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El precio de los alimentos, una crisis provocada

Escrito por Darío Fajardo
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dario fajardoColombia cada vez importa una mayor proporción de los alimentos, y los precios seguirán disparados. Detrás de esto no está apenas el invierno, sino un cambio de fondo en los mercados mundiales y en el tratamiento del sector agrícola, así que en vez de resolver el problema, las medidas actuales del gobierno acabarán por agravarlo. Una explicación clara y completa de lo que está pasando con los alimentos.

Darío Fajardo Montaña *

Bonanza de importadores

La prolongación de una intensa temporada de lluvias en buena parte del país ha golpeado a muchos compatriotas, en particular a los más vulnerables. A las pérdidas de vidas, viviendas, cosechas y ganados se añaden la destrucción de vías, escuelas y otros bienes, en proporciones desconocidas hasta ahora. A finales de abril el Ministro de Agricultura señaló que cerca de un millón de hectáreas habían sido afectadas por las inundaciones, cifra impactante cuando Colombia apenas se acercaba a los cinco millones de hectáreas sembradas (una extensión que por lo demás ya se había sido alcanzada a finales de los años 1980). 

Ante la magnitud de las pérdidas, el alto funcionario admitió que sería inevitable aumentar las importaciones de alimentos. 

Los voceros empresariales por su parte han expresado opiniones predecibles: ¡la crisis es una oportunidad de inversión! Sus propuestas sin embargo no apuntan a modernizar, a recuperar y a ampliar las posibilidades productivas del país y sus localidades. Por el contrario, reclaman facilidades para aumentar las importaciones que cada vez son más costosas y más difíciles de transportar dado el estado precario de la red vial, desconociendo que el viejo latifundio y los nuevos ricos son la razón principal de nuestro atraso productivo. En consecuencia estos sectores saludan la eventual aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, como vía para aumentar las importaciones. 

Escasez mundial

Las dificultades para el abastecimiento alimentario no son exclusivas de Colombia. La inclusión de la agricultura en los acuerdos mundiales de liberalización comercial hizo que el sector pasara a ser dominado por los grandes conglomerados agroindustriales y por las entidades financieras. Esta inserción cada vez más profunda del capital fue acompañada por su creciente vulnerabilidad frente a la especulación, como se echa de ver en la incidencia de los precios del petróleo y en la re-destinación de algunos cultivos hacia la producción de combustibles. 

En 2008 y en medio de manifestaciones agudas del cambio climático, convergieron una crisis económica mundial y la más acelerada elevación de los precios agrícolas para dar pie a protestas populares en unos 30 países, en algunos de los cuales han tenido lugar o están curso grandes revueltas sociales y políticas. 

Las alzas en el precio de los alimentos han dado pie a racionamientos temporales de las ventas de arroz en Estados Unidos, a un boicot a las pastas en Italia, y a revueltas en 30 países, incluyendo Uzbekistán, Marruecos, Egipto, Yemen, Jordania, México, Haití, e Italia. Más aún: algunas de las protestas motivadas por las dificultades de acceso a alimentos básicos han llegando a producir efectos políticos, como en los casos de Túnez y de Egipto, por ahora. 

Y sin embargo llama la atención el aumento de los precios agrícolas cuando la producción mundial de alimentos ha tendido a aumentar, y en efecto lo ha hecho a una tasa mayor que del ritmo anual de crecimiento de la población [1].

Transformación del agro

La perspectiva de una escasez de alimentos en Colombia obliga a considerar el entorno y a examinar el sendero que hemos recorrido, para intentar comprender las implicaciones hacia el futuro. Para este análisis acudo a dos especialistas, Luis Llambí y Miguel A. Ruiz, cuyos estudios son consultas obligadas en la materia [2]. 

Durante la década de 1990, la superficie sembrada en Colombia – los 5 millones de hectáreas – se redujo en cerca de 16 por ciento, con una pérdida de 800 mil hectáreas. La disminución del área sembrada, particularmente de "cultivos transitorios" o de alimentos de consumo directo, debió ser compensada mediante aumentos de las importaciones. 

