la implementación del etiquetado frontal en Colombia para garantizar que sea efectivo en su objetivo de promover una alimentación saludable, junto con la implementación de estrategias de educación y capacitación para que los colombianos sepamos cuáles son los riesgos detrás de una mala alimentación.
Es muy importante que la ley sea cumplida ya que está nos ayuda a saber que es lo que tiene las cosas que estamos comiendo y con esto poder cuidar mejor la salud de la población en general mayormente centrado en los niños y adolescentes los cuales son los principales consumidores de estos productos y que los padres no saben lo que le están dando a sus hijos, pudiendo mejor la salud y nutrición de estos.
Debido a que es más fuerte la campaña o publicidad en pro del consumo de PCBU, hacen falta mas campañas sobre nutrición saludable. Por otro lado, es también importante ver el factor socioeconomico, ya que son las personas de más bajos recursos son quienes recurren a productos ultraprocesados debido a que son más fácil de costear, ejemplo de ellos son: los embutidos, lo enlatados, los alimentos instantáneos, etc.
Me parece de gran importancia esta ley, por que como se nombra en el articulo, la obesidad infantil o problemas de salud derivados de la una alimentación no saludable es un problema que siempre ha estado desde la llegada de los productos ultra procesados, y por ello es importante llevar un seguimiento de todos estos casos que no cumplen con esta ley, ya que están afectando a muchas personas, y con esta ley, cada persona tiene una conciencia de aquello que esta consumiendo, ya que al saber que un producto tiene edulcorantes o grasa trans ya es decisión de cada persona consumirlo o no, y con ello saber que x o y producto le puede generar un problema de salud
Promocionar la no ingesta de alimentos chatarra es una causa realmente importante para promover la salud y el bienestar. Con lo del etiquetado ahora, se les informa y posiblemente advierte a las personas sobre los efectos negativos al proporcionar información sobre el contenido de nutrientes, el tamaño de las porciones y las advertencias sobre el contenido excesivo de azúcar, grasa y sal. Como consecuencia tenemos el precaucion de las personas a la hora de digerir este tipos de alimentos con tal de prevenir enfermedades o la obesidad, lo cual patrocina a la salud en alimentos. Por el lado negativo se refleja el incumplimiento por parte de las empresas que crean y procesan estos productos, pues a estas identidades no les beneficia esta ley, aunque siguen teniendo consumidores masivos que en su mayoria son niños y adolescentes. Por esta razon, el etiquetado es realmente importante, para la promocion de la la alimentacion saludable desde la niñez.
Promocionar la no ingesta de alimentos chatarra es una causa importante para promover la salud y el bienestar. Al realizarlo se les informa y posiblemente advierte a las personas sobre los efectos negativos al proporcionar información sobre el contenido de nutrientes, el tamaño de las porciones y las advertencias sobre el contenido excesivo de azúcar, grasa y sal. Aunque con esto se promueve la salud en alimento las empresas que fabrican y procesan estos alimentos incumplen la ley debido a las perdidas que pueden generar este tipo de leyes, a pesar de los masivos consumidores de estos alimentos, que en su mayoría son niños y adolescentes. Por eso es muy importante que para contrarrestar este efecto se publicite la influencia en las elecciones alimenticias, para educar la salud desde la niñez.
Tanto La Ley de Comida Chatarra y los impuestos saludables en Colombia son medidas que pretenden combatir el problema de la obesidad, promover ambientes saludables y mejorar la salud de la población. Sin embargo, considero que estas leyes son insuficientes y no abordan de manera integral el problema.
primeramente se podría hablar sobre el impuesto a los alimentos no saludables » las bebidas ultra procesadas azucaradas» pueden ser necesario este impuesto para disminuir su consumo, pero considero que debería prohibir la venta de ciertos alimentos en lugares como colegios, parques y hospitales. También que estos impuestos puedan utilizarse para programas de educación, como también para garantizar el acceso a alimentos naturales y saludables por parte de servicio integral a primera infancia.
Por otro lado la Ley de Comida Chatarra se enfoca únicamente en regular la publicidad, pero no aborda otros aspectos importantes, como la calidad nutricional de los alimentos. creo que es importante que como le suben a los impuestos a los alimentos no saludables, deberían de bajarle a los alimentos que cumpla con los aspectos y las medidas saludables por parte de la ley Colombiana y Organización Mundial de la Salud (OMS). También seria importante que se promoviera educación sobre nutrición y hábitos saludables.
