
Un líder indígena del Alto Baudó nos explica la importancia de los sabios y los saberes ancestrales para su comunidad.
Jhon Jairo Caizamo Dogirama*
La importancia de los sabios
Soy Dobida, soy hombre de río, selva y serranía y desde el vientre de mi madre aprendí a escuchar a los sabios. Estar al lado de un sabio es equivalente a analizar un libro compuesto por páginas milenarias e iconografías coloridas y sonoras que recogen los pensamientos y los conocimientos colectivos que desde siempre nos han ayudado a construir, fortalecer y proteger a la única maloca de la humanidad: la madre tierra.
La energía positiva que me caracteriza es producto de los saberes ancestrales que nos invitan a luchar por nuestro territorio. Como plantea el sabio y médico tradicional Beltrán Hachito Isabare, “nosotros vivimos y practicamos a diario los pensamientos y conocimientos ancestrales que nos han transmitido de generación en generación a través de la tradición oral, y ellos son la razón de ser y de creer en el territorio”
Los saberes ancestrales son la clave para formar a las nuevas generaciones y reivindicar a los viejos. Los sabios transmiten sus conocimientos y dejan un buen legado. Además, nos invitan a pensar colectivamente, a trabajar hombro a hombro con nuestros hermanos y a vivir como una familia universal bajo un mismo techo global. Siempre que nos sentamos en la casa comunal de las serranías del Baudó a escucharlos, aprendemos algo nuevo que nos invita a reflexionar y a actuar mejor.
Por todo esto, es importante valorar, preservar y reivindicar a los sabios y a los saberes tradicionales. Gracias a ellos, vivimos en armonía con nuestros hermanos y con el ecosistema selvático que rodea nuestro territorio. Como dice Hachito Isabare, “el territorio es lo más sagrado que existe para nosotros porque genera pensamiento, conocimiento, sabiduría y paz”.
Los sabios nos invitan a pensar colectivamente, a trabajar hombro a hombro con nuestros hermanos y a vivir como una familia universal

Un tejido común
Sabios como él, nos invitan a unirnos, y a trabajar por una causa común. En la cosmovisión embera, los líderes no dependemos de nosotros mismos, sino de la fuerza que nos brinda Ankore y de la sabiduría que nos transmiten los sabios.
Según el líder Alfredo Hachito Caizamo, la mayoría de los líderes abandonan su territorio después de recibir formación académica en la educación superior, y por eso debemos recordar que los saberes ancestrales son la base del auténtico liderazgo. Es necesario que los líderes acompañemos a nuestras comunidades, y les demos calor humano a todos nuestros hermanos.
La sabiduría ancestral es indispensable para los líderes que quieren fomentar y fortalecer el conocimiento colectivo y los lazos comunitarios. Como lo expresó el estudiante de la Institución Educativa Indígena La Playita Maicol Andrés Caizamo Forastero, “los pensamientos y conocimientos colectivos son la esencia que nos permitirá seguir reivindicando nuestra identidad, nuestra cultura y nuestro territorio”. Sin duda, nuestra cosmovisión milenaria es fundamental para compartir y aprender de forma colectiva.
Quiero terminar este texto agradeciendo a los sabios y a los médicos tradicionales que han compartido con nosotros sus conocimientos ancestrales. Sin ustedes, no tendríamos las herramientas necesarias para seguir trabajando por nuestro territorio.
los pensamientos y conocimientos colectivos son la esencia que nos permitirá seguir reivindicando nuestra identidad, nuestra cultura y nuestro territorio
Estoy convencido de que debemos insistir en la importancia del trabajo colectivo y los saberes tradicionales que nos brinda Ankore. Por eso, mi liderazgo indígena siempre buscará construir un tejido extenso y plural, como los miles de kilómetros que recorre el río Baudó desde que nace hasta que se sumerge en el océano después de haber servido para regar los campos y cocinar los alimentos.