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Elecciones de Bogotá: Campaña electoral en clave de drama

Escrito por Jorge Gaitán
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jorge gaitanLa intención de voto es tan difícil de medir como un suspiro y tan definitiva que podría anticipar quien dispondrá del enorme poder de veinte billones anuales y la felicidad de ocho millones de bogotanos. ¿Qué dice la línea de tendencia sobre la intención que ya se está formando en unos cinco millones de votantes? 

Jorge Gaitán Villegas *

Intención de voto, etérea y fugaz

El proceso electoral podría leerse también como un relato literario en clave dramática: planteamiento, nudo y desenlace. De hecho, cada campaña cuenta una historia de ambición, de lucha por el poder, de aspiraciones y frustraciones, historias de vida cuyos protagonistas no son personas corrientes, pero cuyo destino está fatalmente atado al capricho de miles de seres ordinarios y anónimos, que muy probablemente nunca volverán a cruzarse por su camino y que sin embargo tienen el raro poder de decidir su futuro.

Justamente esas características dramáticas terminan por apasionar durante unas breves semanas a un público normalmente pasivo, pero que de repente descubre que también puede ser protagonista y decidir, si así lo quiere: de hecho es el gran protagonista, pero solo durante breves minutos al final y en forma colectiva.

Los candidatos no tienen otro objetivo en mente que convencer, seducir, vender, dominar la voluntad de miles de individuos, atrapar en sus redes a quienes con un simple gesto a la hora señalada del día definitivo, pueden darle el triunfo o condenarlo a la derrota.

Esta incertidumbre fundamental que subyace a todo proceso de elecciones democráticas es fuente de una tensión dramática insoportable, a menos que pueda mitigarse en parte midiendo lo mejor posible la temperatura de la voluntad colectiva.

De ahí la necesidad de las encuestas. De ahí también la fragilidad de las encuestas. Suponiendo —como hipótesis de trabajo— que las firmas encuestadoras tienen el mayor interés por acertar y medir correctamente el objeto bajo observación, resulta particularmente difícil fijarlo bajo el microscopio. Su propia naturaleza es etérea y fugaz: la intención de voto, puede cambiar como cambian los sentimientos, hecha de la misma materia de los suspiros.

De ahí también la necesidad de organizar los sentimientos colectivos mediante la construcción de lealtades durables y firmes, bajo imaginarios profundamente enraizados en los valores y en las creencias: así surgieron los partidos políticos, verdaderas subculturas que fijaban la voluntad de una vez por todas.

Los movimientos son caricaturas de partidos políticos. Las firmas no comprometen. Ni siquiera la compra del voto conlleva la menor garantía. Las convicciones pueden flaquear en la intimidad del momento dramático de marcar el voto.

Ópera en tres actos

Desde esta perspectiva se podrían leer varias historias paralelas, como si fueran partituras donde la línea de tendencia de cada candidato ha ido interpretando su propia música, pero obligado a escuchar la de sus contendores. Seguramente en medio de esa cacofonía, terminarán por tomar prestados ideas y planteamientos ajenos y hasta es probable que duden de sus propias propuestas.

Invito al lector a abrir este link, para seguir la partitura en tres actos del drama protagonizado por los candidatos a la alcaldía de Bogotá, acompañados por un coro inmenso de voces silenciosas, cuyas intenciones apenas se intuyen.  

Primer Acto: El planteamiento

Desde comienzos del año, más exactamente en febrero de 2011, van entrando a escena los primeros actores: Peñalosa a gran distancia en lo alto, Galán, Parody y Luna. Petro solo aparecerá en la segunda encuesta, en abril.

A comienzos de julio ya se pueden observar movimientos todavía imprecisos: Peñalosa exhibe una línea de tendencia ligeramente en declive, pero ubicada a gran altura, alrededor del 22 por ciento. Por el contrario, Petro inicia muy abajo, hacia el 13 por ciento, pero su curva de tendencia crece rápidamente, hasta un punto entre 19 y 20 por ciento para finales de julio.

Los tres candidatos “jóvenes” muestran tendencias muy semejantes, sin superar ninguno el 11 por ciento. En agosto hace su entrada Mockus.

Los demás candidatos cumplen el rol de extras y apenas registran niveles mínimos, que sin embargo contribuyen a crear un ambiente de competencia.

Segundo Acto: El nudo

En el mes de agosto el nudo dramático llega a su mayor nivel de tensión: Mockus efectivamente ocupa un nivel estable alrededor del 13 por ciento, mientras Peñalosa desciende y prácticamente su línea de tendencia iguala a la de Petro.

Los candidatos jóvenes comienzan a desconectarse: Galán parece situarse por encima del 10 por ciento, mientras Parody se mantiene muy cerca, en torno al 9 por ciento y Luna logra moverse del 6 al 8 por ciento.

Tercer Acto: El desenlace

En septiembre ocurren varios episodios que abren paso al tercer acto, donde el desenlace final comienza a perfilarse:

  • Justo a comienzos del mes, la línea de tendencia de Petro supera por primera vez la de Peñalosa.
  • Hacia finales del mes, Mockus comienza por fin a moverse hacia arriba, impulso que lo llevará finalmente hasta algo más del 15 por ciento.
  • También hacia finales del mes también se observa en Parody un impulso ascendente que la separa definitivamente de Galán, quien ya no superará el 10 por ciento.
  • Luna alcanza su nivel máximo a fines de septiembre; de ahí en adelante su descenso será continuo.

Pero la dinámica de la intención de voto da otro giro inesperado:

  • La decisión de Mockus de abandonar su propia candidatura para apoyar la de Parody tiene un efecto sorprendente: de sus 15 puntos, solo seis se suman a Parody, quien rápidamente se ubica a un nivel de 16 por ciento.
  • Peñalosa se ve beneficiado indirectamente, pues habiéndose estabilizado ligeramente por debajo de 18 por ciento, con la salida de Mockus comienza a moverse hacia arriba hasta alcanzar el 22 por ciento, cruzando incluso brevemente la línea de tendencia de Petro.
  • Este último fluctúa alrededor también del 22 por ciento.
  • En fin, por lo menos 5 puntos de Mockus desaparecen de la escena. Tal vez alimenten el voto en blanco o sencillamente regresen al enorme coro silencioso de la abstención.

La partitura termina con Petro ubicado en el 22,8 por ciento, luego Peñalosa con 21, 2 por ciento y Parody en 16,5 por ciento. Galán quedará fijado en el 10 por ciento y Luna desciende al purgatorio del 5,5 por ciento.

Partitura de ópera en tres actos para seis voces y coro silencioso

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De clic acá para ver la gráfica con animación

Coda y final

La semana que separa esta edición de Razón Pública de la fecha fatídica del 30 de octubre es tiempo suficiente para que el coro de voces calladas se prepare para su gran final, espectacular y ensordecedor, de notas más o menos libres, más o menos claras, de una voluntad colectiva que terminará entronizando a uno de los dos protagonistas antagónicos. Nunca había sido tan necesaria una buena elección de alcalde para Bogotá.

Nunca había caído tan bajo la capital. Nunca había sido tan vacía la campaña. Nunca se había aburrido tanto el coro silencioso, esperando que llegara por fin su momento estelar.

De clic acá para ver las encuestas alcalde de Bogotá

* Ingeniero industrial, Máster en Administración Pública Internacional, Ph.D. (Cand.) en Análisis y Política Económica, Consultor especializado en Pensamiento Estratégico Aplicado y Competitividad Sistémica Comparada.

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