Clasificó Colombia: las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018 - Razón Pública
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Clasificó Colombia: las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018

Escrito por David Quitián
Partido por eliminatorias al mundial de Rusia entre Colombia y Perú.

Partido por eliminatorias al mundial de Rusia entre Colombia y Perú.

David QuitianLa clasificación desató una euforia que ratifica la posición privilegiada del fútbol en nuestra sociedad. Pero también quedó ratificado el peso de Brasil, Argentina y Uruguay, que deja apenas cupo y medio para disputar entre siete aspirantes.  

David Quitián*

Un país en una cancha  

Las dos primeras semanas de octubre en Colombia pueden resumirse con pocas palabras: Selección, David Ospina, James Rodríguez, Radamel Falcao, Néstor Pékerman, Paraguay, Perú, Rusia y repechaje.

La agenda mediática giró en torno al nacionalismo publicitario y el fútbol como mercancía, una apuesta que no funcionaría si no hubiese consumidores y audiencias dispuestos a recrearla a través de otros medios de comunicación.

Esta situación fue tipificada por el etnólogo francés Marcel Mauss como un “hecho social total” esto es, un episodio de la vida social donde se expresan con potencia todos los rasgos que distinguen a una comunidad. Ejemplos de estos hechos son:

  • las jornadas de votación
  • los carnavales y
  • los sucesos deportivos de gran repercusión como la participación de Colombia en el Mundial de Brasil 2014 y la victoria de Nairo Quintana en la Vuelta a España 2016.

Este fenómeno fue un hecho social total en Sudamérica. Al menos en cinco países (Argentina, Chile, Paraguay, Perú y Colombia) las audiencias de manera inusual prestaban atención a lo que acontecía con su Selección al mismo tiempo que a lo que ocurría en otros países, en otros estadios, con otros rivales, de los que también dependían para lograr la meta perseguida por todos: clasificar a la Copa Mundo del año entrante en Rusia. 

Esta situación fue compartida con toda Latinoamérica a través de canales de televisión como Fox Sports, un claro ejemplo de globalización que académicos de la región como el ecuatoriano Fernando Carrión y el boliviano Sergio Villena han llamado Fox-balización y Gol-balización respectivamente.     

Se juega como se vive

Partido por eliminatorias al mundial de Rusia entre Colombia y Perú.
Partido por eliminatorias al mundial de Rusia entre Colombia y Perú. 
Foto: Tv Perú Informe 

Considerar que el fútbol es un reflejo de la sociedad y que por tanto la selección nacional es una metáfora (una personificación en cuerpo ajeno) o una metonimia (una representación del todo a través de una de sus partes) de la patria resulta llamativo.

Según el criterio anterior, el cual tiene amplia aceptación, la forma como juegan nuestros futbolistas, como se comportan dentro del campo y como lidian con sus derrotas y victorias, son expresiones del “ser nacional”. Una frase que resume esta percepción, es la del entrenador Francisco Maturana: se juega como se vive. 

La forma como juegan nuestros futbolistas, como se comportan dentro del campo y como lidian con sus derrotas y victorias, son expresiones del “ser nacional”.

A estas creencias que condicionan las formas de sentir, pensar y obrar, el sociólogo francés Emile Durkheim las llamó “representaciones sociales”. Dispositivo cultural con relativo poder decisorio y en virtud de los cuales es posible  que algunas veces la patria sea la Selección.

En este orden de ideas la “representación social” que hoy domina en Colombia consiste en la creencia de que la nación está encarnada en un puñado de hombres jóvenes, con notables habilidades atlético-futbolísticas, que vivían en condiciones regulares, de escasa escolaridad, con un buen número de afrocolombianos y cero indígenas, de regiones diferentes, que ahora viven en el exterior y poseen un considerable capital cultural y económico.

Es la patria construida en clave masculina y de gesta heroica (antes militar-partidista, ahora deportiva) que ahora se exacerba en tiempos de Eliminatorias, y que tiene como antecedentes los intentos de pacificación nacional y recreación deportiva de la patria vía fútbol de “El Dorado” y Vuelta a Colombia en bicicleta en la época de La Violencia (1946- 1958), como se detalla en mi tesis doctoral.

El mensaje de Falcao a los peruanos en los últimos minutos del partido en Lima responde al arquetipo nacional -y latinoamericano- del “avivato” que genera admiración o decepción según haga uso de su “malicia indígena”. A partir de allí se han producido discursos que hablan de la supervivencia de la nación mediante una estrategia de resistencia o fracaso: la “vía del atajo”.

