Samuel Moreno está haciendo cosas, está en todas partes, asiste a lanzamientos, pero, a diferencia de sus antecesores, no tiene marca, no hay un tema que unifique su discurso, dice el ex alcalde de Bogotá e investigador del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional.
Paul Bromberg Z.
"…hoy se inicia la Bogotá del futuro…"
– Discurso de posesión, Samuel Moreno Rojas
…hoy es el primer día del resto de su vida…"
– Sabiduría popular, NN
El contexto
Los medios han propuesto un juicio sobre la gestión del nuevo alcalde de Bogotá. La pregunta: "¿el nuevo alcalde se nota?" se superpone a los resultados de recientes encuestas que no le son favorables, en la medida en que se prestan a ser interpretadas como un bajón de expectativas. Los medios se aprestan a su lógica interna: "al caído, caerle", intentando producir el efecto avalancha.
Un balance objetivo debe intentar superar este contexto, reto que se añade al de hacer un balance justo de gobiernos que aún están en sus comienzos y que tienen restricciones legales para arrancar, como la obligación de cumplir ciertas rutinas para poner a marchar lo nuevo y continuar con el ejercicio de las funciones.
La mayoría de la actividad de un gobierno es rutinaria. La Administración Distrital es un enorme aparato administrativo de control, regulación y prestación de servicios, de manera directa o mediante contratación. El gobierno anterior ha preparado un presupuesto y viene ejecutando unos proyectos de inversión (¿mal llamados?) que tienen que continuar. Todo esto marcha aunque el alcalde duerma.
De acuerdo con El Tiempo, el secretario general de la alcaldía, Yuri Chillán, habría afirmado: "Hemos hecho más de lo que la gente seguramente puede apreciar afuera y menos de lo que uno hubiera deseado. Yo creo que hay un período de gracia para las administraciones y es natural".
¡Cierto! También es cierto que los nuevos confunden "reunirse" con "gobernar" y sobresimplifican el trayecto entre propósitos, acciones y resultados. A veces los veteranos también, a lo que se añade el racimo de comités y comisiones intersectoriales creado por la nueva estructura administrativa que no resolvió nada importante y en cambio complicó mucho. Aunque tiene razón Chillán, también es cierto que vale preguntarse cuándo se enterarán los ciudadanos de todas las reuniones que hacen los funcionarios.
Realizaciones
Para no encandilarse con el imaginario mediático que parece estarse creando, conviene mirar hacia otro lado. Por ello partimos del informe de realizaciones suministrado por el gobierno luego de sus primeros seis meses, aplicando un principio lógico: el gobierno intentará poner en él todo lo que considere relevante.
Cuando se prepara un informe de esta naturaleza, lo usual es solicitar a las entidades la información, y éstas se empeñan en anotar todo lo que hacen[1]. Así, se brindó un informe con 130 acciones/resultados para mostrar que el gobierno está haciendo muchas cosas. Como puede verse en el cuadro anexo, clasificamos esas acciones en tres columnas[2]:
1. Resultados y acciones que son continuidad de rutinas administrativas o de contratos que se vienen ejecutando o se estructuraron en gobiernos anteriores, cuando no se declaran cambios en criterios o énfasis.
Casi un millón de niños vienen recibiendo educación mediante colegios administrados directamente por la Secretaría de Educación. Cuando se pregunta por los logros de la nueva administración, no sería una buena respuesta decir que ahí están todos esos niños estudiando.
2. Declaraciones sin acciones precisas.
"Hemos fortalecido la enseñanza del inglés" no es una buena información. Se supone que si se hubieran tomado decisiones precisas, o se hubieran acometido acciones, éstas se reseñarían en afirmaciones específicas. Otros ejemplos: "Articulación entre educación media y superior".
3. Acciones o resultados durante la gestión actual que indican un cambio en intensidad o criterio.
Éste es el ítem de clasificación clave, y a la vez el más difícil de juzgar, pues la información disponible tiene muchos equívocos. Ejemplo: "La matrícula educativa se incrementó con la creación de 7.640 nuevos cupos, logrando así un total de 1.018.242 estudiantes matriculados". Aquí parece haber un incremento. Implica más infraestructura, recursos, gestión, que debe ser previa a un proceso de matrícula que se da fundamentalmente desde el año anterior. Luego, este logro requiere comentarios, ya que no lo acompañan declaraciones sobre lo que específicamente hizo esta administración para conseguir el incremento.
Según el informe, todos los niños y niñas de preescolar recibieron útiles escolares y 114.500 estudiantes recibieron sus "morrales de sueños". El gobierno anterior venía con este programa. ¿Hubo cambios? Esos cambios requieren de un esfuerzo presupuestal y de contratación tan notable (se puede salir a comprar 10 morrales al "mercado de morrales", pero si se sale a comprar 114 mil está garantizado que no los va encontrar). Sospechamos que cualquier incremento venía programado desde la gestión anterior.
