Habrá avances importantes en materia de conectividad, pero el acceso a Internet en Colombia sigue siendo limitado. Estos son los proyectos del gobierno y estas las cosas que quedan por hacer.
Sergio Martínez Medina*
Inversiones y políticas en conectividad
Este nuevo año estará marcado en el sector TIC por la asignación de las bandas del espectro que permitirán el funcionamiento de la tecnología móvil de 5G y por la renovación de las frecuencias del espectro móvil que sostienen en gran parte la tecnología de 4G.
Ambos procesos, liderados por el gobierno nacional, marcarán el crecimiento del sector de las comunicaciones en Colombia, definirán las expectativas de la inversión por parte de los operadores nacionales y extranjeros y determinarán el futuro de la conectividad, elemento fundamental para la transformación digital de los colombianos.
El factor crítico de este proceso será el valor del precio del espectro, tanto para las renovaciones de los bloques que usan los operadores móviles en la actualidad, como para los bloques de espectro que se van a necesitar para el uso de la tecnología móvil 5G.
Es necesario revisar a fondo la condiciones técnicas y financieras que usa el gobierno nacional, en cabeza del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), para determinar la valoración del pago por el uso del espectro por parte de las empresas de comunicaciones y de esta forma no afectar el desarrollo del sector TIC.
En este marco, es importante que la política asociada con la gestión del espectro se complemente discutiendo con la industria, los entes de control y la academia, sobre los parámetros técnicos, financieros y económicos que usará el gobierno nacional para realizar la valoración de este recurso escaso.
La discusión técnica alrededor del precio del espectro ha desplazado de la agenda la necesidad de contar con un programa de conectividad social que apunte a cerrar de forma definitiva la brecha digital que afecta a los colombianos que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
De la misma manera, es el momento de consolidar el mercado secundario, para que se trancen de forma directa las frecuencias de espectro entre los diversos agentes que compiten en el sector TIC, se habilite la compartición del espectro y se comiencen a diseñar mecanismos que promuevan la asignación de frecuencias de manera regional, tal como sucede en los Estados Unidos o en algunos países de Europa.
En síntesis, es importante que el país cuente con una política de espectro actualizada con las tendencias internacionales, que promueva la competencia y que ofrezca los beneficios en materia de conectividad social que necesita la sociedad colombiana.
Conectividad social
La discusión técnica alrededor del precio del espectro ha desplazado de la agenda la necesidad de contar con un programa de conectividad social que apunte a cerrar de forma definitiva la brecha digital que afecta a los colombianos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, especialmente los que habitan las zonas rurales o los que se encuentran en zonas urbanas pero que no cuentan con las condiciones económicas necesarias para acceder a servicios de comunicaciones o de Internet.
Sin embargo, esta discusión no ha sido liderada desde el gobierno nacional, ni en la anterior administración ni bajo la actual. Los avances normativos observados en los últimos meses sobre el acceso a Internet vinieron del Congreso y de los entes territoriales.
En este sentido, se expidió la Ley 2108 de 2021, que consagró el acceso a Internet como un servicio de carácter esencial. Asimismo, el Acuerdo 855 de 2022, del Concejo de Bogotá, definió los lineamientos para promover el acceso y uso al servicio público esencial de internet y se reconoció el mínimo vital de este.
De la misma forma, el Acuerdo 057 de 2022 del Concejo de Medellín estableció los lineamientos para conseguir el mínimo vital de Internet en el Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín.
Esto indica que existen los instrumentos jurídicos para promover una política de conectividad social que comience a garantizar a todos los colombianos el acceso a Internet con la misma importancia legal que tienen otros servicios, como el de salud o educación.
Conectividad en el Plan Nacional de Desarrollo
Al revisar los diferentes documentos e insumos técnicos que componen el Plan Nacional de Desarrollo que va marcar las políticas en los próximos cuatro años, no se observa que exista una hoja de ruta que tenga un plan de conectividad social que comience a cerrar la brecha digital en el país.
