El 22 de abril se celebró el Día de la Tierra, ¿cuándo nació esta celebración? y ¿qué podemos hacer desde Colombia para salvar a la Tierra?
Manuel Guzmán-Hennessey*
¿Qué es el Día de la Tierra?
El Día de la Tierra es una celebración que puede parecer demasiado “abstracta”. Se nos invita a “salvar” al planeta tierra, pero ¿salvarlo de qué?, o ¿de quiénes? La respuesta es inequívoca: de las devastadoras acciones del ser humano.
Con este día, se nos invita a celebrar y a salvar el planeta donde vivimos. Las campañas suelen decirnos: ¡es necesario ir a salvar la Tierra!
Ante este imperativo, los más animosos, que están dispuestos a emprender semejante cruzada, se preguntan ¿a dónde?, pero nadie sabe decirles: ¿a los mares remotos donde navegan islas enteras de plástico?; ¿a las montañas que antes estaban cubiertas de hielo, a pesar de que nos dijeron que eran inmortales?; ¿a los ríos que ayer eran impetuosos y salvajes y que hoy son represados para que produzcan electricidad? Nadie sabe “la dirección” donde vive la Tierra para ir a salvarla.
El sociobiólogo Edward Wilson ha dicho recientemente que la manera de salvar nuestro planeta es aislar a la mitad de la población. Es decir, encerrar un territorio y dejarnos afuera. Declarar que no podemos entrar en ‘Medio Planeta’, que es como se llama su libro, mientras lo restauramos.
El orígen del Día de la Tierra
El Día de la Tierra no es asunto de Naciones Unidas, que es la experta en declarar onomásticos. Por el contrario, este día es el resultado de la moción celebratoria de un senador estadounidense, que tuvo la mala idea de hacerle caso a un amigo publicista, que era experto en rimas desabridas.
Era 1969 y como no había casi trabajo en aquella legislatura, el senador Gaylord Nelson se tomó su trabajo muy en serio e hizo un sondeo entre los suyos. ¿Qué nombre les parece que debemos ponerle a la celebración de la Tierra? ‘Día de la Tierra’ contestaron todos.
Pero como no estaba del todo convencido, y se había tomado su trabajo muy en serio, visitó a Julian Koening, el publicista.
No crean los lectores que lo que yo voy a poner enseguida es asunto de mi imaginación. Les digo que lo tomé de Wikipedia (háganme el favor de corroborarlo). Koening le respondió a Nelson lo siguiente: ¡Claro, eso rima con mi cumpleaños! ¿Y cuándo es tu cumpleaños Julián?, le preguntó Nelson. Hoy, le contestó Koening. ¿Y por qué rima? Porque Earth Day rima con Birthday. Abrió los brazos y soltó una carcajada. Pero hay más. En 1969 estaba aún caliente la Guerra Fría.
Con este día, se nos invita a celebrar y a salvar el planeta donde vivimos.
Entonces el primer Día de la Tierra coincidió con el centenario del natalicio de Lenin. Para esa fecha no se habían inventado las Fake news pero sí el FBI.
Debido a esto, la revista Times recogió versiones de algunos que acusaron a Nelson de haberse dejado engañar por los comunistas interesados en inculcar ‘ideas subversivas’ en los niños estadounidenses. Esta teoría fue apoyada, entre otros, por la organización Daughters of the American Revolution y por el propio jefe del buró de investigaciones del FBI, John Hoover.
![]() Foto: Todo es ciencia |
Sin embargo, Nelson hizo un esfuerzo para dejar claro que la celebración del Día de la Tierra se debía al fervor por las rimas consonantes de Julian Koening, y nada más.
Por eso seguiré celebrando el Día de la Tierra, el 22 de abril, aunque la Asamblea de Naciones Unidas haya declarado que el 3 de marzo es el día mundial de la naturaleza.
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¿Cuándo empezó la amenaza?
Para que la celebración del Día de la Tierra no sea demasiado abstracta, es necesario que cada uno celebre “su propia Tierra”. El “terruño”, como dice Julio Carrizosa, es el territorio cercano de los afectos y del cuidado.
