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Colombia – Ecuador: Cómo se mejora el clima de confianza

Escrito por Socorro Ramírez
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socorro ramirezUna diplomacia profesional bien orientada puede hacer milagros: Colombia y Ecuador vienen construyendo un sistema de cooperación sorprendente; planes compartidos de seguridad y desarrollo fronterizo, comercio bilateral, urgencias humanitarias y otros temas se organizan hoy mediante principios, prioridades, ejes transversales y una buena dosis de confianza mutua.

Socorro Ramírez *

Diplomacia en lugar de altavoces

Con ocasión de la feria del libro que tiene a Ecuador como país invitado, el presidente Santos recibe por tercera vez la visita del presidente Correa, otra señal inequívoca de la recuperación de la confianza que se ha logrado durante estos nueve meses.

La permanente comunicación y la frecuente reunión entre los dos gobiernos ha permitido avances sustantivos en distintos terrenos, y ha recuperado el lugar de las cancillerías en el manejo de la agenda. Se apagó el micrófono altisonante entre Uribe y Correa, que impulsaba una peligrosa espiral de acusaciones mutuas, demandas y sanciones.

El trabajo sistemático y prudente de las cancillerías ha facilitado un renovado acercamiento, despojado de exageraciones sobre la responsabilidad de cada país en los problemas que padece el otro. Una diplomacia institucionalizada ha ido reconstruyendo la confianza y logrando avances que hace un año parecían imposibles. De persistir en esa dirección, se estaría construyendo una nueva etapa de la relación binacional sobre mejores bases. 

La Comisión de Vecindad  

Las dos cancillerías han acordado reestructurar la Comisión de Vecindad y discuten sobre su composición en el doble papel que desempeña:
Como instancia político-diplomática de coordinación intergubernamental, las cancillerías revisan cuáles ministros y coordinadores ministeriales deben participar.

Y como mecanismo de representación fronteriza y de sectores sociales en uno y otro país, se escogen los comisionados de alto nivel que deberían incorporarse.

Ambas dimensiones son esenciales para que la Comisión pueda influir en la formulación, ejecución y seguimiento de los proyectos fronterizos y de los que cuentan con prioridad binacional. 

La reestructuración puede partir de la rica multiplicidad de iniciativas locales que, en momentos de tensión intergubernamental, fortalecieron lazos y dimensiones cruciales de la agenda positiva, y ahora deberían tener expresión en la Comisión y en sus comités. 

Avances en seguridad 

Además de los cancilleres, también se han reunido con alguna frecuencia los ministros del Interior y de Defensa y la Comisión Binacional Fronteriza (COMBIFRON), integrada por las fuerzas militares de ambos países. El ministro de Defensa colombiano ha reiterado que la interconexión de la seguridad fronteriza implica una consideración recíproca de asuntos comunes, porque "la seguridad de Ecuador es la seguridad de Colombia y la seguridad de Colombia es la de Ecuador" (énfasis agregado). 

Ecuador ha venido realizando esfuerzos militares para cuidar la frontera: ha creado varias guarniciones con unos 7.000 militares, que en 2010 desmantelaron unas 126 bases clandestinas de las FARC en Sucumbíos y Esmeraldas, y ha extendido a la frontera emisiones radiales y televisivas con el fin de contrarrestar las emisoras subversivas allí ubicadas. El gobierno de Colombia ha aumentado también el control territorial y al mismo tiempo ha reconocido y agradecido repetidamente la cooperación de su homólogo ecuatoriano en el combate contra la delincuencia. Los dos gobiernos han acordado que la vigilancia no se enfocará exclusivamente en la presencia guerrillera, sino que incluirá a las bandas criminales (BACRIM). En este sentido le han dado prioridad al narcotráfico, como problema común, puesto que éste articula la criminalidad fronteriza y los diversos contrabandos (de personas, armas, precursores químicos y drogas), y nutre a los grupos irregulares. 

Han destacado también los problemas de la minería ilegal y el reclutamiento de jóvenes por los grupos subversivos, luego de que algunos niños ecuatorianos murieran en campamentos guerrilleros bombardeados en el lado colombiano de la frontera. El consejo de UNASUR sobre narcotráfico podría ayudar en esa identificación de problemas compartidos, frente a las cuales cada país tiene situaciones particulares que ahora se sopesan en común, lo cual permite acuerdos para una acción conjunta. 

Con el propósito de actuar conjuntamente se está elaborando un Plan Binacional de Seguridad Fronteriza. El 14 de marzo, en Quito, un grupo de trabajo identificó las áreas y formas de cooperación, empezando por la coordinación entre las fuerzas militares y de policía en el control fronterizo y en la protección integral de las personas. A partir de allí se aumentaría el intercambio de información e inteligencia en tiempo real para enfrentar los distintos retos de seguridad. 

Están en marcha acuerdos que requieren una gran confianza, como lo reconocía un alto funcionario ecuatoriano cuando decía que de la experiencia de Colombia "nutriremos también el proceso en marcha de reforma institucional de nuestra policía nacional". 

