¿Qué hacer con la riqueza mineral de Colombia, cuando la amenaza de cambio climático es una realidad? Ése es un dilema más de la eterna lucha entre el medio ambiente y el desarrollo económico.
Mariana Sarmiento*
Durante varios períodos históricos, Colombia ha dependido de los recursos minerales para su desarrollo. En el siglo XIX su extracción no sólo fue una fuente de riqueza, sino que también trajo tecnología, inversión, y conocimiento científico. En los años cincuenta del siglo pasado, disminuyó la participación minera en la economía del país, en gran parte por el crecimiento del sector agrícola. Sin embargo, en las últimas décadas la extracción ha recobrado fuerzas (Poveda, 2002). Se han descubierto reservas importantes de carbón que son objeto de una explotación incesante. Esto ha hecho que Colombia sea el cuarto productor de ese mineral en el mundo. El país tiene aproximadamente 7.500 millones de toneladas métricas de reservas recuperables de carbón (Administración de Información de Energía, 2010), lo que coincide con un momento en la historia del planeta donde reducir la combustión de fuentes de energía no renovables como el carbón y el petróleo es fundamental para minimizar los efectos negativos que traerá el cambio climático. Dicha situación presenta un gran desafío cuando se pretende reconciliar preocupaciones ambientales y de desarrollo sostenible, con el desarrollo económico.
La consolidación reciente en la industria minera empezó en los años ochenta con el descubrimiento de algunas de las reservas de carbón más importantes de Latinoamérica. Compañías multinacionales empezaron operaciones de explotación que llevaron a consolidar la presencia de Colombia en esa industria. En los últimos diez años, debido a los avances en materia de seguridad, al desarrollo del código minero en el 2001 y a las políticas creadas específicamente para promover la inversión extranjera en el sector minero, la producción mineral ha aumentado drásticamente (Wacaster, 2008), en un 144% en los últimos 20 años (Ministerio de Minas y Energía de Colombia, 2009).
Figura 1: Producción Mineral en Colombia – Incluye carbón, metales ferrosos y no ferrosos, metales preciosos y piedras preciosas (Ministerio de Minas y Energía de Colombia, 2009) Compilación de datos por la autora.

Colombia exporta la mayor parte de su carbón a países industrializados. En 2008, ese comercio fue valorado en US$ 4.577.8 millones de dólares, con envíos que se dirigieron principalmente a Estados Unidos, Holanda, Chile, Reino Unido y las Islas Caimán (Naciones Unidas, 2010). Vale la pena anotar que la exportación de esta última es reexportada.
Figura 2: Valor de exportaciones de Carbón en el 2008 en dólares (Naciones Unidas, 2010)

Miles de millones de toneladas: ¿inviables?
La riqueza mineral de Colombia y el aumento en la dependencia de las exportaciones de carbón, genera preguntas interesantes en un momento en el que el mundo empieza una transición hacia fuentes de energía renovables en el contexto del cambio climático para minimizar las emisiones de gases efecto invernadero.
La primera de esas preguntas es si las 7.500 millones de toneladas de reservas recuperables de carbón en Colombia serán explotadas en el futuro, y si la promesa del desarrollo que trae la extracción de carbón será una realidad. Mientras que sea más rentable producir carbón en vez de cualquier otra fuente de energía, habrá demanda. De hecho, la Administración de Información de Energía explica que los costos de producción en la mayoría de los países exportadores de carbón serán constantes en términos reales durante los próximos veinte años. Los programas de racionalización, así como la adopción de nuevas tecnologías compensarán el aumento de los costos asociados con la creación de nuevas minas subterráneas y a cielo abierto y la demanda de nueva infraestructura. Sin embargo, la viabilidad del carbón dependerá de los precios de la energía en el mundo, así como de las tasas de cambio, los impuestos y las regalías, infraestructura de transporte y tecnología, la accesibilidad de las reservas, y asuntos de seguridad (Agencia Internacional de Energía, 2006, P. 134). Teniendo en cuenta lo anterior, para Colombia es importante tener presentes los esfuerzos que hacen los países industrializados de subir los costos de consumo de combustibles fósiles, y cómo afectará la demanda de su carbón. El aumento de producción de energías renovables tomará tiempo. Sin embargo, Estados Unidos y Europa comienzan a establecer límites de emisiones de gases efecto invernadero mediante impuestos o programas de "Cap and Trade" en donde se pretende fijar límites máximos y otorgar derechos intercambiables de emisiones. Estos son asuntos que se deben considerar, especialmente cuando la mayoría de los socios comerciales de Colombia en este sector son países industrializados.
