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Colombia sigue sin fracking

Escrito por Juana Hofman
Vuelve a ser noticia el fracking en el país.

Juana Hofman¿Qué significa la última decisión del Consejo de Estado sobre el fracking, en qué consisten los famosos pilotos y qué está en juego en esta batalla legal?

Juana Hofman*

En qué quedamos

El fracking sigue siendo noticia en Colombia.

Durante las últimas semanas se advirtió la posibilidad de levantar las medidas cautelares que hoy tienen suspendida la actividad en territorio colombiano. Pero el 10 de septiembre el Consejo de Estado decidió mantener estas medidas mientras se resuelve el asunto de fondo. ¿Qué significa todo esto?

En noviembre del año pasado, el Consejo de Estado suspendió provisionalmente la reglamentación para explorar y explotar hidrocarburos en yacimientos no convencionales mediante el fracking o fracturación hidráulica (Decreto 3004 de 2013 y Resolución 90341 de 2014). Lo hizo considerando la posibilidad de daños potenciales para el ambiente y la salud humana derivados de esa técnica.

El sentido de esta decisión es proteger los bienes y derechos comunes que pueden ser afectados de forma irreversible, mientras se toma una decisión de fondo sobre la legalidad de la reglamentación. Eso es lo que conocemos como moratoria judicial —lo que permite afirmar que hoy no es legal el fracking en Colombia—.

La decisión se tomó en el marco de una demanda de nulidad simple presentada por el Grupo de Litigio Estratégico e Interés Público de la Universidad del Norte. Los tres grandes argumentos para debatir la legalidad de la reglamentación fueron:

  • Que esta viola el derecho al ambiente sano;
  • Que es contraria a la aplicación del principio de precaución; y
  • Que no contempla el principio de desarrollo sostenible.

Frente a la suspensión provisional de la reglamentación, el gobierno interpuso un recurso de súplica, solicitando al Consejo de Estado levantar la medida cautelar y dar vía libre al fracking en el país. Tal requerimiento fue derrotado la semana pasada en sala plena.

El paso siguiente será la ponencia de magistrado que debe ser votada nuevamente para producir la decisión de fondo. Pero en el momento actual, el fracking en Colombia sigue suspendido.

Lea en Razón Pública: El fracking todavía no es legal.

Pilotos, la manzana de la discordia

Ante la decisión del Consejo de Estado han salido a la luz pública diversos argumentos fatalistas. Entre ellos el que la prohibición del fracking provocará una crisis económica que traerá consigo más pobreza.

Quienes sostienen esa postura han pedido que se lleven a cabo las pruebas piloto de fracking que hoy están suspendidas por orden del Consejo de Estado. En este punto ha habido mucha desinformación, por lo que es necesario hacer precisiones.

La propuesta de pilotos que quiere impulsar el gobierno se saltaría el cumplimiento de las condicionantes.

Foto: Prefetura municipal de Guairá
La propuesta de pilotos que quiere impulsar el gobierno se saltaría el cumplimiento de las condicionantes.

La Resolución 90341 de 2014, hoy suspendida, incorpora unas pruebas piloto de pozos, justamente a las que el gobierno nacional pretendía dar vía libre mediante el recurso de súplica. Estas pruebas o proyectos piloto, desarrolladas en el artículo 8, comprenden el periodo para determinar la capacidad productiva de los pozos, y permiten la exploración y explotación de estos por un periodo de dos años prorrogables.

Esos son los proyectos que hoy están suspendidos ante las incertidumbres que el Consejo de Estado encontró en el tema y en aplicación del principio de precaución.

Hoy no es legal el fracking en Colombia.

Estos proyectos han sido confundidos reiteradamente y de forma generalizada con los proyectos piloto de investigación integral (PPII) que planteó la comisión de expertos seleccionada por el gobierno nacional.

En su informe final, la comisión señala que para el desarrollo de las pruebas piloto debe haber una fase previa, en la que se deben cumplir ciertas condiciones que permitan la realización de un estudio serio para definir si es viable o no avanzar con la etapa de exploración y explotación que contempla la resolución.

En el informe se detallan esas condiciones previas, que son el resultado de las falencias o debilidades que la comisión encontró. Son siete puntos que podemos resumir así:

  • Divulgación y acceso a información;
  • Fortalecimiento de la capacidad institucional y técnica;
  • Desarrollo de tecnología de mínimo impacto;
  • Participación ambiental;
  • Ajustes regulatorios a la normatividad ambiental; y
  • Definición de líneas base en salud, economía, hidrogeología y ecosistemas.

