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Bogotá: ¿cómo quedaron los candidatos?

Escrito por Nadia Perez
El Palacio Liévano, el segundo cargo más importante del país.

Nadia PerezDespués de muchas especulaciones y algunos intentos de alianzas, se definieron los candidatos para la alcaldía y para el concejo de la capital. Quiénes son ellos y a quiénes representan.

Nadia Pérez Guevara*

Los cuatro bloques

El pasado 28 de julio venció el plazo para inscribir candidaturas para las elecciones locales de 2019.

Desde hacía varios meses se venían barajando nombres de posibles candidatos a la Alcaldía Mayor de Bogotá y se perfilaban otros para el concejo de la ciudad. Al final, algunas candidaturas sorprendieron, no solo por los escogidos sino también por la forma como fueron escogidos.

Como ya había previsto en un artículo para Razón Pública, la fragmentación de la oferta de candidatos a la Alcaldía exigió la conformación de coaliciones, con dos sectores fuertes: los alternativos y la derecha. Así se consolidaron dos grandes bloques, representados respectivamente por Claudia López y Miguel Uribe Turbay.

Algunas candidaturas sorprendieron, no solo por los escogidos sino también por la forma como fueron escogidos.

A estos dos polos se sumó un tercero representado por Carlos Fernando Galán, que empieza a mejorar en las encuestas y ha sobrepasado en intención de voto a Uribe Turbay; además de un cuarto, Hollman Morris, que finalmente se quedó con el apoyo de Gustavo Petro para representar a Colombia Humana.

Como en cualquier contienda electoral y más en una elección por mayoría simple (que será la última en la ciudad, pues finalmente se aprobó la segunda vuelta para la elección del alcalde de Bogotá), las coaliciones y la distribución de apoyos a los candidatos son una práctica normal. No obstante, la forma y los resultados de estos dejaron muchas dudas entre la ciudadanía e inclusive entre los mismos representantes de los partidos.

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Sorpresas de última hora

La primera sorpresa estuvo a cargo del Centro Democrático, que el 22 de julio informó a la ciudadanía que después “de activar los mecanismos previstos en nuestro partido para garantizar candidaturas sólidas y un proceso para medir la viabilidad de las dos opciones mediante consultas a un número significativo de militantes”, decidió otorgar su apoyo a Miguel Uribe Turbay.

Esta situación podría considerarse normal, si no fuera porque Ángela Garzón ya había sido escogida como candidata a través del mecanismo de encuesta. Por eso Garzón decidió renunciar al partido y a su curul en el Concejo ante la “decisión del partido sin un mecanismo transparente y democrático, de no avalar el proyecto que lidero”.

Las listas al Concejo también trajeron algunas sorpresas y muestras del desdibujamiento de los partidos.

Foto: Teletrabajo
Las listas al Concejo también trajeron algunas sorpresas y muestras del desdibujamiento de los partidos.

Para explicar este desaire, se han barajado dos posibles razones: que Garzón había salido en un video de YouTube imitando al líder natural del partido, el senador Álvaro Uribe; y que era una candidata demasiado moderada para representar a un partido ubicado tan a la derecha en el espectro político como el CD.

Esta última razón es la más probable, pues apenas a un año de las elecciones presidenciales, sería importante contar con funcionarios “duros”, o que mantengan la opinión polarizada con vistas a la elección del sucesor de Duque.

Ese mismo día, después de descartar la consulta ciudadana y de una serie de debates entre los precandidatos de los sectores alternativos, se anunció la candidatura de Claudia López con el respaldo del Partido Verde, el Polo Democrático (encabezado por Celio Nieves), Activista (liderado por Luis Ernesto Gómez) y Bogotá Viva (de Jorge Rojas), que representa algunos sectores de las denominadas “ciudadanías libres” de Colombia Humana.

La foto final de la rueda de prensa de López no contó con la participación de Gustavo Petro, debido a que no hubo acuerdo por el tema “inamovible” del metro subterráneo, una situación que llevó a muchas especulaciones sobre quién sería el candidato de Colombia Humana.