Celebrar el Día de la Tierra es también reconocer la amenaza que se cierne, no solo sobre ella sino sobre la ingente cantidad de vida que soporta: los miles de animales con los que convivimos.
Cuanto más compleja es la vida, más vulnerable es. Y nuestro territorio es uno de los más complejos en el mundo.
Vuelvo a la pregunta inicial: ¿de qué y de quiénes debemos salvar a la Tierra? Evidentemente hemos modificado ya las condiciones físicas y químicas de nuestro planeta. La especie humana cargará con el “honor” histórico de haber creado el Antropoceno mediante mutaciones que han alterado el equilibrio del sistema terrestre desde los comienzos de la época holocena (11.700 años atrás).
Los investigadores J. Stoermer y P. Crutzen propusieron que el punto de inflexión de esta nueva época fuera el año 1784, cuando se inventó la máquina de vapor por el británico James Watt, y se abrió paso la Revolución Industrial y la utilización de energías fósiles.
El primer Día de la Tierra coincidió con el centenario del natalicio de Lenin.
Otros han propuesto que el punto de inflexión de este fenómeno sea 1950, debido a que desde entonces se aceleraron sus causas. Nueve límites del planeta no se deben traspasar, pero ya llevamos cinco: el clima, la alteración de la cobertura vegetal, la erosión de la biodiversidad, la desaparición de especies animales (sexta extinción de la vida en la Tierra) y la alteración de los flujos biogeoquímicos, en los que los ciclos del fósforo y el nitrógeno resultan esenciales.
Otros hablan de una hiperaceleración a partir de 1970. Otros han propuesto que el Antropoceno figure oficialmente en la lista de épocas geológicas al igual que el Holoceno o el Pleistoceno. Un Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno se ha encargado de presentar esta propuesta a la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (UICG).
Por lo tanto, no parece que el Día de la Tierra sea un día para “celebrar”. Más bien, se trata de un espacio para reclamar la urgencia de emprender, cuanto antes, una educación ambiental compleja, como la llama Carrizosa, que nos permita comprender mejor el territorio donde vivimos y actuar en defensa de la vida en el planeta.
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¿Cómo salvar la Tierra desde Colombia?
Ahora aterrizo el Día de la Tierra a la realidad de Colombia. El desafío es de todos, pero muy especialmente, de los nuevos alcaldes y gobernadores, quienes deberán adaptar sus ciudades y regiones, entre 2020 y 2030, para que sean territorios cero carbono antes de 2030.
Las universidades tienen este mismo desafío, pues deben preparar a los nuevos profesionales para que hagan la transición de la economía y de los aparatos productivos hacia sistemas sin carbono.
![]() Foto: Concejo de Bogotá |
Propongo que los actuales candidatos a alcaldes y gobernadores les cuenten a sus electores sus planes para hacer esta transición en sus municipios y regiones. Los que serán elegidos para el periodo 2020-2025 deben hacer un plan de acción climática 2020-2040.
Los que resulten elegidos para el periodo 2025-2030 deberán mejorarlo y continuarlo. Estos son algunos de los puntos que deberían contemplar. Es necesario diseñar y adoptar un plan de acción climática (para el municipio o la región) antes de 2020, alineado con el compromiso adquirido por Colombia en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 grados.
Además, debe incluirse en los planes de desarrollo y renovación urbanos el diseño de calles libres de combustibles fósiles. Para esto, los municipios y las regiones deberán comprar, únicamente, autobuses con cero emisiones a partir de 2025 y asegurar que importantes zonas de sus ciudades sean cero emisiones para 2030.
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Es necesario descarbonizar los edificios, empezando por los construidos hace más de veinte años, y actuar preventivamente frente a los edificios nuevos, mediante el diseño de políticas que garanticen que no produzcan emisiones de carbono para 2030.
Debemos reducir los residuos que se producen, al menos, en un 15 por ciento per cápita para 2030 y llevar a cabo acciones climáticas de alto impacto social que consigan beneficios ambientales, sociales, económicos y de salud, principalmente en las comunidades pobres y vulnerables.
*Profesor de la Universidad del Rosario, director general de la red latinoamericana sobre cambio climático Klimaforum Latinoamérica Network (KLN) director@laredkln.org @GuzmanHennessey