
El exalcalde de Barranquilla anunció sobre la hora su candidatura presidencial. Su familia es hoy el clan político más poderoso del país y, aunque solo lo conocen en la costa, tiene votos, carisma y una gran billetera que podría ayudarle a ser el elegido de la centro-derecha
Daniela Garzón*
Una candidatura sorpresiva
Después de decir que no se lanzaría, Alejandro Char sorprendió con el anuncio de su candidatura presidencial.
Muchos habían descartado su participación en una contienda que tiene más de sesenta candidatos, pero Char empezó a conseguir firmas con el grupo significativo de ciudadanos “País de oportunidades”, a pocas horas de vencer el plazo para inscribir comités de firmas. Es más: Char optó por no buscar el aval de Cambio Radical, donde es la segunda voz después de Vargas Lleras. Tendrá que presentar alrededor de 580.000 firmas.
Con el ingreso de Char a la larguísima baraja presidencial aterriza el poder regional más grande del país a la disputa por la Casa de Nariño. Char ha sido alcalde de Barranquilla en dos ocasiones y su familia ha allegado un poder electoral sin igual; según la Fundación Paz y Reconciliación el clan Char mantiene hoy la alcaldía de Barranquilla, que Jaime Pumarejo heredó de Char, además de la gobernación del Atlántico, en cabeza de Elsa Noguera, una bancada de cinco senadores (el hermano de Alejandro, Arturo Char, Ana María Castañeda, Antonio Zabaraín, Luis Eduardo Díaz Granados y Miguel Amín Escaf) y tres representantes a la Cámara (César Lorduy, Karina Rojano y José Gabriel Amar).
Con el ingreso de Char a la larguísima baraja presidencial aterriza el poder regional más grande del país a la disputa por la Casa de Nariño.
Lo anterior por su puesto se traduce en un potencial electoral considerable. Por ejemplo, Elsa Noguera, exsecretaria de Hacienda de Alejandro Char, obtuvo 692.723 votos para ser gobernadora del Atlántico en 2019; Jaime Pumarejo logró 310.435 votos para alcalde de Barranquilla en el mismo año, y Arturo Char obtuvo más de 118.000 votos en el Atlántico para ser reelegido senador en 2018.
La familia Char
Los Char son hoy por hoy la familia más poderosa de la política colombiana. Dominan el departamento del Atlántico, que como explicaba en un artículo anterior es el cuarto con mayor potencial electoral del país y ha sido gobernado básicamente por tres clanes políticos en el último tiempo. El patriarca de la familia y quien empezó su tradición política es Fuad Char Abdala, político y empresario. Hizo fortuna como comerciante en Barranquilla, después de hacerse cargo de su familia desde los 17 años por la muerte de su papá, Ricardo Char Zaslaway.
La piedra que sustenta el poder económico de la familia Char es el Grupo Empresarial Olímpica, una de las cadenas de retail más grandes del país, que comercializa productos de consumo a través de una cadena de supertiendas, superalmacenes, superdroguerías y droguerías. También cuenta con el Banco Serfinanza, con domicilio en Barranquilla y la cadena de emisoras de la Organización Radial Olímpica, de las cuales la más conocida es Olímpica Stereo. También son los dueños del Club Junior de Barranquilla.
Según la revista Forbes, después de los multimillonarios colombianos, hay otros patrimonios familiares prominentes, entre los cuales el de los hermanos Char Abdala e hijos ocupa el quinto lugar. Su patrimonio en 2019 ascendía a 432 millones de dólares.
Además de ese poder económico, Fuad Char empezó a cultivar el poder político desde 1984, cuando fue gobernador del Atlántico, por nombramiento de Belisario Betancur. Después pasó por el Ministerio de Desarrollo y fue elegido senador para los períodos 1994-1998, 1998-2002 y 2002-2006, avalado por el movimiento de filiación liberal Voluntad Popular. Para 2006-2010 el elegido al Senado fue Arturo Char, en reemplazo de su padre; en 2010 Fuad regresó al Senado después de ser embajador en Portugal y desde 2014 la curul le pertenece a Arturo, quien ha sido un ausentista consagrado, con desempeño poco destacable, incluyendo su discreta presidencia del Senado, que ocupó en el periodo 2020-2021.
Alejandro: un político experimentado
Alejandro Char ha sido el más carismático de la familia. Nació en Barranquilla en 1996, es ingeniero civil, tiene una especialización en alta gerencia de la Universidad del Norte y una maestría en gerencia de proyectos del Georgia Institute of Tecnology, en Estados Unidos. Fue concejal de Barranquilla en 1997 con el aval del Partido Liberal. Después de un pleito por las votaciones obtenidas para la gobernación del Atlántico del periodo 2001-2004 donde resultó ser el ganador, destituyeron a Ventura Díaz y fue gobernador durante nueve meses.
Ha ocupado la alcaldía de Barranquilla en dos ocasiones, 2007 y 2015, con gobiernos muy populares. En 2007 con el aval de Cambio Radical y el apoyo de los partidos Liberal, la U, Conservador, el movimiento Colombia Viva y Alas Equipo Colombia obtuvo 223.580 votos, venciendo a Máximo Noriega y a Édgar Perea. En 2015, de nuevo avalado por Cambio Radical obtuvo 355.844 votos, venciendo a Rafael Segundo Sánchez. Como muestra la encuesta Invamer Poll, que se hace cada dos meses desde hace más de veinte años, los niveles de aprobación de Alejandro Char han sido excepcionales: en su segundo periodo como alcalde nunca estuvo por debajo del 80%.