Supremacías y villanías

En términos futbolísticos, los tres primeros clasificados-Brasil, Uruguay y Argentina- son también las selecciones más poderosas de la región: entre las tres suman nueve títulos mundiales que se contraponen a las 10 copas que colecciona el continente europeo.

Brasil ratificó su lugar hegemónico en las Eliminatorias, fue primero en todo. Le sacó 10 puntos al segundo en la tabla (Uruguay) y 29 unidades al último (Venezuela). Fue la primera selección del planeta –con la excepción del local Rusia- en clasificar al Mundial y sigue siendo la única que asistió a todas las Copas para selecciones absolutas de la FIFA.  

A su vez, la selección Chilena logró desplazar del lugar de “villana” a la Argentina. A esa imagen del fútbol argentino, representado en las palabras “marrulla” en español y “catimba” en portugués, le surgió como rival la animadversión creciente a la supuesta arrogancia chilena por los títulos consecutivos en las Copas América de 2015 y Centenario de 2016 (ambas obtenidas ante Argentina). Como resultado de lo anterior, los memes que circularon en redes sociales celebrando la eliminación chilena y ridiculizando a sus jugadores fueron tendencia en toda América Latina.      

Eso no significó que la representación social de Argentina como la villana que recurre a cualquier medio para la victoria desapareció: después del festejo por el descalabro chileno, el otro tema de tendencia internacional entre la comunidad de internautas futboleros fue la sospecha por la clasificación albiceleste ante los ecuatorianos en Quito. Las razones para que los aficionados desconfiaran surgieron después de la visita del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en días previos a las dos jornadas finales de Eliminatorias, y a sus declaraciones de admiración al fútbol argentino y la decepción ante un posible Mundial sin Messi.      

A comer ensalada rusa

Mundial de Rusia 2018.
Mundial de Rusia 2018. 
Foto: Deportv

El cupo entre los 32 seleccionados que disputarán la próxima Copa Mundo en Rusia tuvo un capítulo final que revivió algunos fantasmas que reaparecen todo el tiempo: la falta de “mentalidad” ante los grandes retos y el “dejar todo para última hora” son dos de los más destacados.

Esa desconfianza en la fortaleza mental del colombiano fue el motivo por el cual la Federación Colombiana de Fútbol, de mutuo acuerdo con el cuerpo técnico argentino, invitó al “Sobreviviente de los Andes”, Carlos Páez, a dar una charla de motivación en horas previas al decisivo partido en Lima.  

Otra característica del discurso fue la relativización de las posiciones. A raíz de la derrota ante los “guaraníes”, un sector de la prensa y de la afición pidió la salida del director técnico Néstor Pékerman y el cambio de Barranquilla como sede para las próximas Eliminatorias. Voces que perdieron fuerza tras el empate ante los peruanos y la resolución dramática del grupo de clasificados directos y por repechaje.

Con su clasificación, Colombia convalidó el lugar en el contexto internacional del fútbol: en Sudamérica es la tercera liga en importancia después de la brasilera y la argentina; clubes como Atlético Nacional e Independiente Santa Fe ganaron copas internacionales; el país está entre las diez naciones que más exporta jugadores en el mundo y hasta hace poco figuraba en el top ten del ranking de la FIFA.

Conclusiones en tiempo de reposición

En el fútbol de hoy, donde se han acortado las distancias, competencias como las Eliminatorias siempre serán dramáticas. Y no es porque los ‘grandes’ hayan bajado de nivel, sino porque los ‘chicos’ lo han mejorado. Sin embargo, la tradición no es sólo historia: se trata de saber jugar, así que los equipos de mayor bagaje son quienes siempre clasifican.

Es la patria construida en clave masculina y de gesta heroica que ahora se exacerba en tiempos de Eliminatorias.

Es contraevidente afirmar que las Eliminatorias de Conmebol son las más difíciles: de diez participantes van siempre cinco (el del repechaje siempre gana el duelo y clasifica). No obstante es válido decir que esa dificultad sólo aplica para selecciones de la región sin tradición: fuera de Brasil que siempre va y de Argentina y Uruguay que son invitados fijos del último tiempo. Así queda tan solo un cupo y medio para otros siete aspirantes. 

El juego de la Selección demostró una vez más que fuera de la guerra, las elecciones y las fiestas decembrinas, el fútbol es el verdadero ritual nacional. Esta institución hace eficaz cualquier mensaje que se trasmita por medio de ella, y como hecho social total hace imposible que escapemos de ella cuando se manifiesta.

Doctor en Antropología de la Universidad Federal Fluminense (Brasil), profesor de sociología de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y miembro de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos (Acord).

 

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