La reorganización en el uso de los suelos incluyó el cambio de cultivos considerados como "no competitivos" (por ejemplo, el pan coger) por aquellos calificados como "promisorios". 

Tal "relocalización de la agricultura" se ha venido extendiendo a numerosos países, en un proceso impulsado por las grandes empresas, los gobiernos y las agencias internacionales de "desarrollo". 

En efecto, luego de la crisis global de comienzos de la década de 1970, las estrategias de "liberalización comercial" se extendieron al sector agropecuario; esto condujo a replantear la proporción de las áreas dedicadas a los distintos tipos de cultivos, y benefició en especial a aquellos que requerían una mayor intensidad de capital. 

Colombia ingresó tempranamente en esta ruta y a principios de los años 1990, en medio del discurso aperturista, el gobierno Gaviria emprendió las reformas que habrían de conducir al "giro" de nuestra agricultura hacia el desabastecimiento como política

Desabastecimiento programado

Una de las primeras medidas fue desmantelar el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para convertirlo en una entidad público-privada y quitarle sus funciones de investigación y transferencia gratuita de tecnología. 

Buena parte de los recursos destinados al ICA se transfirieron al Centro Internacional de Agricultura Internacional (CIAT), una agencia de Estados Unidos dedicada a la investigación aplicada que cuenta además con el apoyo de fundaciones como la Kellogg. Así la inversión nacional pasó a cofinanciar el desarrollo de altas tecnologías. 

Otras medidas, como las "alianzas productivas" (diseñadas dizque para que ¡las grandes empresas elevaran la "competitividad" de los pequeños productores!) y el reemplazo de una ya débil reforma agraria por otra asignada al "mercado de tierras" que obviamente nunca funcionaría, hicieron que en el transcurso de un decenio, Colombia pasará de tener una agricultura con niveles de productividad aceptables (según concluyó la Misión de Estudios del Sector Agropecuario en 1990[3]) a ser un país crónicamente deficitario en materia de alimentos. 

En la misma dirección y durante los gobiernos subsiguientes, los recursos de fomento se volcaron hacia renglones que de antemano eran definidos como "competitivos", en especial los de biodiesel y etanol. Un estudio de la FAO dio la evidencia contraria: a pesar de los generosos subsidios y exenciones a los grandes productores y de la apropiación de tierras de poblaciones desplazadas, estos productos resultan ahora más costosos para el país[4]. 

La dependencia creciente de los mercados externos ha acentuado las variaciones en el precio de los alimentos, como puede apreciarse en los gráficos siguientes[5], que aluden a algunos productos de la canasta básica durante los últimos siete años (2004-2011). Las patentes y ciertos componentes importados, como decir los agroquímicos, tienen peso importante en cultivos como fríjol, papa, plátano, arroz, café, maíz y panela, así como en materias primas como el trigo en las pastas y en los forrajes en el caso del pollo. 

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El contexto internacional

Las preocupaciones planteadas tanto por movimientos populares como por parte de agencias como la FAO y el Banco Mundial, se basan en el examen frío de las tendencias mundiales de la oferta y de los precios de los bienes agrícolas. 

El aumento en el precio de los alimentos, estimado entre el 50 y el 200 por ciento, ha coincidido no solamente con los cambios climáticos, sino en particular con la reciente ola de especulación con las reservas alimenticias y con las alzas en el precio del petróleo, que encarece los insumos y además induce la reconversión de algunos cultivos. Así se puede ver en este gráfico[6]. 

Gráfico 2

Correlación entre los precios del petróleo y los alimentos

(2000-2010)

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"Producción de escaseces" 

El manejo especulativo de los alimentos o su conversión en materia prima para combustibles sustitutos del petróleo pueden verse como el resultado de haber incorporado estos productos en los acuerdos internacionales de liberalización comercial. 