Siendo ingeniero civil y teniendo su propia constructora, sus gobiernos se han destacado por obras de infraestructura. Entre las obras destacables se cuentan el Gran Malecón del Río, la ampliación de la Avenida Circunvalar y la construcción de nuevos escenarios deportivos.
Para sacar adelante esa contratación Alejandro necesitó de un concejo que actuaba, según La Silla Vacía, más como un ente “subalterno” que como un órgano de control de su alcaldía. Como recoge en una de sus historias, el charismo patrocinó candidaturas de concejales propios y de otros grupos locales para lograr mayorías en el concejo, y además habría pagado irregularmente a varios de ellos un porcentaje de las obras que autorizaran.
El concejo de Barranquilla hizo parte del coro de aprobación de Char, y aunque La Silla no pudo comprobar la existencia de un pacto de coimas para los concejales, fue evidente que no existió prácticamente ningún control político sobre Char en la alcaldía.
Pero estos no han sido los únicos rumores o denuncias sobre corrupción o malos manejos por parte de Alejandro Char y su familia. La más grave, sin duda, ha sido la de Aída Merlano, una senadora del Partido Conservador capturada el mismo día de los comicios en marzo de 2018, condenada por la Corte Suprema de Justicia a once años y cuatro meses de prisión por los delitos de corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte o tenencia ilegal de armas de fuego, hoy pedida en extradición a Venezuela ─a Guaidó y no a Maduro─ y quien protagonizó una hollywoodense fuga de un consultorio odontológico.
Aída Merlano era la ahijada política –y pareja, al parecer– de otro empresario, Julio Gerlein, y según sus declaraciones los Char estuvieron involucrados en su fuga. Por esos hechos es investigado Arturo Char y en su sentencia se menciona a su exmarido, Carlos Rojano, como uno de los beneficiados de la empresa criminal mediante la cual se eligió senadora. Rojano es el padre de Karina Rojano, es exconcejal de Barranquilla y hoy es precandidato al Congreso, como parte de las apuestas de los Char para el próximo año.
Por otro lado, la compañía de Alejandro construyó dos conjuntos residenciales sobre un sector de deslizamientos que a la postre dejaron más de cuatrocientas familias damnificadas, según también reportó La Silla Vacía. Tiene además nexos familiares con un conocido cartel de corrupción, pues su esposa es Katia Nule, hermana de Guido Nule, condenado por el carrusel de la contratación en Bogotá. Char era parte del consorcio Sociedad Futura Autopista Bogotá-Girardot S.A, que también hizo parte de ese entramado.
En el sistema de consultas de la rama judicial aparecen 52 procesos (en tan solo la jurisdicción del Atlántico) donde Alejandro Char se ha visto involucrado, de los cuales 21 son procesos privados de naturaleza civil y penal.
La coalición de la experiencia y el vacío en la derecha: alguno será el ungido
Alejandro Char anunció su candidatura haciendo parte de lo que Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda y también precandidato, llamó la “Coalición de la Experiencia”. Es un grupo de candidatos de centro derecha que hasta ahora ha reunido a exmandatarios locales, Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez, Dilian Francisca Toro, Alex Char, además de Echeverry y del proclamado candidato del Partido Conservador, David Barguil. En su reunión del 19 de noviembre, con la presencia virtual de Alejandro, anunciaron que irían a una consulta en marzo del próximo año bajo el nombre de “Equipo por Colombia”.
Las encuestas muestran que abundan los votantes indecisos, pero el precandidato de esta coalición con mayor intención de voto es el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez: Según la última encuesta de Datexco, “Fico” puntea con apenas el 5% en la pregunta abierta y con el 6% en la cerrada. En el momento de esta encuesta Char no era candidato, de manera que su nombre aparece apenas en la pregunta abierta, con una intención de voto del 3%, empatado con Fajardo y Peñalosa y con un punto arriba de Alejandro Gaviria. Las encuestas en todo caso hoy dicen muy poco de lo que será el desenlace en mayo del próximo año.
Lo que puede decirse con certeza es que, ante la debilidad del uribismo que ya eligió a Óscar Iván Zuluaga mediante un método de encuestas criticado por los propios precandidatos, el vacío de la derecha es un botín atractivo para los candidatos del Equipo Colombia. De ellos, sin duda los que poseen las redes políticas más sólidas son Alejandro Char y la exgobernadora del Valle, hoy presidenta del partido de la U, Dilian Francisca Toro, que ha capoteado varios procesos judiciales por presuntos nexos con paramilitares, lavado de activos y sigue indemne.

Como en toda elección, alguien tendrá que salir elegido. Ante la crisis agobiante de los partidos que parece tocar fondo pues hoy solo el Conservador y el Centro Democrático tienen candidato propio, alguien será el bendecido por la clase política que lucha frente a la amenaza que significa Gustavo Petro. Ese bendecido podría ser Alejandro Char, pues es un político experimentado, que ha puesto en jaque en su propio partido a Germán Vargas Lleras, sabe negociar, tiene una comprobada capacidad electoral y podría ser la última apuesta de los partidos tradicionales de poner presidente, esos que tienen claro que una elección presidencial no va de ideas sino de no perder los beneficios de estar dentro de la burocracia.
Aunque por ahora solo lo conocen en el caribe, no hay que olvidar que los siete departamentos que componen esta región han sido definitivos en las últimas presidenciales y que nadie podría competirle a Petro en la costa como él, pues además de sus votos, cuenta con aliados poderosos como la familia Cotes que gobernó el Magdalena hasta que en 2019 perdieron frente a Carlos Caicedo.
Nadie es presidente sin los votos de la costa atlántica y Alejandro Char y su familia han sido reyes en su tierra. Por ahora, habrá que esperar a que complete las firmas para inscribirse, en una campaña que ha empezado lentamente.