De las 130 declaraciones de resultados o acciones, 52 advierten un cambio sobre lo que se venía haciendo. Pero su composición es complicada:
- 15 requieren de rutinas o proyectos que vienen de la administración anterior; declaran algún incremento, pero no se señala la contribución de la administración nueva a la diferencia, lo que lleva a sospechar que no la hay, o no es contundente: aumento en la matrícula en las escuelas públicas y de personas que reciben implementos para estudiar, unas cuantas ambulancias nuevas, otras cuantas biblioestaciones, se estrena una unidad móvil para el monitoreo del aire…
- 14 son acciones puntuales que, ciertamente, pudieron haber sido resultado de propuestas de los nuevos gestores, pero que no dejan de ser puntuales: una unidad de atención a desplazados en la Terminal de Transportes, formación virtual a algunos funcionarios en derechos humanos, algún formulario descargable por Internet, licitación para implementar un sistema electrónico de detección de infractores, capacitación a nuevos alcaldes locales…
- 10 lanzan campañas, crean comités, firman documentos, crean nuevas oficinas: política pública contra mortalidad materna e infantil, "mi hogar en un lugar seguro", política de infancia, reunión de comité consultivo de comunidades negras, Bogotá recicla… No se sabe desde dónde y hasta dónde va la inspiración del nuevo gobierno.
- 4 son acciones puntuales que resultaron de sectores poblacionales con conflictos (o que buscan prevenir estos conflictos): invasión de "la colombianita", ocupación de predios comprados para el Centro Cultural Español, relocalización de mecánicos informales de "la playa"…
- 3 son resultados que podrían atribuirse a resultados de gestión, aunque en general, no se destacan los criterios del nuevo gobierno (disminución de tasa de homicidios, participación en encuentros ciudadanos…)
3 son muy difíciles de clasificar: "16 programas Samuel en la calle", con un sospechoso parecido a actividad de campaña electoral; un acuerdo con la CAR sobre descontaminación del río de Bogotá (en lo que se viene trabajando hace décadas), y un pacto con ECOPETROL sobre aire limpio que se viene trabajando en los últimos años.
Quedan tres declaraciones importantes:
- Declaratoria de desarrollo prioritario para 120.000 viviendas de interés social. Sin entrar a revisar detalles, se trata de una acción decisiva para implementar un programa contenido en el Plan de Desarrollo.
- En el tema de metro, las acciones también muestran decisión. Se avanza al ritmo posible.
- En tren de cercanías también se avanza al ritmo que se puede.
Este balance a partir de información disponible en la rendición de cuentas deja ver dos hechos: (1) Hay exceso de información que convoca equívocos. Para saber qué ha traído a la ciudad el alcalde que estamos estrenando, la lista de cosas puntuales que hacen las entidades, en la mayoría de los casos cumpliendo sus funciones, no es el mejor camino, aunque es el que tomaron los informes oficiales, presionados por los medios según se vislumbra en la entrevista al Secretario General. Con un listado de tantas cosas y cositas se puede estar más bien haciendo osos y ositos. (2) En los temas prioritarios que destacó la campaña – especialmente el metro – la administración va andando. Otra cosa es si escogió bien.
La marca
¿Hay diferencias entre este arranque y los de otras administraciones recientes?
En los últimos años hubo arranques distintos asociados a sus procesos electorales específicos:
- Jaime Castro llegó en calidad de político tradicional, se encontró con una institucionalidad en condiciones desastrosas y terminó forzado a cambiar sus énfasis. Realizó un gobierno notable que los medios de comunicación, siempre interesados en el día a día y tan dispuestos a magnificar la ignorancia ciudadana, no entendieron.
- Mockus llegó como un quiebre político con la innovación de cultura ciudadana, y aunque él y su equipo se demoraron en arrancar, desde el primer día su marca de gobierno era clara. Su discurso "pedagógico", un lenguaje nuevo, enfrentamiento con la política tradicional a través de la discusión pública, los mimos, todo ello señaló cuál era el derrotero. No era la cantidad de cositas que hace la administración distrital lo que era de mostrar, sino la marca.
- Peñalosa llegó con un discurso distinto, y también se montó en él desde el comienzo. En unos meses ya había sacado a manguera y bolillo a vendedores ambulantes instalados en algunos andenes invadidos desde años atrás. Instaló bolardos como señal de su interés en despejar los andenes de automóviles, cambió el régimen tarifario de taxis y estableció pico y placa. Todos éstos, actos de gobierno que no necesitaban un gran presupuesto, si acaso alguno. A los seis meses todos sabían que había un nuevo alcalde, tanto, que un movimiento de firmas pidiendo un referéndum para retirarlo alcanzó a asustarlo.
