Colombia: ¿gran exportador de marihuana medicinal? - Razón Pública
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Colombia: ¿gran exportador de marihuana medicinal?

Escrito por Francisco Thoumi
¿Bonanza por medio de la marihuana medicinal?

Francisco ThoumiEn medio de la expectativa por el auge de esa industria, un análisis sereno sobre las particularidades del cannabis y sobre los mercados en los que Colombia entraría a competir.

Francisco Thoumi*

¿La próxima bonanza?

La semana pasada, los exministros Juan Carlos Echeverry y Tomás González presentaron un estudio sobre el impacto económico de la industria del cannabis en Colombia. Según sus resultados, la marihuana medicinal podría generar más de un billón en impuestos al año, 20.000 empleos y, en promedio, aportaría 5.918 millones de dólares a las exportaciones.

La noticia llegó a alimentar la idea que se ha propagado en Colombia de que el país tiene grandes ventajas comparativas para ser un importante productor mundial de cannabis medicinal. Además, ha llevado a pensar que Colombia tendrá una gran bonanza basada en los cultivos de marihuana. ¿Qué tan cierto es esto?

Para responder es necesario entender qué es la marihuana medicinal, y cómo son o serían en un futuro los mercados de los productos medicinales basados en la planta de la marihuana.

¿Qué es la marihuana medicinal?

Como sucede con muchas plantas, algunas de las sustancias que contiene la marihuana pueden tener usos medicinales. Desde tiempo atrás, la medicina tradicional ha aprovechado las hojas, frutos, raíces, aceites y resinas de las plantas como medicamentos. Esta práctica persiste entre comunidades indígenas y entre quienes buscan soluciones en la medicina alternativa y naturista.

Ahora sabemos que la marihuana contiene más de 300 sustancias químicas, de las cuales unas 60 o 70 son cannabinoides. Entre las cannabinoides hay dos, el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) cuya capacidad medicinal o efectos curativos se han comprobado.

Algunas de las sustancias que contiene la marihuana pueden tener usos medicinales.

Una diferencia entre las dos sustancias es que el THC es psicoactivo y el CBD no. Este último tiene usos médicos en el tratamiento de algunos tipos de epilepsia, esquizofrenia y posiblemente artritis. El THC también tendría usos medicinales en el tratamiento de algunas inflamaciones y dolores musculares, pero sus efectos psicoactivos tienen el riesgo de generar adicción.

El uso de los demás cannabinoides sigue en estudio. Pero por ahora los usos medicinales de la marihuana que son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los organismos de salud regionales y nacionales son bastante limitados.

Calidad de los medicamentos

Hoy en día, los organismos de salud pública y los gremios de profesionales de la salud en todo el mundo entienden los medicamentos como sustancias químicas que pueden encontrarse en la naturaleza o ser producidas en laboratorios. Esta idea proviene del desarrollo de la medicina y de la industria farmacéutica moderna y ha llevado a considerar los usos tradicionales de las plantas como cuasi médicos y muchas veces como placebos.

Desde la perspectiva de la OMS, los medicamentos deben tener fórmulas químicas definidas que permitan limitar el contenido y garantizar la pureza de cada sustancia. Además, su uso debe ser admitido sólo después de que pruebas aleatorias controladas comprueben científicamente su eficacia.

Los medicamentos nuevos son patentados para incentivar la investigación y el desarrollo y protegerlos de la competencia. Este es el caso de Sativex y Epidiolex, que son usadas para algunos casos de epilepsia infantil y algunos tipos de artritis. El cultivo tiene lugar en un invernadero de 18 hectáreas, y la producción es suficiente para satisfacer el mercado mundial. El laboratorio emplea permanentemente unas 15 personas en los cultivos.

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Marihuana medicinal…y no medicinal

La marihuana medicinal empezó a promoverse en California en 1996. Allí se generalizó de tal manera que se convirtió en un pretexto para usarla con fines no medicinales, pues los médicos la recetaban fácilmente para tratar muchos síntomas.

Lo cierto es que, si bien hay usuarios que se benefician de los efectos del CBD, la mayoría busca sentir los efectos psicoactivos del THC. Por eso los avances tecnológicos en la agricultura de la marihuana se han concentrado en aumentar el contenido de THC en la planta, el cual hoy es mucho más alto que en el tiempo de los hippies, cuando era alrededor de 2 o 3 por ciento del cogollo de la planta. Hoy en Estados Unidos es difícil conseguir marihuana de menos de 10 por ciento, y fácilmente se consigue con 25 por ciento.

Si en Colombia hubiera investigación y se desarrollaran medicamentos a base de esta planta podría conseguirse un mercado externo más estable

Foto: Agronet
Si en Colombia hubiera investigación y se desarrollaran medicamentos a base de esta planta podría conseguirse un mercado externo más estable.

Estudios rigurosos de los últimos años elaborados por la OMS prueban que:

  1. El consumo de marihuana con alto THC puede generar síntomas de sobredosis como episodios epilépticos y esquizofrénicos, especialmente cuando la ingesta se hace por medio de galletas u otros alimentos. En esos casos los efectos son lentos y los usuarios tienden a ingerir un volumen alto creyendo que así se sienten más rápidamente, lo cual genera la sobredosis.
  2. El cerebro humano acaba de desarrollarse hacia los 25 años y una de sus etapas de desarrollo más intenso tiene lugar entre los 12 y los 18 años. El consumo frecuente de marihuana y la adicción de menores de edad tiene efectos neuropsicológicos importantes, como una disminución significativa en la capacidad cognitiva y en el tiempo de atención que los usuarios pueden prestarle a un tema o problema.