Tanto La Ley de Comida Chatarra y los impuestos saludables en Colombia son medidas que pretenden combatir el problema de la obesidad, promover ambientes saludables y mejorar la salud de la población. Sin embargo, considero que estas leyes son insuficientes y no abordan de manera integral el problema.
primeramente se podría hablar sobre el impuesto a los alimentos no saludables » las bebidas ultra procesadas azucaradas» pueden ser necesario este impuesto para disminuir su consumo, pero considero que debería prohibir la venta de ciertos alimentos en lugares como colegios, parques y hospitales. También que estos impuestos puedan utilizarse para programas de educación, como también para garantizar el acceso a alimentos naturales y saludables por parte de servicio integral a primera infancia.
Por otro lado la Ley de Comida Chatarra se enfoca únicamente en regular la publicidad, pero no aborda otros aspectos importantes, como la calidad nutricional de los alimentos. creo que es importante que como le suben a los impuestos a los alimentos no saludables, deberían de bajarle a los alimentos que cumpla con los aspectos y las medidas saludables por parte de la ley Colombiana y Organización Mundial de la Salud (OMS). También seria importante que se promoviera educación sobre nutrición y hábitos saludables.
Desde mi punto de vista la implementación de la #LeyComidaChatarra es un paso positivo hacia la promoción de entornos alimentarios saludables y la prevención de enfermedades no transmisibles en Colombia, sin embargo, también es importante garantizar la ejecución efectiva y adecuada de la ley para abordar las irregularidades e incumplimientos identificados. También es importante extender la política de ambientes escolares alimentarios saludables a todos los territorios del país incluyendo regular la publicidad, promoción y patrocinio de productos ultraprocesados dirigidos a niños y adolescentes.
El etiquetado frontal en los productos ultraprocesados en Colombia, es una implementación que, a mi opinión, mejorará en un futuro y en grandes porcentajes ciertos aspectos en cuestión de prevención de problemas de salud provenientes de la mala alimentación. Los estudios reflejan que los productos ultraprocesados causan enfermedades crónicas no transmisibles, que quizá, los márgenes en Colombia no se comparan en gran medida a los márgenes exorbitantes que reflejan otros países como lo es, a modo de ejemplo, Estados Unidos. Sin embargo, no nos quita responsabilidad de, como nación, mitigar dichos riesgos.
Y, aunque la ley es un gran avance, se hace importante complementarla con procesos de educación y sensibilización. Así mismo, se deben implementar estrategias que fomenten el deporte, buenos hábitos y estilos de vida más saludables para así lograr que no sea solo una norma que limita el consumo de productos no saludables, sino que realmente genere un cambio en la salud de los colombianos y así poder disminuir la población afectada.
Es importante que estas políticas entorno a la comida ultra procesada y chatarra existan, ya que a largo plazo lo que buscan es beneficiar la salud de los Colombianos de una y otra forma el etiquetado frontal ayuda a tener la información clara y completa de lo que nos estamos metiendo en el estomago. Por lo tanto es un efecto bola de nueve en el que la gente empieza a comer mejor, las industrias se reinventan para que sus productos sean lo mas naturales y saludables posibles y se previene enfermedades como la obesidad o la diabetes. Y los niños y jovenes al ser los consumidores principales de paquetes, dulces y bebidas azucaras son los que se ven mas afectados en su bienestar en llevar una dieta que les afecta su salud y les aporta poco a su desarrollo, por lo tanto al ir a comprar las onces de los niños los padres pueden tomar mejores decisiones con respecto a lo que debe o no debe consumir un niño o un adolescente y determinar si lo que consumen les puede traer algún riesgo.
Es importante que estas políticas entorno a la comida ultra procesada y chatarra existan, ya que a largo plazo lo que buscan es beneficiar la salud de los Colombianos de una y otra forma el etiquetado frontal ayuda a tener la información clara y completa de lo que nos estamos metiendo en el estomago. Por lo tanto es un efecto bola de nueve en el que la gente empieza a comer mejor, las industrias se reinventan para que sus productos sean lo mas naturales y saludables posibles y se previene enfermedades como la obesidad o la diabetes. Y los niños y jovenes al ser los consumidores principales de paquetes, dulces y bebidas azucaras son los que se ven mas afectados en su bienestar en llevar una dieta que les afecta su salud y les aporta poco a su desarrollo, por lo tanto al ir a comprar las onces de los niños los padres pueden tomar mejores decisiones con respecto a lo que debe o no debe consumir un niño o un adolescente y determinar si lo que consumen les puede traer algún riesgo.