¿Caerá Lenín Moreno?: radiografía de una crisis en el Ecuador - Razón Pública
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¿Caerá Lenín Moreno?: radiografía de una crisis en el Ecuador

Escrito por Mauricio Jaramillo-Jassir
El presidente Moreno está enfrentando una crisis por cuenta de seguir las recomendaciones del FMI y eliminar los subsidios a los combustibles.

Mauricio JaramilloDespués de diez años de relativa estabilidad, Ecuador vuelve a la incertidumbre y a la crisis política y económica. ¿Cuáles son los motivos y las salidas que tiene Lenín Moreno?

Mauricio Jaramillo Jassir*

Un pueblo indomable

Las movilizaciones en Ecuador han puesto en entredicho la gobernabilidad del presidente Lenín Moreno y han sumido al país en una profunda crisis económica. Después de diez días, los manifestantes y el Gobierno acordaron sentarse a negociar. Pero la crisis no da tregua.

Esa situación recuerda épocas pasadas, cuando Ecuador adquirió la fama de país más inestable de la región. Basta recordar que entre 1996 y 2005, Ecuador tuvo nueve presidentes y que, en la noche del 7 de febrero de 1997, cuando el Congreso destituyó a Abdalá Bucaram, tres mandatarios pasaron por el Palacio de Carondelet.

Además, las causas de las movilizaciones actuales traen a la memoria la caótica situación que condujo a las destituciones de Bucaram, en 1997, de Jamil Mahuad, en 2000 y de Lucio Gutiérrez, en 2005. Sin embargo, la coyuntura actual tiene al menos una novedad: por primera vez se pone a prueba la Constitución de 2008, tal vez el activo político más representativo del correísmo.

Durante su mandato, Rafael Correa mantuvo la estabilidad política y logró un desempeño económico más que aceptable. Pero para muchos, eso se consiguió a expensas del Estado de derecho y con claras muestras de autoritarismo.

¿Logrará el Gobierno de Lenín Moreno controlar lo que parece ser un pueblo indomable?

Las causas de la inestabilidad en los 90

En los años 70, Ecuador entró en la era democrática como pionero de la llamada tercera ola de democratización en América Latina. En esa década, Ecuador fue el primer país sudamericano en dejar atrás un gobierno militar e instalar un sistema liberal con garantías democráticas.

El sistema pareció funcionar hasta 1996, aunque desde antes asomaban algunas crisis políticas. Ese año, el sistema empezó a resquebrajarse y varios gobernantes elegidos por voto popular no pudieron terminar su mandato.

Esa situación recuerda épocas pasadas, cuando Ecuador adquirió la fama de país más inestable de la región.

Dicha inestabilidad tuvo, principalmente, tres causas:

  1. La imposibilidad de que el Congreso y el presidente conformaran una coalición de gobierno estable. Por lo general, los presidentes tomaban medidas impopulares, y algún partido poderoso, interesado en salvar su reputación para las próximas elecciones, lo abandonaba. Dichas rupturas condicionaron la gobernabilidad e hicieron inviables muchos gobiernos.
  2. Las medidas neoliberales que adoptaron los diferentes gobiernos. Esta fue la década del Consenso de Washington y del desmonte del Estado. En consecuencia, Ecuador retrocedió en términos socioeconómicos y aparecieron los primeros signos de nostalgia por los gobiernos militares. Muchos de ellos habían tenido una extraña vocación progresista: habían adoptado el primer código laboral, la reforma más ambiciosa a la tenencia de la tierra y una política de bienestar basada en el endeudamiento.
  3. La falta de participación de las comunidades indígenas en la transición a la democracia. La Constitución de 1979 se redactó bajo la influencia militar que pretendía la homogenización del país, de modo que la cuestión indígena ni siquiera fue tenida en cuenta.
¿Podrá el presidente Moreno aguantar la presión de las protestas?

Foto: Wikimedia Commons
¿Podrá el presidente Moreno aguantar la presión de las protestas?

Rafael Correa

La “Revolución Ciudadana”, como se denominó el periodo de reformas entre 2007 y 2017 bajo el mando de Correa, cambió la historia de Ecuador.

