El debate se ha reducido a las encuestas sobre aspirantes a la alcaldía, que o no son muy confiables o no concluyen nada. En cambio se han ignorado los programas, las aspiraciones de la ciudadanía, el futuro del Concejo y el de las juntas administradoras locales.
Yency Contreras Ortiz*
Qué está en juego
El próximo 25 de Octubre será elegido el alcalde o la alcaldesa de Bogotá, el “segundo cargo más importante del país”. Por el tamaño, por los problemas actuales, por la aparente polarización que vive la ciudad, porque las fuerzas políticas nacionales parecen querer medirse en la capital, en efecto estaremos ante la “segunda elección más importante del país”.
También serán elegidos los integrantes del Concejo Distrital y los ediles de las Juntas Administradoras Locales (JAL). Estas dos autoridades ejercen funciones básicas para la ciudad:
- Según el Decreto Ley 1421 de 1993, el Concejo es la suprema autoridad del Distrito Capital y sus miembros son los encargados de ejercer el control político es decir, de vigilar la gestión de las restantes autoridades distritales.
- Las JAL son las autoridades locales más próximas (se supone) al ciudadano y la expresión más directa de la democracia local en la capital. Estas juntas se encargan de distribuir los presupuestos anuales de las localidades, que significan el 10 por ciento de los ingresos corrientes de Bogotá y que para una localidad pequeña (La Candelaria) pueden ascender a 12 mil millones de pesos, mientras que en una como Ciudad Bolívar llegan a 105 mil millones de pesos (cifras de 2014).
Competencia y desperdicio
En la contienda electoral para la Alcaldía Mayor hay un total de nueve candidatos inscritos ante la Registraduría Nacional del Estado Civil. En el caso del Concejo, se presentaron 511 candidatos para las 45 curules, en un total de 15 listas avaladas por partidos, movimientos o alianzas. Para las Juntas Administradoras Locales se inscribieron 1.961 candidatos para 184 curules en las 20 localidades. En el gráfico siguiente se resumen las filiaciones partidistas de los aspirantes a los varios cargos de elección popular:
Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
La competencia electoral es pues bastante intensa en Bogotá. Pero hay un gran desperdicio de votos. Por una parte en localidades como Suba, un candidato puede salir elegido a la JAL con alrededor de solo unos mil votos; pero por otra parte hay una gran cantidad de perdedores y- por lo mismo- de territorios o barrios dentro de la localidad que se quedan sin representación. A pesar de lo cual las JAL siguen siendo el principal escenario para el ejercicio del gobierno de proximidad.
Por otra parte las organizaciones políticas denominadas “Bogotá Adelante”, “Movimiento Libertario”, “Recuperemos Bogotá” y “Pueblo, Tierra y Futuro” presentaron candidatos a la alcaldía, pero no listas al Concejo o a las JAL. Esto confirma la falta de articulación que existe entre los partidos, los candidatos a la Alcaldía y sus bases políticas en el territorio. La práctica de conceder avales de partido por pura conveniencia o formalismo – es decir, de avales sin genuino compromiso de partido – tiende también a alimentar esta falta de articulación.
¿Encuestas de distinta calidad?
![]() Palacio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Foto: Juan Carlos Pachón |
A juzgar por la gráfica y las cifras anteriores, los bogotanos tienen una gran cantidad de opciones es decir, de propuestas alternativas, para definir de manera democrática quién debe orientar y ejercer el control sobre las políticas de la ciudad durante los próximos cuatro años.
Pero el debate público está muy lejos de esto. Las discusiones se han concentrado – o por mejor decir, se han reducido- a las encuestas. Por lo tanto sería fundamental analizar las encuestas para entender qué piensan los bogotanos, que esperan de la nueva administración, y para poder evaluar hasta dónde y de qué modos concretos los distintos candidatos podrían servir o no al interés de la ciudadanía.
La falta de articulación que existe entre los partidos, los candidatos a la Alcaldía y sus bases políticas en el territorio.
Pero resulta que las encuestas de opinión sobre aspirantes a la alcaldía de Bogotá son -para decir lo mínimo- bastante divergentes.
Comienzo pues por recordar que toda encuesta, por buena que sea, es una encuesta vale decir, una medición basada en una muestra sobre lo que dice la gente en un momento dado. La muestra puede ser representativa y sin embargo puede reportar cifras erróneas; la situación puede cambiar al otro día, y estos hechos bien pueden explicar las diferencias entre encuestas de buena calidad o realizadas en momentos sucesivos.
Como también hay que decir que las encuestas son de distinta calidad y que en el caso de las elecciones bogotanas, sus diferencias se refieren a por lo menos cuatro aspectos importantes a saber:
- El tamaño de la muestra (en el caso de DATEXCO, 800 personas; en los de IPSOS y Gallup, 600, y en el de Cifras &Conceptos, 900 personas encuestadas).
