
¿Erradicar el virus o aprender a convivir con él? Colombia optó por el segundo camino, y así tenemos más muertes y más daños económicos. Esta es la explicación.
Luis Jorge Hernández Flórez, M.D.*
Dos estrategias
Como la mayoría de los países del mundo, Colombia ha escogido mitigar —en vez de eliminar— el SARS-Cov-2.
En efecto: nuestras autoridades desde un comienzo han tratado de “aplanar la curva” de contagios para evitar el colapso del sistema hospitalario. Así mismo han decidido cerrar la economía cuando la ocupación de camas UCI supere el 85% —pese a que un valor por encima del 50% implica que los servicios de salud estén en riesgo de saturación—.
En contraste, la estrategia de eliminación procura mantener el contagio en áreas localizadas para cortar las cadenas de transmisión. Para lograrlo, las autoridades proceden a identificar los contagios y a aislar los contactos de manera inmediata. Esta estrategia ha sido utilizada en países como Nueva Zelanda, Japón o Australia.
Las diferencias
El Cuadro siguiente resume las principales diferencias entre la estrategia de eliminación y la de mitigación, y por eso sugiero a los interesados su lectura cuidadosa. Como se puede apreciar, estas diferencias son importantes porque implican visiones distintas de la pandemia y maneras distintas de intervenir para controlarla.
Eliminación
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Mitigación
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Se realizan tamizajes intensivos entre poblaciones que presentan alta exposición al virus, como conductores de taxis y buses, repartidores a domicilio, guardias de seguridad, vendedores, policías, bomberos, cajeros, y empleados de tiendas y supermercados. | Se realizan pruebas PCR-Antígeno en espacios públicos a quienes lo soliciten voluntariamente.
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El programa de rastreo (PRASS) funciona plenamente:
· Tamizajes diarios que no disminuyen en las fases de descenso de la pandemia. · Equipos de rastreadores en las EPS y secretarias territoriales de salud. · Residencias sanitarias para que las personas de bajos recursos puedan aislarse. |
El PRASS funciona a media marcha. | |
Se decretan cuarentenas individuales o poblacionales y aislamientos selectivos en zonas específicas (como barrios, comunas o conglomerados poblacionales). | Se decretan cuarentenas estrictas masivas, toques de queda, y medidas como el “pico y cédula”. | |
· Los brotes se identifican de manera inmediata.
· Búsquedas institucionales y comunitarias del virus. · Se cortan cadenas de transmisión comunitaria de forma temprana. |
El brote es eludido e interpretado como un fracaso de la estrategia de flexibilización o apertura. | |
Se combinan varias herramientas, como la vacunación, el autocuidado y la ventilación. | La vacunación es la principal (o la única) estrategia. | |
· La población participa activamente en la lucha contra el virus.
· El gobierno comunica el riesgo de forma constante. · Los cierres se basan en la eficacia de las intervenciones y no en el conteo diario de contagios y muertes. |
· La población sigue las órdenes del gobierno.
· Cierres, cuarentenas o toques de queda cada vez que el sistema hospitalario se acerca al colapso. |
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El principal objetivo es vivir sin el virus. | El principal objetivo es aprender a vivir con el virus.
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Si una variante está circulando en países vecinos, el gobierno supone que está circulando en su territorio y toma medidas como la exigencia de tamizaje a viajeros internacionales. | El gobierno espera a tener pruebas de que una o varias variantes circulan en el país para tomar medidas.
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Las instituciones de salud notifican los casos confirmados, los sospechosos y los probables. | Las instituciones de salud solo notifican los casos confirmados. | |
· Adopta un enfoque sindémico que entiende la pandemia como un hecho biológico y social.
· Tiene en cuenta la relación entre la COVID-19 y las enfermedades crónicas no transmisibles, así como los determinantes sociales y ambientales de la salud (pobreza, desigualdad, informalidad, falta de educación, inequidad social, contaminación del aire). |
Adopta un enfoque de riesgo que interpreta la pandemia como un hecho exclusivamente biológico.
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Se realizan estudios de efectividad de las vacunas que incluyen las ventanas clínica y serológica. | No se realizan estudios de la efectividad de las vacunas.
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· La gobernanza es horizontal y descentralizada: participan varias instituciones e incluye formas de participación ciudadana.
· Adopta el enfoque de Política Sanitaria. |
· La gobernanza es vertical y centralizada: pocas instituciones toman las decisiones y la participación ciudadana es limitada o nula.
· Adopta el enfoque de Policía Sanitaria. |
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Fuente. Elaboración Propia.
Insuficiencia del PRASS
Es posible hablar de “eliminación” cuando (a) se logra una disminución radical de la incidencia de los casos en todos los grupos, y (b) se ha establecido un sistema de vigilancia epidemiológica efectivo y estricto.
En Colombia, el Programa de Prueba, Rastreo y Aislamiento Sostenido y Sostenible (PRASS) no ha funcionado como debería. Esto se debe a la insuficiencia de los equipos de rastreo en las regiones y a la falta de estrategias de tamizaje selectivo en poblaciones con alta movilidad.
Por eso la cantidad de exámenes no ha sido suficiente para detectar e identificar los contactos de las personas infectadas. Mientras que, por ejemplo, en Chile la razón de contactos por caso siempre ha estado por encima de 3, en Colombia siempre ha estado por debajo de 2. Como Chile cuenta con “residencias sanitarias” para que las personas de pocos recursos económicos se aíslen si se contagian, la medición es mucho más precisa que en Colombia.
Además de lo anterior, el PRASS ha presentado retrasos importantes debido a que los altos índices de informalidad (alrededor del 80% en algunas ciudades de Colombia y del 60% en Bogotá) impiden que las personas que dependen de ingresos diarios como taxistas, vendedores ambulantes y mensajeros se aíslen si saben o sospechan que se han contagiado.
Contención insuficiente
La estrategia de mitigación se vale de cuarentenas masivas y toques de queda que cada vez son menos efectivo y, en ocasiones, propician aglomeraciones como en el caso de Bogotá, cuando dos horas antes del toque de queda, las estaciones de Transmilenio se llenaban aún más de lo habitual.
Mientras que la mitigación le apuesta el 100% a la vacunación, la eliminación combina la vacunación con otras estrategias como el uso de tapabocas, el distanciamiento físico y la ventilación para minimizar la transmisión del virus.

Mejor la eliminación
La estrategia de mitigación espera que el virus se manifieste para detectar casos y la de eliminación sale a buscarlo para identificar brotes tempranos y cortar las cadenas de transmisión.
Un estudio de los países de la OCDE publicado en The Lancet concluye que la estrategia de eliminación presenta mejores resultados que la de mitigación en materia de salud y economía porque permite que la vida siga con mayor normalidad.
En Colombia, el gobierno se ha basado en indicadores de colapso sanitario (como el porcentaje de ocupación de UCI) y ha insistido en la idea de que “hay que aprender a vivir con el virus”. La estrategia de mitigación adoptada por el país ha dejado más de 120.000 muertes y ha contribuido al aumento de enfermedades cardiovasculares y mentales, de la mortalidad materna y de las tasas de desnutrición en los menores de 5 años.
Si Colombia hubiera optado por eliminar el virus y no por mitigarlo, la pandemia habría dejado menos muertos y la economía y la salud mental se habrían visto menos afectadas. Solo nos resta esperar que las autoridades sean más cuidadosas en el futuro.