Aunque existen medicamentos que funcionan a través de píldoras, jarabes y ungüentos, fumar marihuana es atractivo porque al hacerlo el THC llega muy rápidamente al cerebro. Es decir que se hace para obtener un efecto psicoactivo, no curativo.

Por eso la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) se opone a la marihuana medicinal fumada e insiste en que, al hablar de marihuana medicinal, es necesario separar los efectos preventivos y curativos que tienen o podrían tener las sustancias de la marihuana de los puramente psicoactivos.

Le recomendamos: El uso medicinal de la marihuana: ¿qué tan cerca estamos de Uruguay?

Los principales mercados

Los mercados de la marihuana medicinal se están desarrollando en respuesta a la aceptación de sus usos médicos en un número creciente de países. Estos usos no han sido prohibidos en las convenciones de drogas de Naciones Unidas, pero varios países los han prohibido por la dificultad de separarlos de los usos psicoactivos.

Aun así, la legalización creciente de la marihuana medicinal ha hecho que varios países se interesen en proyectos de producir para exportación. En 2017, cuatro países (incluyendo a Colombia) informaron a la JIFE sobre sus planes de exportación, en 2018 lo hicieron 29 y para este año se espera que lo hagan alrededor de 50.

Si Colombia tiene éxito exportando estará sujeta a los mismos ciclos de auge y crisis de otros bienes.

El problema es que el mercado más grande de marihuana medicinal, los estados que la han legalizado en Estados Unidos, no puede importar marihuana de forma legal porque el Acta de Sustancias Controladas de 1970 del Gobierno Federal incluye a la marihuana en la lista de sustancias controladas que no tienen usos médicos. En otras palabras, para el gobierno federal la marihuana tiene el mismo tratamiento de la cocaína, y su paso por las aduanas está prohibido.

Además, cada estado que ha aprobado la marihuana medicinal ha adoptado un sistema para abastecer su propio mercado. Y en algunos de ellos se autoriza el cultivo para el autoconsumo medicinal. Además, el número de empresas con licencia para cultivar, producir y vender cannabis en esos estados es muy alta.

Recientemente el gobierno canadiense también autorizó el consumo recreativo de marihuana y el cultivo para el autoconsumo de marihuana medicinal. Pero a fines de agosto de este año, en Canadá se habían autorizado 220 licencias para cultivar, producir y vender cannabis, de las cuales hay 120 de marihuana medicinal.

Otros países que están planeando entrar al mercado internacional de marihuana medicinal son el Reino Unido, Holanda, e Israel, que tienen industrias farmacéuticas consolidadas.

Los otros competidores

En el continente americano, Argentina, Chile, Uruguay, México, Jamaica, Perú y Brasil tienen programas al respecto. Será cuestión de tiempo para que también lo haga Paraguay, el mayor cultivador de marihuana en Sur América.

También Marruecos, el gran abastecedor de hachís en Europa, será un competidor en el mercado de marihuana medicinal, especialmente después del reciente cambio en la política holandesa que, para debilitar el mercado ilegal y las mafias, ha autorizado el cultivo para abastecer a los coffee shops, disminuyendo el mercado de la marihuana marroquí.

Dos mundos distintos

Estos desarrollos indican que se están formando dos tipos de mercado de marihuana medicinal:

  1. Uno de productos farmacéuticos provenientes de la investigación rigurosa tanto de la efectividad curativa de cada substancia, como de innovaciones que identifiquen nuevos usos médicos para diferentes sustancias o sus combinaciones. Las empresas farmacéuticas que desarrollen y patenten estos productos serán altamente rentables.
  2. Otro de productos tradicionales con usos y efectividad limitados que serán utilizados más libremente y que en muchos casos serán auto recetados y se venderán en mercados con muchos competidores.
En países como Canadá el uso tanto medicinal como recreativo de la marihuana es legalmente permitido.

Foto: Public Domain Pictures
En países como Canadá el uso tanto medicinal como recreativo de la marihuana es legalmente permitido.

El segundo incluye aceites, cremas y resinas, pero los mercados de estos productos son semejantes a los de los demás bienes o commodities. En otras palabras, se parecerán a los del café, el banano o el cacao, mucho más que al de la cocaína. Tal vez sean rentables, pero no generarán enormes ganancias en el largo plazo.

Lea en Razón Pública: Marihuana medicinal en Colombia: por qué sí y por qué no

Moraleja

Sin duda, Colombia llegará a exportar algunos productos medicinales basados en los cultivos de marihuana. Pero estos tendrán muchos competidores y estarán sujetos a intensas fluctuaciones en los precios de exportación. La tecnología para elaborar productos medicinales genéricos como el CBD es muy conocida y no requiere destrezas escasas o mucho capital, por lo que en muchos países su demanda se abastecerá con producción local.

Lamentablemente, si Colombia tiene éxito exportando estará sujeta a los mismos ciclos de auge y crisis de otros bienes. Si en el país se hiciera investigación y se desarrollaran medicamentos de marihuana nuevos y patentados para tratar enfermedades específicas, sus mercados externos serían mucho más estables.

Pero la gran mayoría de estas patentes ya las tienen las empresas farmacéuticas transnacionales con recursos y capacidad para hacer investigación y desarrollo. Por tanto, no se trata de negar la posibilidad de que Colombia exporte marihuana, sino de evitar un proceso especulativo que lleve a la quiebra a muchos inversionistas. Es muy posible que, dentro de algunos años, el mayor mercado para la industria de marihuana medicinal colombiana sea el mercado colombiano.

*Cofundador de Razón Pública. Para ver el perfil del autor haga clic en este enlace.

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