Urgencias humanitarias 

Ante el drama humanitario colombiano y sus efectos en Ecuador, ha habido cifras y apreciaciones distintas. Pero el uso político del tema ha disminuido en la medida en que han avanzado el diálogo y la búsqueda de entendimientos al respecto. 

Bogotá reitera su reconocimiento del apoyo ecuatoriano a los colombianos que han emigrado por causa de la guerra o por razones económicas. Quito pide aumento de la cooperación internacional para atender a los refugiados, de acuerdo con el plan de atención integral acordado en noviembre de 2010. 

Una comisión binacional ha examinado y promovido el retorno voluntario, previo el compromiso del gobierno colombiano de otorgar seguridad, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) adelanta un programa de reasentamiento de refugiados colombianos, mediante el cual ha comenzado a enviar cerca de 900 migrantes a otros países latinoamericanos y 400 a Canadá. 

Por otra parte, los gobiernos adelantan la repatriación de presos, reiniciada el 18 de marzo pasado. En Ecuador, están detenidos 750 colombianos, según cifras oficiales, que equivaldrían al 5,7 por ciento del total de la población penitenciaria ecuatoriana, mientras en Colombia se encuentran detenidos 54 ecuatorianos. En ambos casos los presos están acusados de vinculación al narcotráfico, sobre todo. 

Los temas sensibles 

En los temas más sensibles para cada país se ha avanzado bastante, luego de la entrega de los computadores guerrilleros y de la información sobre el bombardeo de Angostura, solicitada por Ecuador en reiteradas ocasiones. 

En otros dos temas especialmente delicados han ido tomando forma diversas vías de acercamiento:
1. En cuanto a la exigencia impuesta por Ecuador a los colombianos desde diciembre de 2008, de presentar el pasado judicial como condición para su ingreso, en febrero pasado este país aceptó suprimir el apostillado que aumentaba costos, gestiones, tiempo y molestias a quienes buscaban ingresar de forma legal en su territorio.

Según el nuevo acuerdo, Ecuador tendrá acceso en línea a los antecedentes judiciales de los colombianos, antes de autorizar su ingreso. Ante la duda de si está permitido acceder a esta información sin el consentimiento del interesado, el funcionario responsable de Ecuador ha respondido que "Cuando sacan el pasado judicial y lo entregan es porque voluntariamente quieren que sepan cuál es su pasado judicial; entonces acá, el que quiere entrar a Ecuador tiene que aceptar que se lea su hoja de vida a través de la computación". 
2. El otro tema son los tres procesos jurídicos iniciados por Ecuador contra Colombia: 

a. En primer lugar, los llamados a juicio al actual presidente y altos mandos militares colombianos, ante los cuales Colombia no le reconoce jurisdicción a Ecuador. 

b.  Asimismo, la demanda en la Corte Internacional de la Haya por las fumigaciones.

c. Y, en tercer término, la demanda en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la muerte de un ecuatoriano en Angostura, para la cual la Comisión se declaró competente, pese a la petición contraria colombiana y al hecho de que nunca antes había aceptado una demanda de un Estado contra otro.

La reconstrucción de la confianza podría permitir un entendimiento directo sobre esos asuntos. De hecho, el gobierno colombiano le envió una carta a la CIDH donde pide suspender de manera temporal el proceso, mientras Bogotá y Quito avanzan hacia un acuerdo sin su intervención. 

Alertas comerciales 

Ecuador es el tercer destino de las exportaciones colombianas con valor agregado (química básica, maquinaria y equipo, jabones, cosméticos, vehículos y autopartes, combustibles minerales, plásticos y manufacturas), después de Estados Unidos y China. 

El mercado ecuatoriano ha ayudado en cierta medida a compensar las pérdidas de ventas en Venezuela. Pero el reciente aumento de las exportaciones colombianas (1.257 millones de dólares en 2009 a 1.824 en 2010) de nuevo podría verse afectado, pues ante el aumento del déficit en su balanza comercial, Ecuador quiere reducir el ritmo de salida de divisas. 

La Corporación ecuatoriana promotora de Exportaciones e Inversiones (CORPEI) y la Cámara Colombo Ecuatoriana de Industria y Comercio están promoviendo entre los gobiernos y los empresarios de los dos países diversas iniciativas dirigidas a construir un comercio bilateral más equilibrado [1].

Esas propuestas fueron analizadas por los cancilleres en Bogotá el 24 de febrero; un mes después fueron presentadas en un encuentro de miembros ecuatorianos y colombianos del Foro Andino-Estadounidense, y luego, el 5 de mayo, en un foro en Bogotá con diversos sectores colombianos, con ocasión de la visita del presidente Correa.

CORPEI y la Cámara consideran esencial el aumento y redireccionamiento de las inversiones colombianas en Ecuador hacia sectores que cuentan con estímulos, porque son considerados prioritarios.

Al mismo tiempo, Ecuador está dispuesto a atender necesidades o deficiencias coyunturales colombianas como, por ejemplo, las generadas por el invierno, que le permitirían vender a nuestro país productos como maíz, arroz, cacao y café, o favorecerían el que la industria colombiana utilice sus productos como materia prima.