- Mockus llegó a su segundo período con uno de esos debates públicos poco tradicional: ganó anunciando que iba a cobrar impuestos y se empeñó en ello tres años. Arrancó con "la noche de las mujeres", y durante todo su período mostró a través de sus dificultades con el concejo que seguía siendo un alcalde que no compartía el trámite tradicional de la política. Tres años de gobierno, menos innovador que el primero pero más técnico, vio a los bogotanos discutir y discutir sobre impuestos. Tenía marca.
- Llegó Garzón. Aunque no se inventó "lo social", su discurso, respaldado por su biografía, impuso una manera de tratar un tema que hasta ese momento se mencionaba en voz baja. No fue de ninguna manera el primero que dio de comer, pero, además de incrementarlo, lo convirtió en su cuento. Fue su marca de gobierno.
Esta corta historia permite sustentar el hallazgo de lo que posiblemente es la anomalía que han comenzado a sentir los medios en este gobierno, pero que no han diagnosticado correctamente: no tiene marca. El alcalde no arriesga en las situaciones de conflicto, parece portarse más bien como candidato. Su Secretario de Movilidad arrancó con entusiasmo anunciando que en diciembre del primer año tendríamos el sistema integrado. Quizás pensó que era fácil, o que tendría todo el respaldo para darse las pelas correspondientes. Rápidamente cambió de tercio.
El gobierno se abocó a resolver dos papas calientes que le regaló el anterior. El cobro de valorización, sobre el que no hizo innovaciones, y que – ¿curiosamente sería la palabra? – no menciona como logro en la lista de 130 acciones. El otro regalito fue haber congelado la actualización catastral, una vergüenza para un gobierno que se dice de izquierda democrática. Seguramente el alcalde ha respaldado las actuaciones de la Unidad de Catastro, pero no las considera un logro: ni siquiera las menciona, mientras sí están en la lista las copias de algunos planos y 15 ambulancias. El alcalde reseña la transparencia de la selección de alcaldes locales, todo menos transparente, pero no menciona el concurso para proveer 400 cargos técnicos con el fin de desarrollar la actualización, para el cual se inscribieron más de 6.000 aspirantes. Acciones importantes, por ahora en el cuarto de atrás.
Podría argumentarse que la movilidad es la marca del alcalde, pero no: es el metro. En lo demás no se anuncian acciones decididas, pero en ésta del metro, sí. Un riesgo notable haberlo adoptado como sello del gobierno: al final de su campaña el alcalde descubrió que el período de cuatro años le dejaba tiempo solamente para contratar la construcción. Si lo logra, en los años siguientes durante la obra, los bogotanos lo vamos a odiar, porque el problema va multiplicarse por el impacto y por los problemas y cuestionamientos que van inevitablemente a surgir. Pero, además, lo logrará a expensas de descuidar otros frentes en movilidad. Por ejemplo, paralizar Transmilenio, que quedó abandonado a lo que más mal que bien le dejó el anterior, que no tomó el asunto en serio creyendo que el transporte no es un tema social.
Conclusión
El gobierno está haciendo cosas. Según se dice, clientelismo a la lata, en todos los frentes, pero eso requiere más análisis. Menos en este tema, va al mismo ritmo que en los inicios de gobiernos anteriores. En sus temas prioritarios: metro, tren de cercanías y vivienda (le apostó al uso de la figura "declaración de desarrollo prioritario", y está implementándola) va al ritmo que se puede. Pero, definitivamente, no tiene marca. El alcalde está en todas partes, asiste a lanzamientos de programas, inauguraciones y entrega de bienes y servicios a éstos y aquéllos, da picos a niños rescatados por la policía, etcétera, pero no hay un tema que unifique su discurso. Su plan de desarrollo, por su propia decisión, es una suma de 200 acciones casi puntuales, entre grandes y chicas, contrario a lo que le ordenan las normas, que exigen "principales proyectos prioritarios", mientras éste inscribe "todo lo que harán las entidades". En lugar de transparencia, puede ser el síntoma de que este gobierno quedará señalado por su insistencia en hacer el metro y por la suma de las acciones de entidades cada una pujando por cumplir su función y a veces por meterse en el campo de las otras.
Notas de pie de página
[1] Como estuve en estos trances, puedo afirmar que este momento de balance es angustioso: descubrimos que los propósitos de innovación se han quedado en reuniones y declaraciones.
[2] Agradezco a José Luis López, estudiante de Ciencia Política de la Universidad Nacional, el trabajo inicial de clasificación de estos documentos. Los interesados pueden consultar el anexo Clasificación de los logros declarados en el informe del gobierno de Samuel Moreno Rojas – 180 días. Los interesados pueden consultar el link anexo Clasificación de los logros declarados en el informe del gobierno de Samuel Moreno Rojas – 180 días