Aquí vino la segunda sorpresa. Después de varias semanas de silencio y de barajar una posible candidatura de Ángela María Robledo al tiempo que se hizo una reunión entre Claudia López y Gustavo Petro, el viernes 26 de julio este último decidió apoyar a Hollman Morris, pues es quien mejor representa los principios programáticos de Colombia Humana y quien estaría dispuesto a frenar a toda costa el metro elevado.

Esta decisión no estuvo exenta de controversia debido a las acusaciones de maltrato que penden sobre Morris, lo cual produjo el rechazo de su candidatura por parte de algunos sectores. A esto se suma el hecho de que la selección del candidato no se hiciera de acuerdo con lo dispuesto en los estatutos del movimiento ni hubiera estado precedida por una discusión abierta y pública, puesto que Jorge Rojas también aspiraba a ser candidato del movimiento.

Esta actitud es comprensible desde un prisma meramente electoral, pues resulta más fácil seguir negociando con un candidato propio que puede aportar votos, así sean pocos. Sin embargo, esta decisión también acabó por cerrarle la puerta a las reivindicaciones de las mujeres y por reducir el apoyo de sus propias bases.

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Falta ver cuáles son las cartas de la tercería representada por Carlos Fernando Galán, si es realmente independiente o contará con el apoyo del partido Cambio Radical, el cual, a pesar de salir vapuleado en las presidenciales de 2018 en Bogotá, ha contado con maquinarias poderosas que le han permitido tener un número importante de representantes en el Concejo.

Las listas al Concejo

Las sorpresas también se dieron en la conformación de listas al Concejo.

En este caso, hay tres situaciones que condensan los principales problemas del sistema electoral colombiano:

  • Los procesos antidemocráticos para la selección de candidatos,
  • La financiación de las campañas y los requisitos para acceder a la contienda política,
  • El inmovilismo de los partidos y su desdibujamiento ideológico y programático.

1. El 30 de marzo de 2019 el movimiento de ciudadanías libres de Colombia Humana hizo un ejercicio de votación para la preselección de candidatos al Concejo, con miras a construir una lista diversa que incluyera distintos sectores. No obstante, la lista que finalmente se inscribió fue cerrada, en todos los sentidos, pues no fue discutida ni dada a conocer de antemano.

2. Por otra parte, el viernes 26 en la noche, el Partido Verde dio la bienvenida a su lista al movimiento Activista que, con seis de sus principales representantes, entró a la lista de ese partido después de manifestar su dificultad financiera para adquirir la póliza de seriedad y cumplimiento necesaria para respaldar su campaña.

Entre Claudia López, Miguel Uribe, Carlos F. Galán y Hollman Morris está el próximo alcalde

Foto: Gobernación de Boyacá
Entre Claudia López, Miguel Uribe, Carlos F. Galán y Hollman Morris está el próximo alcalde.

Este caso demuestra la dificultad que tienen los nuevos partidos y movimientos para competir en igualdad de condiciones con partidos ya consolidados, pues no cuentan con la solidez financiera necesaria para entrar en el juego político (el Consejo Nacional Electoral fijó el valor de la póliza en el equivalente a 200 SMLV). Aunque no se puede descartar el cálculo electoral de Activista ante la necesidad de cumplir con el umbral mínimo de votos para obtener el derecho a la reposición.

3. En el campo del desdibujamiento ideológico de los partidos, tenemos el caso del Partido Liberal, el cual, por la necesidad de aumentar y asegurar su caudal de votos en Bogotá, decidió poner en cabeza de lista a la hija de uno de los pastores de la Misión Carismática Internacional. Si bien esta relación no es nueva, es muy significativa dada la gran capacidad que tienen actualmente los grupos evangélicos para movilizar votos en el país.

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Finalmente, el Partido de la U, ante la imposibilidad de negociar la cabeza de lista entre sus filas, para cumplir con el requisito y después de reacomodar su lista, inscribió en el primer renglón a una completa desconocida.

Estas situaciones nos enfrentan con dos temas muy problemáticos de nuestra democracia, incluso más allá de las elecciones bogotanas: las barreras que tienen los nuevos movimientos para entrar en la contienda electoral, y la deuda de los partidos y movimientos políticos con los procesos democráticos y transparentes para la selección de sus candidatos.

*Politóloga de la Universidad Nacional de Colombia, docente de la Pontificia Universidad Bolivariana de Bucaramanga.

 

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