Un ex presidente de ETB y experto reconocido presenta con claridad el panorama que tiene a la ciudad en ascuas: ¿qué hacer con la empresa emblemática de Bogotá? En vez de ponernos a escoger entre el “deje así” y la venta total a las carreras, hay opciones sensatas y probadas para dar el salto financiero y tecnológico sin que la ciudad pierda sus activos estratégicos.
Rafael Orduz*
Dos épocas
Todavía hay quienes se refieren a la ETB como “la Empresa de Teléfonos”. No pocos políticos, periodistas connotados, dirigentes empresariales y sindicales, y hasta cachacos nostálgicos olvidan que, desde hace rato, se trata de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá.
Más allá de las diferencias en el nombre, hay enormes contrastes entre el contexto donde la empresa operó ayer y el que la rodea hoy y, en consecuencia, entre las diferentes fórmulas para sobrevivir y crecer:
- Por un lado, su antigua condición de monopolio telefónico regional público durante largas décadas.
- Por otro lado las exigencias derivadas del entorno actual, de inverosímiles tasas de innovación tecnológica, competencia implacable, usuarios activos, exigentes e infieles, demandantes de mayores volúmenes de información. Entorno también signado por brechas de acceso originadas en la inequidad en la distribución del ingreso.
La ETB anda en ascuas, tratando de definir su futuro. Y no le faltan motivos:
A diferencia de lo que ocurría hasta mediados de los años 90 (monopolio local de telefonía), los servicios que presta ETB hoy son ofrecidos en el marco de una dura competencia. No es el caso de otros servicios públicos domiciliarios, como el agua y el alcantarillado. Nadie se imagina que la EEAB compita in situ, por ejemplo, con la empresa de acueducto de Helsinki.
ETB no sólo compite con Telmex, Telefónica o UNE, sino con Skype (hoy de Microsoft) o con alguno de los muchos oferentes de servicios de voz IP, incluyendo video-llamadas, servicios gratuitos o de muy bajo costo, que afectan sus ingresos. Amén de la destrucción del negocio de larga distancia, de lo cual ya se encargaron las compañías móviles.
Parte de un tejido vital
Los servicios que prestan empresas como ETB se enmarcan dentro de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), complejo ecosistema que incluye elementos de infraestructura y conectividad, dispositivos, equipos, software, aplicaciones y contenidos, y, por supuesto, usuarios.
En el mundo moderno, la apropiación social de las TIC es condición necesaria para fortalecer las capacidades de innovación de una ciudad, una región o un país. La competitividad de su aparato productivo, la calidad y la cobertura de la educación y, por ende, la calidad de vida de sus habitantes dependen hoy directamente del grado de penetración de las TIC. El debate acerca del futuro de ETB no puede aislarse de estos temas.
Un dilema simplista
Resultan igualmente dogmáticas las posturas que prescinden de la consideración del rol estratégico de ETB en el marco de una ciudad competitiva y de alta calidad de vida. Tanto el "deje así" (preservar la actual estructura de propiedad de la empresa) como la venta a secas carecen, por lo general, del análisis del papel estratégico de ETB en la ciudad.
La evidencia muestra ejemplos de fracasos rotundos en ambos casos:
- Se olvida, por ejemplo, que el Gobierno Nacional recibió apenas 375 millones de dólares por el 50 por ciento más una acción de la antigua Telecom, asolada por inmensos pasivos, incluyendo el pensional, que destruyeron su balance.
- Por otro lado, hay también ejemplos de monopolios u oligopolios privados depredadores, poco actualizados en la tecnología y abusivos en sus tarifas.
Embates clientelistas
La mayor parte de las empresas con las que compite ETB carecen de una Junta Directiva ampliada de políticos, candidatos, periodistas, miembros de los gobiernos distrital y nacional, cuyas opiniones sobre el particular suelen concentrarse en períodos electorales.
