Hay cultura tributaria, pero no hay que abusar con la reforma - Razón Pública
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Hay cultura tributaria, pero no hay que abusar con la reforma

Escrito por César Caballero
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La gente no es boba: todos pagaremos los impuestos que se vienen. Pero la carga no debe recaer apenas sobre las personas naturales.

Cesar Caballero*

Impuestos y cultura ciudadana

Cifras & Conceptos publicó un módulo especial sobre cultura tributaria, en colaboración con Caracol Radio y con el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana. Quiero concentrarme en uno de sus hallazgos: los colombianos tienen claras convicciones sobre el sentido y el alcance de los impuestos.

La tabla siguiente resume cinco actitudes importantes que Colombia debe valorar y mantener:

Revisan la factura

La gente está mirando sus facturas y verificando los impuestos que paga: así nos lo aseguró el 47 % de los encuestados. Este sencillo hecho es la base de un patrón que lleva a los ciudadanos a entender su responsabilidad como contribuyentes.

El porcentaje anterior habla bien de los logros en formalización y en ser conscientes de nuestros deberes y derechos; significa que una gran cantidad de personas está vigilante ante este tema.

No justifican la evasión

Esta pregunta siempre es difícil de formular: “¿Usted evade el IVA?”. Si la hubiéramos planteado así, es probable que los resultados fueran distintos; pero la formulamos de otro modo: el 45 % de las personas no aceptarían que el vendedor de un producto evada el IVA.

La gente está mirando sus facturas y verificando los impuestos que paga: así nos lo aseguró el 47 % de los encuestados.

Esto es sorprendente y, en el sentido más optimista, implica que muchos ayudan a la DIAN en la vigilancia contra la evasión. Ese es el mensaje más importante de la encuesta; ojalá la administración de impuestos lo difundiera.

Apoyan el impuesto al patrimonio

El 49 % de los encuestados aprueba esta propuesta del gobierno nacional. Algunos han descalificado esta respuesta diciendo que equivale a decir “que otros paguen los impuestos”, pero es un error. Que un impuesto en concreto tenga ese apoyo debe resaltarse y verse como otro elemento adicional de la cultura tributaria en Colombia. De esta manera, podría reconocerse públicamente el apoyo a la reforma.

Gravar las pensiones altas (y desproporcionadas)

El 48 % de las personas considera que gravar las pensiones altas es una decisión adecuada. Esta es la segunda medida del gobierno que gran parte del público respalda. De esta manera, se corregiría un serio problema de desigualdad en nuestro sistema tributario:

  • por un lado, los subsidios para las pensiones llegan a personas de altos ingresos, de manera poco equitativa;
  • por el otro lado, los pensionados reciben doble subsidio: al ahorrar están exentos de renta (lo cual está bien), pero también cuando reciben la mesada.

Tributamos poco, relativamente

Finalmente, el 21 % reconoce que en Colombia pagamos menos impuestos que otros países; además, los datos serios y rigurosos lo demuestran. Es un número bajo, pero es un comienzo, y debemos celebrarlo. La labor de los técnicos, académicos y expertos que han demostrado el menor peso de los impuestos en Colombia en relación con países de riqueza comparable debe redoblarse y ser más ampliamente divulgada entre los ciudadanos.

Todos vamos a pagar la reforma

Esto, visto en conjunto, es bueno y debería resaltarse; sobre todo, deberíamos destacarlo todos aquellos que hemos fomentado la responsabilidad tributaria y la comprensión de nuestro sistema. El mismo gobierno podría usar estos datos para comunicar con más claridad las ventajas de mejorar el sistema de impuestos.

Creo que debemos valorar y proteger los logros alcanzados en una cultura tributaria responsable: personas que sigan mirando sus facturas, ciudadanos que se nieguen a pagar sin recibirlas y el apoyo de casi la mitad de la gente a dos impuestos concretos; también hay que considerar al pequeño pero valioso grupo que acepta que, “comparativamente”, pagamos menos tributos.

No puede decirse que los nuevos gastos sociales compensan las inequidades del sistema tributario.

En este contexto, creo que el gobierno y los “especialistas” tienen que aceptar que todos los ciudadanos tienen derecho a opinar y a hacerse oír. Finalmente, todos vamos a pagar la reforma.

Por eso, es un mal camino pensar que la gente no entiende. Todo lo contrario: los cinco puntos anteriores muestran que, a fuerza de estar discutiendo reformas tributarias, todos entendemos mejor este tema.

Foto: Alcaldía de Neiva - Cultura tributaria

Menos impuestos (para empresas), más salarios (que pagan impuestos)

El proyecto de ley del gobierno tiene puntos realmente difíciles de aceptar, tanto por lo que dice como por sus silencios:

  • se mantienen privilegios a las rentas de capital;
  • se insiste en dar a las empresas descuentos en el impuesto de renta;
  • se vuelve a establecer otra amnistía tributaria;
  • se mantienen las zonas francas.

Todo esto, mientras aumentan los tributos para las rentas salariales.

Desde que se aprobó la reforma de 2019, el gobierno ha calculado que, con apenas tres “regalos tributarios” a las empresas, se tendría un hueco fiscal de más de 11,5 billones de pesos en el 2022. Un funcionario del Ministerio de Hacienda me confirmó estas cifras; aclaró que no se han actualizado, son las disponibles.

Por esto suena muy sensata la propuesta de la ANDI: corrijamos esas medidas, aceptemos que fueron un error y busquemos una reforma más moderada que avance y sí logre que todos pongamos, no solo las personas naturales.

Se necesita una reforma justa (y no nos crean bobos)

La mayoría de los colombianos está dispuesta a trabajar, a formalizarse, a cumplir con sus obligaciones y a mejorar su cultura tributaria. Pero pedirles eso a quienes viven de sus salarios mientras se mantienen los beneficios de muchos sectores pudientes es un abuso: es creer que la gente es imbécil.

La cultura tributaria en Colombia existe e, insisto, debemos seguir motivándola y protegiéndola. Una reforma es necesaria, pero debe corregir las inequidades del sistema de recaudo. No puede decirse que los nuevos gastos sociales compensan las inequidades del sistema tributario. Debemos y podemos tener uno que sea más equitativo, simple, justo y progresivo. La gente no es boba: entiende lo que están proponiendo.

No abusemos de la responsabilidad y nobleza de los colombianos.

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