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¿Un Banco de la República independiente de quién?

Escrito por Iván D. Velásquez
Ivan Velasquez

Aunque Carrasquilla no fue elegido gerente del Banco de la República, sus ideas y el sector que representa siguen predominando entre los miembros de la junta del banco central. Esta es la explicación.

Iván Darío Velásquez*

El nuevo gerente

Durante las últimas semanas, muchos medios de comunicación y líderes de opinión prendieron las alarmas por la posible elección de Alberto Carrasquilla como gerente del Banco de la República y la pérdida de independencia que podría implicar elegir al actual ministro de Hacienda como cabeza del banco central.

Después de muchos comentarios y rumores, este 10 de diciembre, la Junta Directiva del Banco eligió gerente a Leonardo Villar y no a Carrasquilla. Y, aunque esto tranquilizó a muchos, lo cierto es que la elección de Villar es un triunfo para las ideas del actual ministro y del gobierno. ¿Por qué?

Para evitar la inflación

La Constitución de 1991 estableció que el Banco Central es un organismo independiente, cuyos objetivos son mantener la estabilidad de precios y garantizar el crecimiento de la economía.

El objetivo de tener un banco central independiente es proteger la economía de gobiernos populistas, que podrían usar esta entidad como una “máquina de imprimir billetes” y desatar la inflación.

La idea parece razonable, pero en realidad va en línea con una teoría económica particular: la Teoría Cuantitativa del Dinero. Según esta teoría, un aumento en la cantidad de dinero producirá inflación y, dado que el banco central controla la oferta de dinero, la inflación podría dispararse si el gobierno de turno accede a esa entidad.

Una idea discutible

Pero esta teoría ha sido refutada por autores heterodoxos, con los siguientes argumentos:

La teoría convencional parte de la idea incorrecta de que el dinero es exógeno, es decir, que su oferta puede ser controlada por el banco central. Pero desde hace ya muchos años se sabe que el dinero es endógeno, es decir, que su oferta depende del sistema de producción y no de las reglas impuestas por el banco central. Por eso, el Banco Central no puede controlar la oferta de dinero por parte de bancos comerciales.

La teoría convencional parte de la idea incorrecta de que el dinero es exógeno, es decir, que su oferta puede ser controlada por el banco central

También ha sido rebatida la idea de la inflación como un fenómeno totalmente monetario —que fue la tesis célebre e influyente de Milton Friedman—. Los datos no soportan este argumento simplista. Incluso Daniel Tarullo, un exmiembro de la Reserva Federal de Estados Unidos —el faro técnico de la mayoría de los bancos centrales del mundo—reconoció que dicha institución no contaba con una teoría que explicara claramente el proceso inflacionario.

No puede haber independencia del gobierno

En todo caso, la Constitución colombiana establece que el banco central debe ser independiente. Pero hay que preguntarnos: ¿independiente de quién?

Es imposible que el Banco Central sea independiente del gobierno. Para que el Banco Central logre su objetivo de política, es decir, logre alcanzar la tasa de interés de corto plazo que rige a los bancos comerciales, y que es la variable que éste controla, necesita trabajar en coordinación con el Tesoro, es decir, con el Ministerio de Hacienda y por ello con el gobierno.

Como explica Scott Fullwiler, la política monetaria es el acto de anunciar y mantener la tasa de interés objetivo (de corto plazo), lo cual puede hacerse por medio de compra o venta de bonos del Tesoro.

Dicho de otra manera: las acciones tomadas por el Tesoro, que afectan el nivel de reservas de la economía y que por tanto afectan la tasa de interés objetivo, se deben entender como política monetaria. Por eso, es imposible que el Banco de la República, o cualquier banco central, sea verdaderamente independiente del gobierno.

Si entendemos que el banco central no puede ser independiente del gobierno porque lograr su objetivo implica actuar en concierto con el Tesoro, y si añadimos que en Colombia el ministro de Hacienda hace parte de la Junta Directiva del Banco de la República, entonces entendemos también que la adorada independencia del gobierno no es real.

Foto: Banco de la República Leonardo Villar, nuevo gerente general del Banco de la República

Un banco para el sector financiero

Más aún, el mismo Milton Friedman consideró en un comienzo que era errado tener un banco central independiente, pues eso “dispersa la responsabilidad, hace la política dependiente de personalidades y da un énfasis indebido a la perspectiva del sector bancario”, es decir, favorecería al sector financiero.