- La forma como se llevan a cabo la entrevista (personalmente o por vía telefónica).
- La estructura y el tipo de preguntas.
- Las opciones (los nombres) que se presentan a los ciudadanos.
Resultados diferentes
![]() Sesión del Concejo de Bogotá. Foto: Concejo de Bogotá |
El 6 de mayo pasado se publicó la encuesta de Gallup, sobre la base de respuestas recolectadas entre el 23 de abril y el 3 de mayo a la pregunta “Si las elecciones para Alcalde de Bogotá fueran mañana, y los candidatos fueran los que aparecen en esta tarjeta, ¿por cuál de ellos votaría usted?”. Los pre-candidatos de entonces recibieron las puntuaciones siguientes:
- Rafael Pardo: 26,8 por ciento,
- Clara López: 24,9 por ciento,
- Enrique Peñalosa: 12,3 por ciento,
- Francisco Santos: 11,0 por ciento,
- Paulo Laserna: 6,4 por ciento,
- Carlos Vicente de Roux: 2,2 por ciento,
- Hollman Morris: 1,5 por ciento,
- Voto en blanco: 15,8 por ciento.
En la misma encuesta, los principales problemas que identificaron los encuestados en la ciudad fueron la inseguridad (53,1 por ciento) y la movilidad (16,6 por ciento).
Después del 25 de julio, fecha límite para inscripción formal de las candidaturas, los bogotanos hemos visto publicar varias encuestas. El cuadro siguiente presenta los principales resultados de intención de voto:
Candidato |
Resultados Encuesta Datexco (El Tiempo y la W Radio) 23 de julio |
Resultados Encuesta Ipsos (RCN la Radio, Noticias RCN, la FM, Semana) 3 de agosto |
Resultados Encuesta Cifras & Conceptos Caracol Radio y Red + Noticias 4 de agosto |
Rafael Pardo |
22,7% |
19% |
20% |
Enrique Peñalosa |
21,7% |
30% |
19% |
Clara López |
20,4% |
14% |
21% |
Francisco Santos |
8,1% |
9% |
10% |
María Mercedes Maldonado |
0,9% |
2% |
1% |
Carlos Vicente de Roux |
1,7% |
1% |
1% |
Ricardo Arias |
1,2% |
2% |
1% |
Alex Vernot |
0,3% |
ND |
0% |
Daniel Raisbeck |
0,0% |
ND |
0% |
N/S-N/R |
8,2% |
12% |
ND |
En Blanco |
13,3% |
10% |
17% |
Ninguno |
1,5 |
1% |
ND |
Fuente: Elaboración propia sobre la base de las fichas técnicas de las encuestas: Estudio de Comportamiento pre electoral alcaldía de Bogotá, firma encuestadora Datexto Comany; Ipsos, Electoral 6 ciudades M1- Bogotá Polimétrica. Elecciones Alcaldías 2015.
Estos resultados muestran algunos indicios (no debe hablarse de tendencias porque las encuestas no son comparables) sobre la intención de voto. Muestran también que aunque las fechas de las tres mediciones fueron cercanas, los resultados de dos de las encuestas son relativamente cercanos, mientras que la otra encuesta da un ganador marcado y diferente. Pero de inmediato hay que advertir que las tres encuestadoras reconocen un margen significativo de error de muestreo en sus mediciones (DATEXCO, 3,5 por ciento; IPSOS, 4,6 por ciento; Cifras&Conceptos, 4,5 por ciento).
Las encuestas no nos dicen quién “va ganando” en Bogotá
Hablando con rigor estadístico, no es entonces posible decir quien está más cerca de la verdad. E incluso podría añadirse que las encuestas muestran una muy alta proporción de ciudadanos que votaría en blanco (entre el 10 y el 17 por ciento), que aún no sabe o que no responde (entre el 8 y 12 por ciento). Y falta además el dato de la abstención, que en las elecciones de Bogotá suele superar el 50 por ciento del censo electoral.
Dicho de una manera más sencilla: las encuestas no nos dicen quién “va ganando” en Bogotá
Pero en los temas que más preocupan a los bogotanos si se mantiene la consistencia: son los de inseguridad (49,6 por ciento en DATEXCO y 82,2 por ciento en IPSOS) y la movilidad (20,6 por ciento en DATEXCO y 57 por ciento en IPSOS).
En todo caso, debe tenerse en cuenta que las encuestas no reflejan del todo la voluntad del electorado y por lo tanto, no deben determinar u orientar el resultado final de la elección.
En ese sentido, es responsabilidad de los ciudadanos, candidatos y sus partidos o movimientos y de los medios de comunicación, así como de la academia y del sector privado, profundizar y dar a conocer información calificada sobre el balance de las políticas en la ciudad y de las propuestas de gobierno en temas trascendentales.
* Profesora del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.