Algunas entidades no reportan en el SECOP. Si lo hicieran, se detectaría mejor la corrupción en los contratos públicos, que se concentran en unas pocas instituciones.
Luis Carlos Calixto Rodríguez*
El coeficiente de Gini y el SECOP 
El coeficiente de Gini es una herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo de tiempo determinado.
El Sistema de Contratación Pública (SECOP) está a cargo de la Agencia de Contratación Estatal Colombia Compra Eficiente.
Uno de los propósitos del SECOP es sincronizar la oferta y la demanda de este mercado. En el lado de la oferta están las empresas y personas que prestan sus conocimientos y experiencias para proveer bienes y servicios públicos. En el lado de la demanda, las entidades públicas nacionales y territoriales que necesitan un bien o servicio.
Por lo tanto, ministerios, superintendencias, alcaldías o gobernaciones deben contratar los bienes y servicios necesarios para cumplir el plan de gobierno. Las empresas, por su parte, deben cumplir las condiciones del contrat0: experiencia acreditada, conocimiento en el sector y presupuesto.
Transparencia y corrupción en contratos estatales
En textos anteriores analicé la información del SECOP sobre entidades nacionales entre 2008 y 2020. El propósito fue construir, mediante el coeficiente de Gini, indicadores que den señales y alertas acerca de transparencia, corrupción y concentración del presupuesto de la contratación.
En esta oportunidad, para analizar las entidades nacionales más detalladamente, se analiza el comportamiento del Gini según dos variables importantes de cada entidad nacional:
- a cuál sector pertenece;
- si es un órgano de control (Contraloría, Procuraduría, Defensoría o Fiscalía) o un órgano autónomo (Corporaciones Autónomas Regionales o el Banco de la República, entre otros).
Al SECOP le falta información
Al analizar la información del sector y estimar el Gini, se encuentra una primera lección para el SECOP: le falta información del sector y necesita incluirla.
Para eso no necesita ningún sistema informático avanzado; simplemente debe solicitar a Función Pública la lista de entidades nacionales con su respectivo sector, para luego cruzar la información y determinar el sector de cada entidad.
Dentro del SECOP, la tarea sería darles una identificación. Al cruzar esta información, una alerta consistiría en
- que una entidad nacional figure en el SECOP pero no en Función Pública;
- que una entidad figure en Función Pública pero no en el SECOP.
En la base de Función Pública hay 290 entidades del orden nacional; pero en la base del SECOP apenas hay 219 entidades: una diferencia de 71 entidades que, por lo tanto, no están reportando en el SECOP.
Sería muy importante saber por qué.
Las entidades tienen que identificarse claramente
Hablar el mismo lenguaje favorecería al SECOP y, además, a todos los sistemas de información en Colombia —por lo menos, hablar el mismo lenguaje para identificar a cada entidad—.
Por ejemplo, el NIT es la variable que permite cruzar las bases de datos del SECOP con las de Función Pública; pero hay entidades que, aunque sean las mismas, tienen NIT diferentes. Por lo tanto, no se puede usar el NIT para cruzar estas bases de datos.
Claramente, esto complica el análisis, porque toca comparar entidad por entidad para cruzar la información adicional de Función Pública que no esté en el SECOP.
Los principales resultados de estos controles serían la eficiencia en el gasto público, mejores políticas públicas y avances en las políticas sociales.
Esto es alarmante para el SECOP y para Función Pública; pero también para todas las entidades públicas que manejen información y necesiten cruzar bases de datos: no las pueden cruzar automáticamente, por estas fallas de interoperabilidad entre los sistemas de información.
A Función Pública también le falta información
Función Pública no tiene toda la información necesaria para cruzar datos y completar lo que le falta al SECOP. Esto da aún más razones para que las entidades tengan información básica en sus sistemas.
El Gini en la contratación de los sectores principales
A pesar de este problema, se contrastó la información y se estimó el Gini en los sectores principales, entre 2008 y 2020, considerando la variable de valor total con adiciones del contrato. Esto incluye el Gini de cinco sectores.
Cuadro 1. Contratos de sectores principales
Ambiente y Desarrollo Sostenible | 30.285 contratos |
Inclusión Social y Reconciliación | 24.822 contratos |
Defensa | 23.550 contratos |
Trabajo | 9512 contratos |
Hacienda y Crédito Público | 7745 contratos |
Estos sectores reúnen el 73,42 % de los contratos analizados.
La gráfica 1 recoge el comportamiento histórico del Gini para estos 5 sectores. Se puede observar lo siguiente:
- los Gini de Defensa, Ambiente y Hacienda tienen un comportamiento similar y estable: rondan un promedio de 0,85;
- el sector de Trabajo tiene un Gini promedio de 0,82;
- el sector de Inclusión Social tiene un Gini promedio 0,767, sector que da indicios de una tendencia decreciente leve.
Las demás tendencias son estables. Esto preocupa, porque es claro que la estimación del Gini es alta, sin importar el sector.

Gini en la contratación de órganos de control y órganos autónomos
Ahora hay que analizar el Gini de los órganos de control y los órganos autónomos. Aquí entran entidades como las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), el Banco de la República y las “-ías” —Fiscalía, Contraloría, Procuraduría y Defensoría—.
La gráfica 2 muestra los resultados históricos: se estima un promedio para todo el periodo de 0,86 —0,03 puntos más que el promedio estimado para los cinco sectores de la gráfica 1—.
Se observan comportamientos similares entre ambos sectores, pero hay una leve diferencia: 0,011 puntos.
Cuadro 2. Promedio de coeficiente Gini en órganos de control
Órganos de control (las “-ías”) | 0,856 |
Órganos autónomos (como las CAR) | 0,867 |

Conclusiones: necesitamos más transparencia y mejor gasto público
Estas y las anteriores columnas sobre el SECOP llevan a varias conclusiones:
- Se debe revisar la información de las variables presupuestales: extrañamente, se pierde mucha normación por contratos que indican un valor de 0.
- No todas las entidades nacionales están reportando al SECOP.
- Se puede mejorar el sistema de información con cambios pequeños, que no exigen desarrollos informáticos avanzados.
- Por más filtros que se hagan —ya sea por entidades, sector, tipo de régimen, tipo de contrato y clasificaciones orgánicas—, hay una alta distribución del Gini en la contratación pública. A las entidades les corresponde explicar esto.
- Si se cruzara esta información, serviría como alerta sobre riesgos de corrupción y transparencia en la contratación pública.
Los principales resultados de estos controles serían la eficiencia en el gasto público, mejores políticas públicas y avances en las políticas sociales.
*Este artículo hace parte de la alianza entre Razón Pública y la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas son responsabilidad de los autores.