Por esto, Friedman argumentaba que “la Reserva Federal (el banco central) debería ser convertida en una oficina del Tesoro”. En pocas palabras, el banco central debería ser parte del Tesoro, lo cual va en línea con el funcionamiento de dicha entidad y la coordinación necesaria para lograr su objetivo.

Por todo lo anterior, autores como L. Randall Wray y Michel Aglietta concluyen que, en realidad, los bancos centrales son independientes del soberano, es decir, de los votantes, pero no son independientes del sector financiero.

Esto se ve reflejado en los miembros de la junta de los bancos centrales, que suelen ser antiguos funcionarios de entidades financieras o instituciones con cercanía a este sector y/o entidades multilaterales, y que, al concluir su periodo, vuelven a sus empleos anteriores: la famosa “puerta giratoria”.

Además, las juntas de los bancos centrales no representan los intereses de otros sectores, por ejemplo, de los trabajadores. Eso explica, en parte, el porqué las decisiones de los bancos centrales suelen afectar más a los trabajadores que al capital financiero.

Por eso, es verdad que el Banco de la República debe ser independiente, pero independiente de los intereses del sector financiero y en favor del propósito público que la ciudadanía demanda.

Lea en Razón Pública: Todos ponen, menos los bancos

¿Y el nuevo gerente qué?

Como dije al principio, la posible llegada de Carrasquilla a la dirección del banco central era preocupante, pero no por la pérdida de independencia respecto del gobierno, la cual es imposible, sino respecto del sector financiero.

Como mostró Diego Guevara en El Espectador, Carrasquilla tiene un historial cercano al sector financiero y ha hecho uso de la “puerta giratoria” para favorecer a su gremio. Esto también es cierto para otros miembros de la junta, que en su mayoría han sido investigadores de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarollo), pero además han sido consultores o miembros de otras instituciones multilaterales o del gobierno.

las juntas de los bancos centrales no representan los intereses de otros sectores, por ejemplo, de los trabajadores

Por eso, varios de los actuales miembros de la junta tienen posiciones muy similares a las que ha defendido Carrasquilla en temas laborales. Uno de ellos es, precisamente, Leonardo Villar, el nuevo gerente del Banco, quien ha representado al actual gobierno ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿No era justamente por eso que preocupaba la llegada de Carrasquilla a la gerencia del banco central?

Carrasquilla es impulsor de políticas de austeridad. Los medios que se preocupan porque el banco central emita sin medida podrían mirar con buenos ojos esta postura del ministro.

Así mismo, las políticas que promueven Carrasquilla, Villar y todo el banco central han afectado el ingreso de los trabajadores, como mostró el profesor Álvaro Moreno en 2014.

Fuente: Moreno, p. 13, 2014

Por lo tanto, la “derrota” de Carrasquilla no parece un triunfo de la “independencia”, pues finalmente se eligió a un gerente que profesa sus mismas ideas perjudiciales para los trabajadores y favorables al sector financiero.

Urgen representación y diversidad

Por lo anterior, la animadversión hacia Carrasquilla tiene que ver más con su personalidad y con los escándalos en los que se ha visto envuelto, como los bonos del agua, que con temas de “independencia”.

Probablemente, la postulación de Carrasquilla era un intento de mantener las políticas económicas del actual gobierno, en caso de una derrota en 2022. Con la llegada de Villar, nada cambia: la inexistente “independencia” no será afectada por su llegada y, aunque los medios no lo mencionen, Villar también es cercano a los intereses del gobierno.

Si se siguen eligiendo gerentes del Banco de la República a personajes como Carrasquilla o Villar, que promuevan la austeridad expansiva, la flexibilización laboral y la privatización, el banco central no será jamás independiente del sector financiero, que siempre sale ganando en las bonanzas y en las crisis como la que actualmente vive el país.

Para cambiar esto, se necesita que al banco central lleguen miembros de diferentes corrientes teóricas (actualmente, todos los miembros del Banco de la República son egresados de la Universidad de los Andes con una formación teórica convencional similar) que representen otras regiones del país y otros sectores que nunca han tenido voz en esta institución.

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