El lío de Medimás y la sanción al superintendente de salud - Razón Pública
Inicio TemasEconomía y Sociedad El lío de Medimás y la sanción al superintendente de salud

El lío de Medimás y la sanción al superintendente de salud

Escrito por Iván Jaramillo
Cambio de Cafesalud a Medimás

Cambio de Cafesalud a Medimás

Ivan JaramilloEl modelo revolucionario de atención que prometió Medimás no se ha visto, pero sí las 15 mil quejas de usuarios en trámite y una sanción al Supersalud por hacerse el de la vista gorda ante la crisis. Dos cuentos muy divertidos.

Iván Jaramillo*

Una tragicomedia

El Superintendente de salud, Norman Julio Muñoz, hombre inteligente y correcto, acabó siendo sancionado por “zopenco”, como dice mi mamá, debido al desenlace tragicómico y a la torpe conducción, parecida a la metamorfosis kafkiana, que convirtió primero a SaludCoop en Cafesalud y luego en Medimás.  

Fue así como, parodiando a Carl Marx, la historia se repitió dos veces, primero como tragedia y ahora como comedia. Y como estamos en la parte de la comedia permítanme contarles dos cuentos, para explicar el porqué de la sanción al super

Cuento 1: sobre el super

Superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz
Superintendente Nacional de Salud, Norman Julio Muñoz
Foto: Procuraduría General de la Nación 

En esta semana que estaba visitando a mi señora madre en Medellín, me llegó el mensaje de Razón Publica para opinar sobre el caso del superintendente de salud, y mientras discurría alrededor del tema, le pregunté precisamente a mi mamá que es una señora muy parecida a “Tola”, en sus razonamientos:

  • ¿Qué opinás sobre la sanción al Supersalud?

y me contestó sin reparo:

  • Norman Julio se merecía eso y mucho más por zopenco, es que ese señor es muy testarudo. Oyendo al Procurador me recordó lo que decía un humorista muy famoso cuando usté estaba chiquito (refiriéndose a Verdaguer): a Norman Julio se le dijo, se le advirtió, se le recomendó, pero no quiso hacer caso de la advertencia y se la pasó por la faja….

Eso se sabía desde el principio. Que la tal Prestasalud no tenía plata para comprar a Cafesalud y menos para invertir en una nueva red de servicios (Nota del editor: Prestasalud es el consorcio que al comprar Cafesalud creó Medimás) Ahora tiene 15.000 personas quejándose por falta de citas y seguramente así lo harán los otros 6 millones de afiliados.

Estaba precisamente presente en la conversación mi tía que hace el dúo con mi mamá y se parece a “Maruja” y le pregunté:

  • Tía, ¿qué opinás de la sanción que hizo el procurador al super?

y me contestó con su dejo paisa:

  • Ese procurador tiene una carita de Niño Jesús que no puede con ella y hace cara de bravo, pero de lo único que es capaz es de poner pañitos de agua tibia, Le puso dizque tres meses de suspensión, pero eso y nada es lo mismo. El super se hace el bobo frente a Medimás que no tiene con que prestarle servicios a sus afiliados, pero si recibe 400.000 mil millones del gobierno al mes y mientras tanto los 13 dueños de Prestasalud están agarrados, de pelea entre ellos, para ver como se embolsillan la plata.   

Cuento 2: sobre el negocio

Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo
Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez
Foto: Procuraduría General de la Nación

Para explicar porque el super está metido en este lío, es necesario entender cómo se gestó la venta de Cafésalud. Y para eso mi segunda historia:

Érase una vez un señor llamado Juanchito (léase Gobierno Nacional) que quería vender su bicicleta (léase Cafesalud) y para eso se paró en una esquina con un gran aviso que decía “la vendo mínimo por 700 mil (millones de pesos, el precio base de la subasta). Al pie de Juanchito se paró un Policía (el procurador); y de casualidad que por ahí en la mañana pasó Nairo Quintana (léase Sanitas), que si sabe de bicicletas y le dijo:

  • Mira Juanchito esa bicicleta está muy vieja, esta repintada, tiene pinchadas las dos llantas y pierde mucho aire (Cafesalud perdía 13 mil millones por semana). No  obstante la cicla me interesa porque tiene un buen marco y me gustan sus caramañolas,  pero creo que solo te la puedo comprar por 270 mil (millones) sin incluir los repuestos que no me interesan (se refería a los usuarios del régimen subsidiado y a ESIMED, la empresa que administraba las 22 clínicas propias de Cafésalud).