Todo esto es muy distinto a los proyectos piloto que plantea la resolución que hoy se encuentra suspendida, y no admite discusiones, pues se trata de condiciones mínimas. Es evidente que esos puntos, que además son deudas de información y de satisfacción de derechos que tiene el Estado colombiano con las comunidades, tardarán en ser cumplidos debido a su complejidad.

Además, es necesario advertir que su cumplimiento no es obligatorio. Depende del gobierno nacional acoger integralmente o no estas condiciones previas y hacer luego una evaluación integral de la viabilidad del fracking.

Puede leer: ¿En qué va el fracking en el mundo?

Lo que está en juego

Una vez aclarado el tema de los pilotos, debemos recordar lo que está en juego si Colombia decide seguir adelante con el desarrollo de esta riesgosa técnica.

Colombia es un país megadiverso, es decir que tiene la mayor concentración de especies por kilómetro cuadrado. No obstante, por el desconocimiento y mal uso que le hemos dado a los territorios, hoy el 63 por ciento de los ecosistemas del país están amenazados.

Los ecosistemas que integran el Valle del Magdalena Medio, donde la industria ha buscado desarrollar los proyectos piloto de la Resolución 90341, conforman una de las zonas menos estudiadas del país en términos ecológicos.

Sin embargo, se sabe que el lugar está lleno de ciénagas y humedales, siendo catalogado como un entorno frágil y altamente vulnerable. Esto quiere decir que cualquier intervención puede alterarlo y ponerlo en riesgo. De las experiencias de fracking conocidas a nivel mundial, ninguna se ha desarrollado en un ecosistema lleno de humedales.

Además, tenemos que insistir en que estamos en medio de una crisis climática. Y esto no es un asunto menor. Nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos, esta vez en serio. Una de las mayores preocupaciones relacionadas con el fracking es el “riesgo del incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero (incluyendo las emisiones fugitivas de metano), que agravan el cambio climático de fuente antropogénica”.

En esa misma línea, especialistas en el estudio de los efectos del fracking estiman que durante la vida productiva de un pozo, entre un 3.6 y 7.9 por ciento del gas natural extraído se escapa a la atmósfera desde la cabeza del pozo, los gasoductos o las instalaciones de almacenamiento.

Howarth, autor del estudio, dice que no hacer fracking puede ser una forma de reducir el calentamiento global.

El metano es un gas de efecto invernadero cuyo potencial de generar calentamiento global es 86 veces más grande que el del dióxido de carbono en un periodo de veinte años, de acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Este gas se filtra sigilosamente a nuestra atmósfera en cada punto de la cadena de suministro de gas, algo indetectable sin equipos sofisticados y pruebas constantes.

Según la NASA, la industria del gas y el petróleo es responsable del incremento mundial de las emisiones de metano, superando incluso a los vertederos y a la producción de lácteos. Muchas de estas emisiones vienen de gasoductos con fugas ligados a pozos de fracking.

Un estudio reciente de la Universidad de Cornell confirma lo anterior, tanto así que el profesor Howarth, autor del estudio, dice que no hacer fracking puede ser una forma de reducir el calentamiento global, lo cual en términos prácticos significa más tiempo para todos en el planeta.

EL fracking es una solución a corto plazo que nos aleja de la búsqueda de energías limpias.

Foto: Sit Huila
EL fracking es una solución a corto plazo que nos aleja de la búsqueda de energías limpias.

Lea en Razón Pública: ¿Combustibles fósiles o energía renovable?

Transición energética, el debate invisible

El debate encubierto en todo este tema es la transición energética. El fracking es una solución a corto plazo, que nos aleja cada vez más de la urgencia de transitar hacía energías limpias. Pero por algún motivo este no ha sido el centro de la discusión.

Pensar en una nueva forma de dependencia fósil, como el fracking, con costos de inversión y riesgos muy altos, requiere un análisis costo-beneficio que no desconozca la realidad mundial: que muchos países ya están tomando la decisión política de transitar firmemente hacia las energías limpias.

No seguir adelante con el fracking es una opción que nos permitiría seguir extrayendo los combustibles fósiles de las reservas de yacimientos convencionales e iniciar de manera rápida y urgente un camino decidido hacia una transición energética justa y participativa.

Es la única forma de asegurar la soberanía energética de Colombia en el mediano y largo plazo, sin pasar por encima de los derechos de las comunidades y de los ecosistemas.

*Abogada por la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente-AIDA @aidaespanol.

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