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El derecho de Shakira a cantarle a su despecho

Escrito por Ana María Ferreira
El derecho de Shakira a cantarle a su despecho

El más reciente sencillo de la cantante colombiana sobre su separación del futbolista español Piqué ha generado intensos debates en las redes sociales.

Ana María Ferreira*

La prosa, el amor y el dolor

A comienzos del siglo XX, la poeta argentina Alfonsina Storni escribió un poema de tintes feministas titulado “Tú me quieres blanca”. En este, Storni le reclama a un hombre, representante de todos los hombres, que no se atreva a pedirle que sea virgen y pura:

Tú me quieres alba,

me quieres de espumas,

me quieres de nácar.

Que sea azucena

Sobre todas, casta.

De perfume tenue.

Corola cerrada.

La poeta se siente particularmente ofendida por el hecho de que el hombre le exige castidad mientras él mismo se divierte en fiestas. Este poderoso poema refleja una realidad que, aunque fue escrito hace 100 años, sigue vigente hoy en día: las mujeres son juzgadas con unos estándares diferentes de los de los hombres.

“Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”

Los ejemplos de este doble estándar son muchos, pero la última canción de Shakira ha traído esta conversación a la mesa. Su último sencillo es una colaboración con el DJ y productor argentino Bizarrap, en el que revela que su expareja la engañó y que tanto él como la mujer con la que lo hizo no merecen su respeto. Shakira los llama por sus nombres, ‘sal-Pique’ y ‘Clara-mente’, sin dejar lugar a dudas sobre la interpretación de la canción.

Pero, además de la traición o su opinión sobre estas dos personas, la canción es una declaración de amor propio. Shakira canta frases como “Una loba como yo no está pa’ novatos” o “Yo valgo por dos de 22, cambiaste un Ferrari por un Twingo”, y aunque expresa su desprecio por las personas que la engañaron, el mensaje principal es el de una mujer que reconoce su valor y está lista para seguir adelante con su vida.

La canción no es una elaborada composición musical, pero tanto su mensaje como su pegajosa melodía, al igual que el atractivo sensacionalista de oír sobre la intimidad de la artista, impulsaron su éxito. En una hora, la canción fue reproducida tres millones de veces en YouTube y en las siguientes 14 horas, ya había sido reproducida 28 millones de veces, y varios récords en la industria musical se están rompiendo.

Críticas al sencillo… y a Shakira

Por supuesto de la mano del éxito vinieron también las críticas que le llovieron a la cantante desde varios frentes. Los seguidores de Piqué y muchas otras personas criticaron a la cantante por exponer su vida privada y por ridiculizar tan duramente al futbolista y a su nueva pareja.

Pero, además de la traición o su opinión sobre estas dos personas, la canción es una declaración de amor propio. Shakira canta frases como “Una loba como yo no está pa’ novatos” o “Yo valgo por dos de 22, cambiaste un Ferrari por un Twingo”, y aunque expresa su desprecio por las personas que la engañaron, el mensaje principal es el de una mujer que reconoce su valor y está lista para seguir adelante con su vida.

Otros la criticaron porque una mujer y una madre debe pensar, antes que nada, en su familia y sus hijos, sugiriendo que la exposición pública podría afectar a sus niños. Algunos más comentaron que no es apropiado ventilar los trapos sucios y los problemas personales en público, o incluso que Shakira debió haber sido más contenida en su dolor.

Estas críticas fueron precisamente las que me recordaron el poema de Storni, ya que en vez de criticar al hombre que engañó a la artista y que en últimas destruyó su familia, se criticó a la mujer por “hablar” abiertamente sobre el tema.

Otras críticas vinieron de grupos feministas, pues Shakira se otorga un valor material o una categoría monetaria al compararse con Clara Chía, la nueva pareja de Piqué, al decir: “Cambiaste un Rolex por un Casio”. Otros también comentaron que, al hacer una canción sobre el poder y el valor de las mujeres, no debería culpar o humillar a otra mujer, sino a penas a su compañero.

Todo lo que Shakira escribe y canta es el resultado de una mujer con un estatus internacional indiscutible. Puede que nos guste o no su música, que creamos que es demasiado comercial o incluso que su última canción es una jugada publicitaria, pero no se puede negar que ella es una de las artistas latinas más importantes. Por lo tanto, su crítica a Clara Chía la puso en una posición muy precaria.

El derecho de Shakira a cantarle a su despecho
Foto: Facebook: Shakira - Tras el éxito de la nueva canción de Shakira con Bizarrap, se ha criticado el rol de la artista como madre al argumentarse que la publicidad puede ser perjudicial para sus hijos.

Las relaciones de poder en el amor

En relación con la poca compasión que la canción tiene con Chía, es importante mencionar que entre Piqué y ella, evidentemente hay un desequilibrio de poder. Piqué además de ser mucho mayor, es un hombre famoso, reconocido y con mucho dinero, mientras que Chía es una persona muy joven, sin la experiencia de Piqué o la misma Shakira.

Además, Chía conoció al futbolista trabajando en la organización de la que él es presidente, es decir, además de ser joven era su empleada. Chía, probablemente sin entender completamente las consecuencias de sus decisiones, acabó en medio de este episodio publicitado y aunque no está exenta de culpa, su papel como una mujer joven y la subalterna de su nuevo novio es muy difícil.

Sin embargo, es importante recordar que, aunque Shakira es una mujer rica y famosa, ella también es una persona como cualquier otra, y en este momento, su compañero sentimental durante muchos años, con quien tuvo dos hijos, la engañó con una mujer más joven.

Estas críticas fueron precisamente las que me recordaron el poema de Storni, ya que en vez de criticar al hombre que engañó a la artista y que en últimas destruyó su familia, se criticó a la mujer por “hablar” abiertamente sobre el tema.

En otras palabras, como a todos nos ha pasado alguna vez en la vida, ella ha procesado sus sentimientos a través de su arte. Y la cantante misma lo menciona en su canción al monetizar su tragedia y convertir su dolor en dinero: «Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan».

Vivir el dolor libremente

La sociedad no debería pedirle a Shakira ni a ninguna mujer, especialmente a las que les han roto el corazón, como procesar su duelo. Ni pedirle, como los críticos le piden, que sufra en silencio, que tenga dignidad, que piense en la otra mujer, que piense en sus hijos, que esté por encima de sentimientos como la rabia, la frustración o la venganza. Casi que sea como la mujer del poema de Storni:

Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita

se diga mi hermana.

Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.

Desde los tiempos de nuestras abuelas y bisabuelas, las mujeres hemos obtenido muchos logros en materia de igualdad y de derechos, pero estas grandes luchas no deben limitarnos o impedirnos la libertad de explorar y vocalizar todos nuestros sentimientos, incluso si no son positivos.

Si Shakira está furiosa, si está despechada y quiere expresarse a través de su arte y su música, no deberíamos exigirle la perfección y pureza que los hombres le estaban pidiendo a las mujeres en la época de Storni. Qué bueno vivir en un mundo dónde si nos rompen el corazón podamos mandar todo a la m**a.

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