Juanchito le contestó a Nairo:

  • ¡ni por el carajo, no te la vendo!

Nairo insistió y le mostró su billetera llena de fajos de billetes con la imagen de Carlos Lleras y otros Euros, pero Juanchito dijo:

  • ¡no y no la vendo por menos de 700 mil (millones), no la vendo para nada! y el policía apoyó la posición con un gesto de su cabeza.

Ya en la tarde paso por esa esquina “Carlitos”, alias “el marrullero”, un reciclador de basura a bordo de una “zorra” llena de bultos de papel -que eran las facturas de las IPS (hospitales, laboratorios…) presentadas a Cafésalud. Carlitos le dijo a Juanchito:

  • Mira que ya es muy tarde y nadie te va comprar esa cicla. Déjamela a mí y yo te pago el doble: tu aviso dice que el valor mínimo es 700 mil (millones), pero yo te voy a doblar ese mínimo y te voy a dar un millón cuatrocientos mil (millones). ¿Qué te parece?

Juanchito desconcertado, emocionado, pero con los ojos bien abiertos replicó:

  • ¿pero cómo me vas a pagar?

A lo que Carlitos contestó

  • Bueno aquí en mi “zorra” tengo facturas por varios cientos de millones de pesos. Sencillamente, Juanchito, tu escoges las que quieras y como las quieras.

En ese momento saltó el Policía y le dijo:

  • No Juanchito, no te vayas a dejar tumbar. Algunas de esas facturas son medio-chimbas, no están auditadas, no tienen sello de recibidas y aceptadas , muchas están duplicadas o ya se pagaron, otras son por servicios ficticios de pacientes que no existen o que no tienen derecho, sin contar la sobrefacturación con tarifas exageradas o que pertenecen a contratos que no estan liquidados, por eso cuando las vayas a cobrar esas facturas escasamente te darán la mitad de su valor ¡y eso que sería mucho!

 A Juanchito, que a veces es zopenco también, se le iluminó el bombillo y pensó:

  • Ahora entiendo por qué Carlitos me ofrece el doble por la bicicleta, es porque me va a pagar con papeles (facturas) que solo valen la mitad de su valor nominal.

No obstante Juanchito que es muy legalista no dijo nada “por falta de pruebas”.  Fue entonces cuando Carlitos “el marrullero”, viendo que se le iba a dañar el negocio, corrió hasta el siguiente semáforo y trajo a otro policía amigo suyo (el Super) para que le ayudara a cerrar el negocio. El Super intervino y dijo:

  • Juanchito, quédate tranquilo que Carlitos te va a cumplir y yo te garantizo que las facturas de Carlitos son buenas, las puedes vender (hacer factoring) y aún más, al menos la mitad de lo que te va a pagar no va en facturas o en papeles medio-chimbos sino en puros billetes de Carlos Lleras.

Finalmente Juanchito entregó su cicla y recibió de inmediato tres o cuatro bultos de facturas. Al parecer El Marrullas susurró al oído de Juanchito que con los pagos que recibiera del Gobierno (400 mil millones de pesos al mes) le iría pagando la deuda.

Lo cierto es que Carlitos se quedó con la bicicleta; no la reparó y ahora no le presta servicios a los usuarios de la cicla, pero si está cobrando mensualmente como si lo hiciera.

La conclusión

Tola y Maruja
Tola y Maruja
Foto: Alcaldía de Santiago de Cali

En un artículo reciente en Razón Publica el Ph.D. Mario Hernández Álvarez propone un gran interrogante: ¿Por qué Medimás ofreció 1,45 billones, mientras su competencia,  Sanitas, solo ofreció 270.000 millones?

Mirando bien las cifras y a  la luz de esta historia, la respuesta a la pregunta anterior es esta serie de suma y de restas:   

  1. Valor de compra ofrecido por Medimás = $1,45 billones de pesos.
  2. Menos: 450.000 millones que cuesta ESIMED, y que Sanitas no estaba interesada en comprar,
  3. Menos: 300.000 millones en facturas semi-chimbas posiblemente entregadas por Prestasalud,
  4. Menos: 430.000 millones de utilidad esperada por Sanitas en el negocio.
  5. Igual: 270.000 millones, que fue la oferta de Sanitas.

*Magister en Administración Pública del CIDE (México), fue Director Administrativo de la Asamblea Constituyente de 1991 y Secretario General del Fondo Nacional Hospitalario, consultor internacional, investigador y docente universitario.

 

Artículos Relacionados

Dejar un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Leer políticas Aceptar

Política de privacidad y cookies