Algunos contribuyen a entronizar falacias o alternativas inviables. Por ejemplo, la falsa afirmación según la cual ETB está quebrada. O la de considerar que ETB sí debe realizar alianzas con empresas… que sean sólo públicas, ya sean nacionales o extranjeras, propuesta de la actual alcaldesa encargada, que pasa por alto experiencias como la alemana o la escandinava[1].
Aunque ETB aplica códigos de gobierno corporativo por exigencias de su presencia en el mercado bursátil, no está exenta de sufrir embates de clientelismo en la medida en que un alcalde negocie, por debajo de la mesa, trozos de la administración de ETB con sus aliados políticos.
Banda ancha
ETB tendrá que realizar fuertes inversiones en ampliar su infraestructura y en ofrecer servicios integrales de telecomunicaciones. Hace diez años el suscriptor promedio recibía un ancho de banda que no sobrepasaba un cuarto de mega. Hoy se ofrecen anchos de banda de dos megas en promedio. Países de alto desarrollo como Corea del Sur ofrecen a los hogares velocidades de 50 y 100 megas.
Un ejemplo doméstico del consumo del ancho de banda es el siguiente: bajar un DVD de alta calidad (aproximadamente 4 gigas) demora 35 horas en una conexión de 256 k y sólo cinco minutos en una de 100 megas.
La gente demanda anchos de banda crecientes por el auge de las redes sociales, por la capacidad de los individuos de crear comunidades de todo tipo e intervenir activamente "subiendo" e intercambiando contenidos, y por el uso de nuevas tecnologías, como la 3D (que pronto será generalizada en películas y videojuegos).
Si se añade el propósito de hacer que las pequeñas y medianas empresas bogotanas puedan articularse a cadenas globales de suministro y gestionar sus procesos mediante las TIC, así como de multiplicar su uso en salud y educación, se entenderá que la necesidad de infraestructura es enorme.
Como referencia, la Comisión Europea acordó que en 2020 el mínimo ancho de banda para cualquiera de los países miembros sea, al menos de 30 megas por suscriptor. Se calcula que el 50 por ciento de los europeos contará con anchos de banda de 100 megas y más.
Inversiones gigantescas
Las inversiones en fibra óptica de France Telecom entre 2011 y 14 ascienden a 2.000 millones de euros; las de British Telecom, a 2.500 millones de libras esterlinas[2]. ¿Y Bogotá?
ETB compite en su mercado natural con jugadores de amplios recursos de caja:
- Telefónica, con ventas cercanas a los 60 mil millones de euros en 2010, se ha convertido en el quinto operador mundial. Telefónica invertirá en infraestructura en Colombia 530 millones de dólares durante 2011[3].
- Caso similar ocurre con Telmex: “Carlos Slim invertirá US$8.300 millones en 19 países del mundo… La mayoría de fondos se enfocarán en México y Brasil. Le seguirán en importancia, las inversiones en Colombia, Perú, Argentina y Chile”, según La República del 1° de febrero de 2011.
Para formarse una idea del alcance de inversión y gastos operativos en infraestructura en ETB, en el Informe del Presidente y la Junta Directiva a la Asamblea General de 2011, se da cuenta de una erogación de 280.000 millones de pesos durante 2010 -alrededor de 156 millones de dólares- monto que corresponde, aproximadamente, al promedio anual de los últimos años.
Solidez financiera
Las cifras de ETB son positivas, a pesar del riesgo de no acceder pronto a recursos suficientes para emprender las expansiones de infraestructura requeridas y para ampliar el abanico de servicios. Los estados financieros de ETB -auditados por Deloitte- reflejan una situación sólida. Conserva la calificación AAA de parte de Fitch Ratings de Colombia por el manejo de deuda corporativa; Moody´s Investors Service y Fitch le otorgaron calificaciones internacionales de Baa3 y BBB- , calificaciones dentro la categoría superior o el célebre "Grado de Inversión".