La canciller Holguín ha explicado, sin embargo, que debido a los convenios con los arroceros colombianos no es posible importar grandes cantidades de arroz y sólo se autoriza un cupo de 40.000 toneladas para ser comercializadas en la Comunidad Andina (CAN) con Ecuador y Perú.

CORPEI y la Cámara proponen establecer líneas de crédito colombiano, misiones comerciales, ruedas de negocios, acuerdos con supermercados para promocionar productos ecuatorianos y un sistema bilateral de compensación de pagos que elimine los costos financieros de las transacciones internacionales y los riesgos de la tasa de cambio.

También resultan indispensables, la reducción de los costos del transporte terrestre, la baja en las tarifas aéreas y el impulso al turismo binacional, particularmente hacia el Ecuador.

Más que un comercio administrado, aclaran los promotores, se trataría de la planificación de oportunidades económicas a ambos lados de la frontera. La idea es generar nuevos negocios y alianzas empresariales que aumenten la competitividad de los dos aparatos productivos, el mejor aprovechamiento de la complementación de las economías y los diversos encadenamientos de las exportaciones de ambos países.
Desarrollo e integración fronteriza 

Desde el 7 de abril de 2011, las cancillerías pusieron en marcha un grupo de trabajo donde participan sus oficinas de planificación y fronteras, de un lado la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES) y el Plan Ecuador, y del otro el "Plan fronteras para la prosperidad" de Colombia, grupo que debe coordinar el proceso de elaboración y puesta en marcha del plan binacional "Fronteras para la prosperidad y el buen vivir". 

El plan combina de manera novedosa una amplia gama de ocho principios contenidos en los planes de desarrollo de cada país, "El buen vivir" de Ecuador y "Desarrollo y prosperidad para todos" de Colombia:

  • desarrollo sostenible e integral.
  • derechos humanos y de la naturaleza.
  • políticas públicas diferenciadas.
  • coordinación y liderazgo central con visión local.
  • enfoque territorial y sostenible.
  • soberanía.
  • amplia participación.
  • reciprocidad.

Para construir una cultura de paz, desarrollo económico y social e integración, el plan contempla seis prioridades:

  • ambiental.
  • económico-productiva.
  • social.
  • innovación y tecnología.
  • infraestructura.
  • gestión de riesgo

Y se han identificado cuatro ejes transversales:< /p>

  • participación incluyente.
  • prácticas de buen gobierno.
  • fortalecimiento institucional y
  • perspectiva intercultural.

La metodología para aplicar esos principios, prioridades y ejes ya definidos, parte del trabajo de mesas temáticas en las tres subregionales naturales (amazónica, andina y del Pacífico) que deben participar en las once fases contempladas para la construcción del plan binacional:

  • identificación de actores.
  • evaluación social.
  • definición de líneas de acción.
  • formulación de proyectos.
  • evaluación técnica de proyectos.
  • gestión y consecución de recursos.
  • consulta previa y socialización de programas y proyectos.
  • formalización de acuerdos.
  • ejecución y seguimiento con rendición de cuentas.
  • adopción de mecanismos para la sostenibilidad, y
  • evaluación final.

El proyecto más significativo de los que han tenido algún avance es el de infraestructura, acordado el pasado 24 de febrero, que cuenta con 300.000 dólares de la Corporación Andina de Fomento [CAF], para los estudios sobre el nuevo puente de Rumichaca, postergado por años de distanciamiento y tensión, a pesar de ser indispensable para fortalecer el comercio y el turismo binacional. 

En conclusión 

Por fortuna, terminaron las estériles recriminaciones mutuas entre Ecuador y Colombia. Cada país parece dispuesto a considerar las necesidades y posibles contribuciones de su contraparte. Avanzan de nuevo siete dimensiones cruciales de las relaciones binacionales (diplomática, vecinal, de seguridad, humanitaria, demandas, comercio, desarrollo e integración fronteriza) en las que se había retrocedido por causa de las tensiones, al haber echado por tierra acuerdos y haber paralizado mecanismos para tramitar una agenda abigarrada de asuntos complejos. Ahora estos nexos muestran no sólo una indudable recuperación, sino redireccionamientos importantes. 

Hay que resaltar dos avances significativos:
el empuje simultáneo a buena parte de los temas mediante el diálogo permanente entre todos los ministerios implicados y de las comisiones vecinales y militares, y la construcción de dos planes binacionales, uno de seguridad y el otro de desarrollo e integración fronterizos.
Asimismo, hay tres ejes cruciales que deben ser fortalecidos. Los dos primeros, muy ligados entre sí: los asuntos fronterizos, que recibieron los mayores daños y costos de la tensión, y los problemas de seguridad, agravados por la debilidad de los Estados y por la parálisis de su acción conjunta. El tercero, la urgencia de reequilibrar el comercio binacional. Así, el reencuentro colombo-ecuatoriano no solo sería rápido, sino sólido y durable. 

 

*Cofundadora de Razón Pública. Para ver el perfil de la autora, haga clic aquí.

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