Alianza PAIS (AP), el partido de Correa, consiguió superar el bloqueo en el Congreso apelando a una refundación constitucional. Según este partido, la única solución a los problemas de Ecuador consistía en adoptar un nuevo modelo político y económico.

Las intenciones de la Constitución de 1998 habían fracasado: Ecuador atravesaba la peor crisis económica de su historia —lo que acabó con la gobernabilidad— y los indígenas, que habían impulsado la constitución, fueron excluidos y el proceso quedó en manos de los partidos políticos tradicionales.

Pero el gobierno de Correa no mejoró el panorama para las comunidades indígenas. Desde su levantamiento de 1990, el peor momento para la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y el partido político Pachakutik fueron los diez años de Correa.

Durante el gobierno de Correa, Alianza PAIS se unió con gran parte de los movimientos sociales progresistas que en el pasado habían simpatizado con el indigenismo. Y así, las comunidades indígenas perdieron relevancia pública y poder de convocatoria.

Eso sí, el matrimonio entre AP y los movimientos de base se erosionó poco a poco, hasta que en 2015 el Congreso aprobó la reelección presidencial indefinida. Entonces, el correísmo vivió su más duro revés en términos de legitimidad.

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Lenín Moreno

Con la elección de Lenín Moreno, se esperaba un gobierno menos pendenciero y sin los niveles de personificación del pasado reciente.

No obstante, nadie preveía un giro tan drástico en materia de política económica. Moreno ha acatado al pie de la letra las fórmulas del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre reducción del déficit fiscal, sin importar el costo social. Y a juzgar por el pasado de Ecuador, esa parece ser una gestión suicida.

Las protestas en Ecuador llevan días y podrían acabar con la salida del presidente Lenín Moreno.

Foto: Wikimedia Commons
Las protestas en Ecuador llevan días y podrían acabar con la salida del presidente Lenín Moreno.

Además, su cercanía con el Partido Social Cristiano y la derecha ecuatoriana resulta muy difícil de justificar, pues, aunque está distanciado de Correa, Moreno sigue gobernando bajo las banderas de Alianza PAIS.

Crisis y pérdida de legitimidad

En todo caso, con la decisión de eliminar el subsidio de los combustibles, Moreno parece haber cruzado una frontera muy riesgosa. Esa decisión tendrá efectos nefastos sobre la calidad de vida de millones de ecuatorianos.

Moreno ha acatado al pie de la letra las fórmulas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Como si fuera poco, también el Congreso ecuatoriano ha perdido legitimidad, sobre todo por las decisiones de algunos asambleístas del oficialismo que:

  • Votaron a favor de abandonar la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), cuando hasta hace poco apoyaban efusivamente a Correa en su proyecto regional.
  • Y se abstuvieron de votar el proyecto de ley sobre el aborto, a pesar de haber anunciado previamente un apoyo a su urgente flexibilización, en un país donde las mujeres se someten a prácticas irregulares y clandestinas por miedo al castigo penal. Se trata de una de las deudas más importantes del gobierno anterior, pues con Correa al mando, cualquier modificación a la ley en esta materia era simplemente imposible.

Hoy, con el retorno de los indígenas a la política y con una credibilidad por el suelo, a Lenín Moreno solo le quedan dos opciones: o bien negociar con los indígenas y retroceder en buena parte de las medidas neoliberales, o jugársela y tratar de mantener el apoyo de la derecha representada por el Partido Social Cristiano y Creo. Sin embargo, el apoyo de estos dos aliados está condicionado por sus aspiraciones a las elecciones presidenciales de 2021. Esto quiere decir que no estarán dispuestos a hundirse junto con el actual mandatario.

Nuevamente los militares están jugando un papel preponderante en los asuntos políticos en Ecuador.

Foto: Facebook Fuerzas Militares de Ecuador
Nuevamente los militares están jugando un papel preponderante en los asuntos políticos en Ecuador.

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Los márgenes son cada vez más estrechos y Ecuador se sume de nuevo en la incertidumbre. Como en épocas pasadas —las peores para muchos ecuatorianos—, los militares tendrán la última palabra como árbitros de la política. Esta circunstancia solo puede ser leída como un retroceso, luego de años de intensa democratización.

* Profesor de la Universidad del Rosario. @mauricio181212

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