Se esperan unos cien mil asistentes a una manifestación cultural colorida, vibrante y popular: el XVI Festival Hip Hop al Parque. Un periplo instructivo sobre su origen, alcances y relación con la institucionalidad cultural de la Capital.
Ariel Fernando Hincapié Ossa*
“La cultura está en los márgenes.”
Michel de Certeau.
Políticas incluyentes, subculturas vivas
El XVI Festival Hip Hop al Parque se llevará este lunes 15 de octubre en el Centro Cultural al Aire Libre La Media Torta y el sábado 20 y domingo 21 de octubre en el Parque Metropolitano Simón Bolívar: un evento que reúne las diferentes expresiones de la cultura del Hip Hop, de fuerte presencia en la ciudad de Bogotá, y profundamente arraigada en varias localidades.
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Hace 17 años, la escena del Hip Hop en Bogotá era mucho más subterránea, incubándose en calles, en muros, en forma de parches en las esquinas, apropiándose de un territorio, componiendo sus líricas, que reflejan las problemáticas propias de la ciudad, vistas por habitantes marginales de la urbe: una sociedad que los contiene, pero muchas veces los reprime y los vulnera.
Pero también existen otras oportunidades: al consagrar a Colombia como un Estado pluricultural y multiétnico, la Constitución de 1991 dio paso para que se empezaran a gestar, a implantar y a articular de veras políticas culturales.
El Sistema Nacional de Cultura favoreció la descentralización de los organismos y de las entidades regionales y locales para aferrarse a sus propias identidades y expresiones, que varían de una región o localidad a otra. Y así se han encontrado formas efectivas para gestionar soluciones y políticas para promoverlas.
Tal ha sido el caso del Hip Hop en Bogotá: tratando de satisfacer las necesidades culturales de una parte específica de la sociedad han surgido programas concretos que intentan abarcar fenómenos culturales en su totalidad, mediante una acción articulada de la institucionalidad distrital con actores organizados de la sociedad civil, involucrados en la gestión cultural.
Las políticas de MetroCultura en Medellín, y de Festivales al Parque en Bogotá se han focalizado en incluir a diferentes grupos y subgrupos, culturas y subculturas, muchas veces silenciadas y violentadas, pero que tienen mucho que decir.
La base cultural de Hip Hop
El Hip Hop llegó a Colombia a finales de los 80 y principios de los 90, como expresión cultural de todo un movimiento gestado en los guettos, en los suburbios de grandes ciudades norteamericanas, y los barrios pobres de Nueva York: Queens, Brooklyn y por supuesto el Bronx.
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Ahí surgen nuestros referentes más comunes de lo que conocemos como Rap, apenas una parte del archipiélago Hip Hop. Escenas de chicos de color en las esquinas de un barrio marginal, usando ropas varias tallas más anchas obtenidas gracias a la beneficencia, dibujando grafitis indescifrables en los muros o emitiendo sonidos rítmicos con la boca y con las manos.
El Hip Hop es más expresión cultural que artística: surge de la marginalidad, del abandono y de la exclusión. A largo plazo, estas condiciones de precariedad moldearían su forma, su estética.
Para quienes solo llegan hasta la superficie, es una moda de vestirse con pantalones anchos y camisetas de fútbol americano, tres tallas más grandes, pero para los jóvenes que vivían en ese entorno representaba la única opción, dadas las dificultades económicas que no les permitían siquiera proyectar su estilo de vida a través de algo tan básico y personal como la forma de vestir: tenían que tomar lo que pudieran de las donaciones de beneficencia, aunque fuera varias tallas más grande.
Cadencia, poesía y BreakDance
El Rap, más relacionado con la lírica, el fraseo, tiene que ver con una cadencia de frases que caracterizan al Hip Hop y que se deslizan entre la recitación, la improvisación y la crítica, donde las palabras se van moviendo sobre un fondo musical a capella – conocido como beatboxing, una pista creada por otro grupo con sonidos producidos únicamente a con la boca y las manos: tampoco había platapara instrumentos.
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Posteriormente, los DJs o Disc Jockeys darán otra expresión a esta figura, con la mezcla de pistas y canciones sobre las que un Maestro de Ceremonias o MC improvisará sus versos y bailará en los descansos (o en inglés breaks). De ahí surge el BreakDance, baile característico de la cultura Hip Hop alrededor del cual se cohesiona el grupo, mediante concursos, exhibiciones y más adelante, escuelas y colectivos.
Identidad, crítica y territorio
Por su parte, el tag (etiqueta en inglés) es la expresión visual de toda esta compleja identidad: es una modalidad de grafiti donde un personaje plasma su firma artísticamente, originalmente para marcar un territorio en los barrios marginales donde surgió esta cultura y se sigue moviendo.
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Hay más por supuesto bajo el manto que cubre una cultura que se ha extendido por todo el mundo: el Hip Hop, tiene una fuerte influencia en el arte, en la industria del tatuaje y en el vestuario; aspectos más relacionados con la industria cultural y el emprendimiento que en la organización del Festival tienen tanta importancia como los artísticos y meramente musicales.
Estas formas de expresar la cultura del Hip Hop se recogen mediante el Festival donde se abren espacios a sus cultores, en su mayoría jóvenes, que buscan una oportunidad para dar sus opiniones como grupo, plantear sus problemáticas como cultura, ofrecer sus creaciones como artistas.
Articulación difícil, pero fértil
Pero también se ha ido formando un público entusiasta, que no cuenta con muchos espacios donde acceder a estas manifestaciones. Se trata de pasar del nivel local, de fortalecerse y de entrar en contacto con lo regional y lo internacional, mediante la articulación de una política cuyo operador es el Instituto Distrital para las Artes (IDARTES) bajo la orientación de la Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte, en el marco de los Festivales al Parque, donde también se da cabida al Rock, a la Salsa, al Jazz y hasta a la Ópera.
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De esa forma, y por convocatoria abierta, el IDARTES reúne en el Festival a los ganadores de las 20 localidades de Bogotá en las modalidades que conforman los “pilares” del Hip Hop: Líricas, DJs, Grafiti y Break Dance.
Además de los artistas locales y ganadores de convocatoria, el Festival invita a artistas nacionales y de distintos países como Estados Unidos y Venezuela, conformando una atractiva oferta para los asistentes, que no sólo llegan de la capital: en esta edición pueden superar los 100 mil participantes.
En fin, una política cultural propuesta por las instituciones de la ciudad parecerá ir en contravía de una cultura que reivindica su origen clandestino, contestatario, casi subversivo. Sin embargo, precisamente es esa articulación difícil por medio de las políticas culturales entre el Estado, la sociedad civil y la comunidad artística lo que permite una intervención fértil para generar y promover, antes que manipular o coartar este tipo de procesos.
* Periodista, Publicista, Historia del Arte. Productor y Realizador TV y Radio Online. Documentales y Cortos. Melómano. Iconoclasta.
@arielfhincapie
Festivales al Parque en Bogotá se ha focalizado en incluir a diferentes grupos y subgrupos, culturas y subculturas, muchas veces silenciadas y violentadas. |
El Hip Hop llegó a Colombia a finales de los 80 como expresión cultural de todo un movimiento gestado en los guettos de Nueva York. |
El Hip Hop tiene una fuerte influencia en el arte, en la industria del tatuaje y en el vestuario |