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Brasil: gana el presidente, pierde el país

Escrito por Mario Luis Grangeia

Michel Temer, presidente de Brasil.

Mario Luis GranjeiaAbsuelto contra toda evidencia, el presidente de un país en problemas se mantiene todavía en el poder. ¿Cuáles serán las salidas de esta crisis -y cuánto tiempo más puede durar-? Un análisis de los cuatro escenarios previsibles.     

Mario Luis Grangeia*

Episodios increíbles 

Es difícil imaginar un país donde el jefe de gobierno sigue en el poder pese a la evidencia de que hace poco tiempo cometió tres delitos muy graves: corrupción, obstrucción de justicia y pertenencia a una organización criminal. Pero en Brasil la imaginación es libre como el viento.

Otra prueba de lo inimaginable: no obstante la abundancia de pruebas en su contra, este viernes el Tribunal Superior Electoral (TSE) absolvió al presidente Michel Temer y a la expresidente Dilma Rousseff de otra acusación – abuso de poder político y económico en la campaña de 2014-. La condena habría implicado la anulación del mandato de Temer, y ni él ni la ex presidenta (destituida en un juicio político hace un año) habrían podido participar en las próximas elecciones.

Más importante: el presidente para el resto del período de Temer (hasta el 1 de enero de 2019) tendría que haber sido escogido por los senadores y diputados (muchos de ellos acusados por delitos graves). La Constitución solo contempla la convocatoria a nuevas elecciones populares cuando la vacancia se produce durante la primera mitad del mandato.

En mayo pasado, Temer parecía estar en una crisis que amenazaba con poner fin a su gobierno, de cuyos retos iniciales me ocupé en esta misma revista. Pero esas apariencias han resultado engañosas. Y peor: la continuidad de un gobierno reconocido por la corrupción y por su serie de medidas sin aceptación popular (como reformas en la seguridad social y en la legislación laboral), es una pérdida de grandes dimensiones.

La crisis política empezó con la divulgación de un diálogo entre el presidente y el empresario del gigante de la carne JBS, Joesley Batista, que hace meses está envuelto en sospechas de corrupción y otros crímenes y ha reunido pruebas de sobornos entregados a diversos políticos, como un diputado de confianza de Temer que fue sorprendido por la policía con medio millón de reales (153.000 dólares).

Uno de los argumentos de los abogados de Temer ante el TSE es la frágil situación económica del país.

La grabación realizada por Batista fue utilizada por la Fiscalía para pedir que Temer sea investigado por los tres crímenes que mencioné más arriba. Otra situación difícil de imaginar en ese mundo: después de pedir (y obtener) un plazo mayor para responder por escrito las 82 preguntas de los investigadores, el presidente se negó a responderlas – así tenga ese derecho, su silencio no señala algo bueno-

A propósito, las señales de un fin inminente del gobierno Temer circulaban por todos los rincones de Brasilia. Las reacciones negativas de las élites económicas y políticas fueron inmediatas, incluyendo debates de nombres para sucederlo y la orden de impeachment (juicio de destitución) presentada contra él por la Orden de los Abogados de Brasil. Y por su parte las poblaciones de grandes ciudades han hecho manifestaciones donde se incluyen tumultos violentos en Brasilia y reclamos por elecciones directas inmediatas en Rio de Janeiro y Sao Paulo.

Las salidas

Petrobras, empresa petrolera brasileña.
Petrobras, empresa petrolera brasileña. 
Foto: Wikimedia Commons 

¿Cuáles serían las salidas para la crisis política brasileña?

Como sugiere el diagrama siguiente, yo creo que hay dos variables principales en juego: la duración de la crisis (corto o largo plazo) e intervención de Temer (explícita u oculta/ausente):

Oculta/ausente                               Intervención de Temer                                              Explícita 

Corto plazo

Duración de la crisis

Anulación del mandato

Renuncia

Largo plazo

Destitución por impeachment

Reordenamiento de fuerzas

 

1. Anulación del mandato: hipótesis recién eliminada

Muchos analistas en Brasil han creído que el mandato de Temer sería anulado en el juicio ante el TSE por presiones para abreviar la crisis política y sus efectos económicos colaterales. Pero el juicio, como dije, favoreció a Temer (4 votos contra 3). Para los lectores que no conozcan los  antecedentes de ese juicio, vale la pena resumirlos:

  • Después de la elección de 2014, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), -cuyo candidato presidencial Aécio Neves hoy está alejado de la Cámara Alta por revelaciones de corrupción del empresario de JBS- demandó las elecciones por ilegalidades en la financiación de la campaña de la alianza entre Rousseff y Temer;
  • Durante los últimos meses, los abogados de Temer defendieron la división del juicio, alegando que el candidato a vicepresidente ignoraba las fuentes de financiamiento de la campaña y tuvo cuentas separadas de las de Rousseff;
  • Las noticias más recientes daban cuenta de que, con dos nuevos magistrados postulados por Temer, el TSE tendería a absolverlo de las acusaciones, dando fin a ese foco de posible inestabilidad política;
  • Desde que se hizo pública la conversación del presidente con Batista y el gobierno Temer entró en su crisis más aguda, se han intensificado los rumores de que la corte electoral cambiaría su tendencia, condenando Temer y anulando su mandato;
  • Pero al final de cuentas, el presidente consiguió los votos mínimos para mantenerse con su mandato.