La segunda pregunta es si el discurso sobre cambio climático que Colombia maneja en esferas nacionales e internacionales puede coexistir con una economía que cada día es más dependiente de las exportaciones de carbón. A pesar de su producción, el país se sitúa en el nivel bajo respecto de emisiones de gases efecto invernadero debido a que la principal fuente de energía es la hidroelectricidad, la cual representa un 63,9% (Ministerio de Minas y Energía, 2010). De igual manera, Colombia ha sido reconocida como líder internacional en las discusiones sobre cambio climático. Hasta el momento, ha ratificado el protocolo de Kyoto; ha desarrollado dos comunicaciones nacionales sobre cambio climático; desarrolló lineamientos de política pública sobre la materia; y adoptó formalmente una política de cambio climático a través de un documento CONPES, en donde se establece la Estrategia Nacional para Servicios Ambientales y Mitigación de Cambio Climático. De otra parte, desarrolla en la actualidad tres proyectos de adaptación al cambio climático en diferentes lugares del país (IDEAM y Ministerio del Ambiente, 2008). Con respecto a proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), es cuarto en Latinoamérica y once en el resto del mundo en número de proyectos registrados ante las Naciones Unidas. En su portafolio total, Colombia tiene 146 proyectos que, según el Ministerio de Ambiente, pueden reducir la emisión de 17.3 millones de toneladas de CO2 por año. De los 146 proyectos, 52 han sido aprobados nacionalmente, 21 están registrados ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), y 7 tienen Certificado de Reducción de Emisiones de las Naciones Unidas. Los ingresos potenciales de estas reducciones han sido estimados en US $172.9 millones de dólares. (Ministerio de Ambiente Vivienda Y Desarrollo Territorial, 2010).
¿Un callejón sin salida?
Pareciera que todo lo anterior es una excelente contribución a la mitigación del cambio climático. Sin embargo, es insignificante si consideramos las 271.130 millones[1] de toneladas de emisiones de CO2, que serán producidas anualmente por la combustión de carbón colombiano. Esto es, aproximadamente, quince veces las reducciones de CO2 que los proyectos de MDL lograrán (ICF Consulting, 1999). Así las cosas, celebrar la mitigación que promueve Colombia no tiene mayor importancia cuando se compara con el efecto del uso del carbón en el panorama global. El daño que la combustión del carbón colombiano genera es mucho más que los esfuerzos de mitigación que se están realizando.
Teniendo en cuenta que países tropicales como Colombia son los más vulnerables a los efectos del cambio climático, se podría decir que el país se está autocondenando al permitir la combustión del carbón que produce. Pero, ¿está Colombia en una posición privilegiada para ser coherente con su discurso de cambio climático y reducir la producción de carbón? Esto parece ser parte del dilema clásico entre desarrollo y conservación del medio ambiente.
El carbón proporciona una serie de beneficios a corto y mediano plazo por medio de las regalías, el empleo y la inversión extranjera que genera. Sin embargo, los efectos a largo plazo serán perjudiciales, no sólo cuando se tienen en cuenta los efectos ambientales locales de la minería, sino también los efectos negativos que generará el cambio climático en el país.
Nota de pie de página
[1] Cálculos realizados por la autora basados en factores de conversación de IFC Consulting: CO2 tons 3723.95 = 1 ton de Carbón
Trabajos citados
ICF Consulting. (1999). Emissions Factors, Global Warming Potentials, Unit Conversions, Emissions, and Related Facts. Retrieved May 6, 2010, from North Carolina Department of Environment and Natural Resources: http://www.p2pays.org/ref/07/06861.pdf
IDEAM y Minambiente. (2008). Normatividad. Retrieved May 5, 2010, from Cambio Climatico: http://www.cambioclimatico.gov.co/index.html
International Energy Agency. (2006). World Energy Outlook. Paris: International Energy Agency.
Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Teritorial. (2010, May). Cambio Climatico. Retrieved May 5, 2010, from Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial: http://www.minambiente.gov.co/contenido/contenido.aspx?catID=829&conID=3046
Ministerio de Minas y Energía de Colombia. (2009, 12 31). Produccion Mineral Nacional. Retrieved April 15, 2010, from Unidad de Planeación Minero Energética UPME: http://www.upme.gov.co/generadorconsultas/Consulta_Series.aspx?idModulo=4&tipoSerie=120&Fechainicial=01/01/1990&Fechafinal=31/12/2010
Ministerio de Minas y Energy. (2010). SIEL. Retrieved May 7, 2010, from Unidad de Planeacion Minero Energetica: http://www.si3ea.gov.co/
Poveda, G. (2002). Revista Credencial: La Mineria Colonial y Republicana. Retrieved April 27, 2010, from Biblioteca Luis Angel Arango: http://www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/julio2002/lamineria.htm
U.S energy Information Administration. (2010, March). Colombia. Retrieved May 5, 2010, from U.S energy Information Administration: http://www.eia.doe.gov/cabs/Colombia/Coal.html
United Nations. (2010). Data Query. Retrieved april 15, 2010, from UN comtrade: http://comtrade.un.org/db/dqBasicQueryResults.aspx?px=HS&cc=270112&r=170&p=0&rg=2&y=2009&so=8
Wacaster, S. (2008). The Mineral Industry of Colombia. Retrieved April 10, 2010, from United States Geological Service: http://minerals.usgs.gov/minerals/pubs/country/2008/myb3-2008-co.pdf
* Politóloga de la Universidad de Tulane y Magíster en Administración y Política Ambiental de la Universidad de Yale. Consultora en políticas públicas de recursos naturales y coordinadora del proyecto Gomiam en Colombia.
@mayasar56