Este proceso tuvo antecedentes en la posguerra cuando, en 1945, los países de Europa occidental acordaron proteger la producción y comercialización de los bienes agrícolas y pecuarios, para hacer frente a la devastación causada por el conflicto. 

Por su parte Estados Unidos adoptó las estrategias conducentes a blindar su seguridad alimentaria, proteger su producción y subsidiar generosamente a los agricultores. Esta estrategia incluyó el modelo tecnológico y económico conocido como la "revolución verde", que habría de convertirse en elemento clave de sus relaciones con los países del Tercer Mundo. 

De esta manera, Estados Unidos y Europa, al tiempo que elevaban sus barreras proteccionistas, inundaban los mercados de los países latinoamericanos, llevándolos de la autosuficiencia que habían alcanzado en los años 1960 y 1970 a la condición de importadores de alimentos. Y en el proceso se cambiaron las dietas para pasar a depender de cultivos con mayor contenido industrial, en especial cereales y oleaginosas, que hoy predominan en nuestros mercados. 

Un año tal vez peor 

De acuerdo con la FAO[7], el precios de los alimentos ha seguido aumentando durante este año: en enero "aumentó un 3,4 por ciento más que en diciembre de 2010 y fue el más alto (tanto en términos reales como nominales) desde 1990, fecha en que se comenzó a medir", con efectos contundentes en el empobrecimiento de los países periféricos, los cuales debieron aumentar sus importaciones en un 20 por ciento sobre lo pagado en 2009. 

Dentro de esta dinámica empeora la perspectiva para los países pobres, puesto que las alzas en los cereales podrán oscilar entre el 15 y el 40 por ciento, al igual que los aceites, cárnicos y lácteos, que aumentarían en las mismas proporciones. 

Y en el caso colombiano hay que añadir los efectos del invierno. 

¿Qué hacer? 

Las transformaciones políticas, económicas y técnicas de la agricultura a nivel mundial implican una mayor concentración de la propiedad, el control creciente de la oferta agrícola y de las tecnologías por capitales multinacionales, el aumento de la producción y la productividad y un mayor empobrecimiento de las poblaciones rurales. 

Estas realidades obligarían a adoptar decisiones contrarias y muy distantes de los propósitos planteados en el Plan Nacional de Desarrollo que está cerca de aprobarse: se necesitan medidas urgentes para evitar que el sector agrícola siga siendo arrasado, preservar el medio ambiente, crear nuevas y distintas condiciones para asegurar el desarrollo del campo, la soberanía alimentaria y, en general, el bienestar de los colombianos. 

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 *Cofundador de Razón Pública. Para ver el perfil del autor, haga clic aquí. 

Notas de pie de página


[1] De acuerdo con la FAO durante los últimos 20 años la producción anual de alimentos mantiene un incremento anual del 2 por ciento frente a un crecimiento de la población del 1.2 por ciento FAO (2010). Perspectivas de cosecha y situación alimentaria. Citado por Miguel A. Ruiz Acosta, La crisis agroalimentaria global y el nuevo ciclo de revueltas en la periferia mundial, (manuscrito), 2011

[2] Luis Llambí, sociólogo, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC: Proceso de globalización y sistemas agroalimentario: el reto para América Latina, en Agroalimentaria, N° 10, Caracas, junio 2000; Miguel A. Ruiz, doctorante UNAM, México: La crisis agroalimentaria global y el nuevo ciclo de revueltas en la periferia mundial (manuscrito).

[3] Ver: El Desarrollo Agropecuario en Colombia. Ministerio de Agricultura, Departamento Nacional de Planeación, Ed. Presencia, Bogotá, 1990

[4] Ver: Arturo Infante V., Santiago Tobón R., Implicaciones de las políticas públicas sobre biocombustibles en la seguridad alimentaria de países seleccionados de América Latina, FAO, Roma, 2009

[5] Gráficos elaborados por William Chavarro

[6] Tomado de Miguel A. Ruiz A., obra citada

[7] Citado por Miguel A. Ruiz.

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