ETB es, de lejos, el primer proveedor de internet en Bogotá, primer mercado del país: 2010 se cerró con 482 mil suscriptores, ventaja estratégica invaluable en la medida en que la conectividad a internet es la puerta de entrada a múltiples servicios de valor agregado.
Acerca del pasivo pensional, vale la pena recordar que está fondeado en un 73 por ciento -alrededor de 1 billón de pesos colombianos.
Seguir buscando aliados
No hay tiempo. En un mundo donde convergen las redes sociales, la computación en la nube y el internet móvil, los espacios de maniobra para empresas como ETB se hacen cada vez más estrechos. Ni la situación financiera del Distrito ni la propia permiten el apalancamiento de los recursos suficientes para enfrentar con éxito los retos del mercado en los próximos años.
No hay alternativa distinta de la de buscar un socio o varios socios que aporten capital y tecnología, si el propósito final es el de fortalecer a Bogotá y la región mediante una empresa sólida que ofrezca ambiciosos anchos de banda y múltiples servicios de valor agregado en plataformas de internet, con amplia capacidad para competir con éxito y para contribuir a cerrar las brechas de acceso.
Hay salidas atractivas
Quienes tomen las decisiones deben contemplar, en primer lugar, la hipótesis de que el Distrito Capital conserve una participación minoritaria en la compañía, como en los casos alemán o escandinavo. La excelente gestión de las respectivas empresas les asegura a los gobiernos el recaudo de dividendos, amén de su participación en las juntas directivas.
Colombia Móvil, creada por ETB y EPM en 2003 se vio obligada, so pena de sufrir graves pérdidas, a conseguir un socio estratégico cediendo el control de la compañía. La negociación con la sueca Millicom (marca TIGO) ha permitido la recuperación de la empresa, que comienza a repartir dividendos a Bogotá y a Medellín, representadas con voz y voto en la Junta Directiva.
Otros esquemas no son descartables. Es posible también, en principio, la participación minoritaria de un socio, como fue el caso, durante años, de Verizon en CANTV (Venezuela), que sin poseer más allá del 27 por ciento de las acciones, tuvo a su cargo la operación de la compañía. El esquema disparó la calidad y la cobertura de los servicios de telecomunicaciones en Venezuela.
Hay otros modelos posibles en la medida en que nuevos servicios -TV por internet, por ejemplo- deben irse incorporando al portafolio. Por ejemplo, la matriz puede tener mayoría del Distrito (la propiedad de las redes), en tanto que la prestación de los servicios como tal corra a cargo de unidades de negocio en las que otros socios sean dominantes.
En su momento, la decisión de invitar a inversionistas extranjeros a la Empresa de Energía de Bogotá fue criticada duramente. Hoy el modelo de separar generación y distribución, en operaciones gestionadas por el socio estratégico, ha permitido invaluables beneficios a la ciudad. En 2003, con base en el mismo modelo exitoso en que se basó posteriormente la democratización de Ecopetrol, el Alcalde dio un paso crucial al emitir acciones (cerca del 12 por ciento), transarlas en la Bolsa de Valores y orientar a ETB hacia una gestión corporativa.
Sin embargo, no es suficiente para evitar los embates de los ciclos políticos y para reunir los recursos financieros y la tecnología requeridos en el mundo de hoy.
* Economista de la Universidad de los Andes, Doctor en Economía de la Universidad de Göttingen, Alemania, viceministro de Educación (1991-1993), senador del Partido Visionario (1998-2002), presidente de ETB (2004-2008) y actual director de la Corporación Colombia Digital.
Notas de pie de página
[1] En Deutsche Telekom y Telia Sonera, los respectivos gobiernos participan accionariamente en compañías exitosas que eran antes monopolios públicos en peligro de quiebra. En cuanto a Telefónica, British Telecom y France Telecom, fueron privatizadas.
[2] Ver DigiWorld 2011, p15.
[3] Véase Telesemana.com, 14 de marzo de 2011.