Preliminarmente, las propuestas que se identifican en dicho plan se concentran en mantener el crecimiento de la conectividad a cargo de las obligaciones de cobertura que los operadores de comunicaciones desarrollarán, resultantes de las renovaciones por el uso del espectro.
¿Cómo cerrar la brecha digital?
Para avanzar de forma decidida en el cierre de la brecha digital es importante que el MinTIC y el DNP analicen una serie de programas que nutran la estrategia de conectividad social en el país.

El otro componente que el gobierno nacional debe mejorar es el estudio integral de la cadena de valor de los servicios de comunicaciones en el país, para identificar los ajustes tributarios necesarios para que los colombianos más pobres tengan alivios en el momento de acceder a los servicios de comunicaciones.
En primera instancia, es fundamental contemplar una asignación de recursos públicos, adicional a la que tiene el Fondo de Comunicaciones, con diversas fuentes que pueden comprender partidas adicionales del presupuesto nacional.
También puede fomentarse la participación de presupuestos de otros sectores para proyectos de conectividad de Internet, provenientes, por ejemplo, de los ministerios de Educación o Agricultura.
Adicionalmente, se deben usar los recursos de regalías en iniciativas que apunten a aumentar la cobertura en redes de alta velocidad en las regiones, especialmente en los centros educativos públicos.
Por otro lado, la constante tensión sobre el valor del espectro en Colombia ha desviado del análisis sectorial la necesidad de contar con un plan de fibra óptica, elemento esencial para el desarrollo de las comunicaciones en el país, no solo en lo que concierne a la mejor calidad y velocidad que traen consigo las redes de fibra óptica, sino por el soporte que estas redes darán en la transmisión de datos que necesita la tecnología de 5G.
En este escenario es clave que el gobierno nacional estructure y ejecute un plan de fibra óptica que comprenda una serie de medidas que fomenten el desarrollo de estas redes en los territorios nacionales.
Es importante trabajar de manera coordinada con las entidades locales para aumentar la instalación de redes neutrales; promover, a través de medidas regulatorias, la compartición de redes y elementos de la infraestructura de vías, energía eléctrica y otros servicios públicos para que los operadores de fibra óptica puedan instalar sus redes en estas infraestructuras; y contemplar el financiamiento de proyectos de fibra óptica con recursos del Fondo de Comunicaciones.
El otro componente que el gobierno nacional debe mejorar es el estudio integral de la cadena de valor de los servicios de comunicaciones en el país, para identificar los ajustes tributarios necesarios para que los colombianos más pobres tengan alivios en el momento de acceder a los servicios de comunicaciones.
Además, este es el momento de analizar el diseño de programas que incluyan subsidios o ayudas a la demanda, de forma similar al programa de conectividad social que tienen los Estados Unidos, en donde el gobierno federal le ha dado una importante prioridad a mantener la conexión permanente a las redes de comunicaciones a los norteamericanos que se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad.
Por último, el éxito de una política social se debe en gran parte a la integración de todos los agentes que componen el ecosistema digital. Por lo tanto, para lograr el propósito nacional de alcanzar una cobertura de Internet cercana al 85 %, en los próximos cuatro años es necesario convocar a los operadores públicos, regionales, comunitarios y a los pequeños proveedores de este servicio que cubren los territorios a donde no llegan las empresas tradicionales de comunicaciones.
Por ende, será fundamental contar con una estrategia que articule los esfuerzos de la Nación con las entidades regionales, y que identifique las tecnologías y servicios que respondan de manera efectiva a las necesidades de las comunidades en materia de conectividad.
La tarea en los próximos meses será enorme y necesitará una transformación del sector TIC (para no repetir la experiencia negativa del proyecto de centros poblados) que le facilite al MinTIC estructurar diversos proyectos, construir alianzas con las empresas privadas y enfocar su gestión en los programas de conectividad social. Es entendible, la urgencia de traer el 5G a Colombia; pero no hay que olvidar la obligación que tenemos con los colombianos de llevar los servicios y medios digitales a sus hogares.