Uno de los argumentos de los abogados de Temer ante el TSE es la frágil situación económica del país – lo cual implicaría absolverlo por razones políticas y no solo jurídicas-.  Pero esos abogados no notaron que el absolver a Temer contra toda evidencia bien podría haberse vuelto aún más precaria la muy difícil situación económica y social.

Más aún: el fallo más reciente resultado de la corte electoral es también un retroceso en lo que parecía un camino irreversible contra la corrupción. Es evidente que los sectores corruptos y corruptores ahora intentarán frenar nuevos avances contra sus intereses (para las próximas semanas se esperan nuevas contrademandas e intentos de retroceso).

2. Destitución por juicio político: imposible hoy

Tribunal Superior Electoral que decidió en votación de 4-3 mantener en el poder a Temer
Tribunal Superior Electoral que decidió en votación de 4-3 mantener en el poder a Temer
Foto: Tribunal Superior Electoral

Está sería la repetición del proceso que derrocó a Rousseff, pero estoy convencido de que no tendrá lugar: el proceso tomaría demasiado tiempo, y ningún actor con más poder político y económico tiene interés en una crisis política prolongada. Por esta razón no creo que el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, de curso a alguno de los 13 o más pedidos de juicio político contra Temer que ha recibido (y que él mismo apoya)

Pero si algún hecho imprevisto llevase la Cámara Baja a autorizar el juicio político ante la Cámara Alta, Temer quedaría suspendido como presidente durante por 180 días y Maia asumiría el poder provisionalmente. Después, como pasó con la presidente anterior, la Cámara Alta decidiría si Temer pierde o no su mandato.

Además, un juicio político es una salida excepcional y los políticos evitarían utilizarla dos veces bajo un mismo período presidencial. Según Aníbal Pérez-Liñán, quien había previsto que la destitución de Rousseff podría ser el inicio de una crisis política, hay cuatro factores necesarios para un juicio político y los cuatro han convergido en los siete casos ocurridos en Latinoamérica entre 1992 y 2015:

  • crisis económica;
  • gran escándalo de corrupción;
  • movilización popular, y
  • falta de apoyo en el Congreso.

Lo crucial para Temer hoy sería mantener su apoyo parlamentario y minimizar riesgos de protestas.

3. Renuncia: negada por Temer

Esta hipótesis es bastante remota, puesto que el anuncio implicaría una confesión de culpa y él presidente se esfuerza para evitar que lo investiguen, lo juzguen y lo condenen.

Lo crucial para Temer hoy sería mantener su apoyo parlamentario y minimizar riesgos de protestas.

En los días siguientes a la difusión de las confesiones judiciales del grupo JBS, Temer declaró que no renunciaría y que su permanencia permitiría el avance de las reformas en la seguridad social y en la legislación laboral, necesarias, según él y sus aliados, para poner fin a la crisis económica de los últimos tres años (es lamentable que la reducción del desempleo – que afecta más de 14 millones de ciudadanos – no sea una prioridad tan declarada como aquellas).

Todo indica que la renuncia no va ocurrir, pero no se puede descartar si nuevos factos presionaran a Temer en esta dirección. En este caso el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, aliado de Temer, tendría 30 días para convocar la elección indirecta es decir, la que efectuaría el Congreso.  Los nombres más citados para esta disputa serían de continuidad, vale decir comprometidos con las medidas económicas sin apoyo popular, pero con apoyo de los sectores financiero y empresarial.

4. Reordenamiento de fuerzas: más probable sin una nueva crisis

La hipótesis más deseada por Temer sería reordenar su base de apoyo político para mantenerse en la presidencia.

Pero aquí debo notar que la insatisfacción popular ante las revelaciones contra Temer y el fallo contraevidente del TSE ha aumentado con rapidez y aun entre sectores que le eran favorables, como se ve en los medios de comunicación (algunos, como el grupo Globo, han solicitado su renuncia).  Aunque Temer recupere el apoyo de parlamentarios, empresarios y otros sectores, su permanencia sin duda debe atraer protestas populares de grandes dimensiones.

Y así, aun en contravía del interés de las élites, la crisis política podría prolongarse…

Esta “salida” parecía insostenible hasta hace poco, pero ahora no se puede descartar, menos aun cuando las negociaciones dentro del grupo en el poder parecen no haber llevado a un nombre seguro para asumir la presidencia, en elección indirecta, hasta el fin de 2018. Después de ganar en la corte electoral, Temer mantendrá la confianza abalada por las declaraciones judiciales conocidas y las futuras. A pesar de su reciente victoria en juicio, ciertamente se tornará un presidente aún más débil.

 

* Doctor en Sociología de la Universidad Federal do Rio de Janeiro, Brasil, especialista en Sociología Política y Cultura.

 

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